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Que una sonrisa feliz sea nuestro mejor premio
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domingo, 31 de julio de 2011

ENSEÑANZA DE LA ODONTOLOGIA:

LOS CONTENIDOS CURRICULARES BASICOS ( tercera parte )

                  LAS  INCUMBENCIAS

Así como puede decirse que el primer modelo de incumbencias médicas, lo constituyó la obra de Hipócrates, en el area de la Odontología lo fué la primera limitación legal aparecida en Francia en 1699, que requería un exámen para la autorización de su práctica, y cuya base académica lo constituyó la publicación " Le Chirurguien-Dentiste ou Traité des Dents " de Pierre Fauchard librada al público en Paris en 1728.
En Argentina, la reglamentación de incumbencias compete al Ministerio de Educación, casi siempre en respuesta a una delegación de funciones que por ley, determina el Poder Legislativo. Como puede observarse, a través de dicha mecánica quedan excluidos en la participación de la reglamentación de las incumbencias correspondientes a los títulos profesionales, sectores fundamentales como el area de desempeño profesional, en nuestro caso el sector salud, y la propia profesión a través de sus organismos competentes.  Puede arguirse que en la actualidad, los Consejos Directivos de las Facultades poseen miembros representantes del claustro de Graduados, pero dicha representación no es orgánica, sino a través de agrupamientos políticos creados tan solo a los fines electorales.
Este problema, que no ha constituido una verdadera preocupación para la Odontología en nuestro Pais, no debe desdeñarse, ya que la aparición de facultades privadas, o la estructuración de carreras intermedias o auxiliares con delegación de funciones clínicas, pueden generar títulos habilitantes con derecho a ejercicio que trastoquen las actuales equivalencias y competencias, y que promuevan la aparición de zonas grises y conflictos limítrofes difíciles de preveer.  Valga tan solo a modo de ejemplo, algunas situaciones aparecidas en el ejercicio de las ciencias veterinarias y agronómicas, con relación a la aparición de tecnicaturas de nivel intermedio y oficios que sustraen contenidos curriculares de las carreras universitarias.
En las ciencias sociales, jurídicas y económicas, se han dado situaciones similares con la aparición de variadas licenciaturas.  Un caso alarmante, lo constituyó el desarrollo de distintas ramas de la ingeniería. En la década de 1970, ya se otorgaban títulos en 139 especialidades civiles y 59 agronómicas. Así las cosas, el 10 de Abril de 1975 el Gobierno Nacional promulga el Decreto 939, que trata de poner coto a este verdadero mosaico de títulos profesionales, y en relación a las universidades privadas establece en su artículo 2°: "El Ministerio de Cultura y Educación requerirá al respectivo establecimiento, que proponga las incumbencias que a su criterio deberán asignarse al título, y nó podrá determinarlas sin la previa consulta a los Consejos o Colegios profesionales vinculados con la orientación y posible area de acción sobre la cual aquellas tengan incidencia".
Es este, el primer amago de racionalidad en la determinación de las incumbencias. Lamentáblemente, los sucesivos cambios de gobierno,determinaron dejar en el olvido dicho decreto, sin contar con la complicidad de las propias universidades privadas, y de instituciones profesionales que les facilitaron infraestructura y personal docente para el dictado de dichas carreras.La creación de la CONEAU, puso en manos de éste organismo la facultad de evaluar y acreditar las carreras y cursos universitarios, dejando de lado la participación de las instituciones colegiadas en tán importante determinación.
Con relación a la Universidad de Buenos Aires, se halla en vigencia la resolución 554/83, que reglamenta el art. 61 de la ley 22207, y que establece como incumbencias del título de Odontólogo la " promoción de la salud, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del aparato estomatognático en:

a)  Piezas dentarias
b)  Estructuras de inserción y de sosten de las 
     piezas dentarias y sectores oseos adyacentes a 
     las mismas.
c)  Mucosa bucal desde labios hasta pilares 
     anteriores, paladar blando y base de la lengua.
d)  Huesos maxilares y articulación 
     témporomandibular.
e)  Senos maxilares.
f)  Glándulas salivares mayores y menores.
g)  Sistema neuromuscular.
h)  Anatomía patológica.
i)  Farmacología.
j)  Análisis bacteriológicos bucales.
k)  Cirugia máxilofacial. 

 Cabe consignar, que la determinación de las incumbencias no es nada mas que un paso en la estructuración de una profesión.  La fijación de las mismas, que no es otra cosa que la expresión de la sociedad para delimitar el campo de acción profesional, evitando en lo posible las superposiciones y areas de conflicto, ayuda a la
especificación de los objetivos, en términos de
conductas, que deberán alcanzarse en las escuelas de odontología para la obtención de un producto, con capacidades suficientes para el logro de la
acreditación profesional.  Este conjunto de capacidades, constituyen el perfil profesional, que
abordaré en la siguiente entrada. 

domingo, 24 de julio de 2011

ENSEÑANZA DE LA ODONTOLOGÍA

LOS CONTENIDOS CURRICULARES BASICOS ( segunda  parte  )

La indeclinable responsabilidad del estado, como mandatario de la comunidad, en la legislación de la formación del recurso humano profesional, tiene distintas connotaciones que hacen a la modalidad del ejercicio de cada profesión.  En el sector de la sanidad, la motivación prioritaria descansa en la necesidad de preservar la salud de la población.
Dicha responsabilidad en éste sentido es de tal envergadura, que los poderes públicos deben constituirse en celosos custodios de tán delicada misión.  El órden jurídico, basamento del estado de derecho, se aplica a la función de garantizar los bienes e intereses humanos individuales y colectivos. Cuando éstos intereses son sometidos a la regulación del derecho, se transforman en bienes jurídicos.  La salud pública es un bien protegido por el derecho, y el estado debe armonizar su quehacer, al hecho de evitar que se enerve su responsabilidad en dicha materia.
Así, siguiendo un largo camino, y como consecuencia de una percepción  de necesidades no cubiertas en una comunidad, comienzan a generarse los mecanismos de autoprotección que concluyen con el reconocimiento de una profesión de servicio público, el establecimiento de los mecanismos para su desarrollo y para la formación del recurso humano adecuado, a través de una carrera reconocida a la que le confiere el marco jurídico y científico que delimitará el ejercicio de su producto profesional ( incumbencias ), determinando el conjunto de actividades, asignaturas y medios que constituirán el sistema de enseñanza-aprendizaje para su desempeño (currícula), y la suma de experiencias que el educando vivirá en cada actividad determinada, dentro del marco del programa de capacitación ( currículum ).  Concluido dicho programa, y habiendo alcanzado los objetivos preestablecidos, con acreditación de la suficiente idoneidad, le otorga su aval de certificación ( titulación ), que es la culminación del proceso educativo.
Otros mecanismos sin embargo, deberá sortear el profesional para la habilitación de su título, en algunos casos simplemente administrativos ( inscripción o matriculación automática ); en otros, verdaderas pruebas de idoneidad que certifiquen su inserción en los planes o políticas del sector social en que desarrollará su actividad ( acreditación-legitimación ), con lo que obtendrá el espacio para el desempeño de la misma.  La legislación lo encuadrará y le asignará responsabilidades ( leyes provinciales, colegiación, art.2 de la ley nacional 17132/67, etc. ).  El marco jurídico del Estado de Derecho, lo protegerá al establecer la legislación sobre el ejercicio ilegal ( art. 208 del Código Penal ), y al mismo tiempo controlará los posibles excesos y desvios en que pueda incurrir ( tribunales disciplinarios, de ética, legislación por mala praxis, etc. ), pero en última instancia, la misma sociedad que impulsó su nacimiento y desarrollo, a través de mecanismos no tan específicos, hará el seguimiento y evaluación de los resultados esperados y obtenidos, marcando los niveles de prestigio, poder, jerarquia, consenso e influencia, que determinarán los rangos de aceptación, reconocimiento y estima de la profesión.
Por todo ello, resultaría suicida para una profesión, esperar que los mecanismos sociales y legales determinen cambios en la formación y ejercicio profesional, con independencia de su participación y eventual liderazgo.  Una permanente autoevaluación, inserta en el contexto en el que se desarrolla la educación odontológica, determinará los cambios que permitirán la obtención y permanencia en el tiempo, de un producto adecuado al medio.

Continuará.

jueves, 21 de julio de 2011

ENSEÑANZA DE LA ODONTOLOGÍA

LOS CONTENIDOS CURRICULARES BASICOS

La determinación de los contenidos básicos o mínimos de un plan de estudios para una carrera universitaria, es tan solo uno de los aspectos que deben considerarse dentro de la estructura curricular. Si bien por definición, los contenidos mínimos son aquellos que " garantizan la idoneidad profesional en función del título habilitante, y que aseguran las capacidades y actitudes necesarias para el desarrollo profesional permanente ", sería impensable que tán solo dichos contenidos garanticen lo que expresa su definición.
Mas bien puede afirmarse, que los contenidos básicos o mínimos, responden a toda una política educacional para cada profesión, que refleja no solo el fruto de un acuerdo circunstancial de un grupo de docentes y autoridades universitarias, sino que tambien debe ser el resultado de considerar todos y cada uno de los factores que inciden en la construcción de una currícula y en los aspectos pedagógicos, administrativos, culturales y sociales sobre los que asienta su enunciación y su puesta en práctica.  Si bien es cierto que la obtención de un título universitario es solo una forma de enfrentar la lucha por la vida, tambien es cierto que, a diferencia de otras, el ejercicio de las profesiones de la salud conlleva implicita una responsabilidad que va mas allá del servicio prestado.
La universidad actual, resume su accionar en tres componentes básicos: la transmisión y producción del conocimiento mediante la investigación científica, la producción de servicios y el desarrollo de recursos humanos.  Sin embargo es frecuente observar en muchos de nuestros paises, una manifiesta incapacidad para cerrar la brecha entre la producción y la aplicación del conocimiento científico, y una marcada incoordinación entre la producción de servicios y la formación del recurso humano.  No pocas veces, se incrimina a los administradores, a los políticos y a los gobernantes, de ser los causantes de tal situación, por el hecho de retacear los recursos financieros, cada vez mas escasos en los paises en vias de desarrollo.  Ello puede ser parcialmente cierto, aunque es bien conocido que el único factor activo en los procesos productivos, lo constituyen los recursos humanos, y que, cuando no se dispone de suficiente destreza humana para conducir y poner en ejecución el empleo de los restantes factores productivos, será difícil, sino imposible, la utilización eficiente y racional de éstos últimos.
A partir de la década de 1940, puede decirse que el impacto tecnológico ha revolucionado practicamente tanto el diagnóstico como la terapéutica de nuestras enfermedades; no obstante manifiesta Winkelstein que el aunento y complejidad de los servicios médicos, no logró mejorar la salud en las diez enfermedades de mayor incidencia en los EE.UU de Norteamérica.
Al respecto se pregunta Beltran, " ¿ puede la tecnología producir un cambio positivo en la salud de la población ?. El desarrollo histórico demuestra que el conocimiento científico y el avance tecnológico han creado medios poderosos para evitar las enfermedades, reparar el daño y rehabilitar.  No obstante, los beneficios del progreso científico-tecnológico no han podido llegar a muchos millones de seres humanos.
La acción directa del fluor sobre la caries dental se conoce desde los primeros estudios de Mc.Kay en 1916.  La etiología infecciosa de las dos enfermedades dentales mas comunes, se halla plenamente probada desde 1960 para la caries, a través de los etudios de Paul Keyes y desde 1970 para la enfermedad periodontal a través de los fundamentales aportes de Waerhaug.  Sin embargo, la aplicación práctica de éstos conocimientos, todavía no ha alcanzado a las grandes mayorías de población. Algunos intereses y barreras deben ser derribados para dicha concreción.  Si la universidad no lidera dicho proceso, habrá de quedar marginada de la estima social que la comunidad siempre guardó hacia ella, por lo que resulta de interés historiar los mecanismos que la sociedad pone en juego para su protección, entre ellos la delegación de responsabilidades en determinados grupos sociales a los que luego les pedirá cuenta sobre su desempeño.

Continuará.

lunes, 18 de julio de 2011

ENSEÑANZA DE LA ODONTOLOGIA

LA CARGA HORARIA MINIMA ( parte  2 )

Las Escuelas y Facultades de Odontología de la República Argentina, han fijado cargas horarias que fueron cambiando de acuerdo a los tiempos teniendo en cuenta no solo las variables que influyen en la determinación de los contenidos, sino tambien los criterios cambiantes que, apoyados en políticas de servicios, de recursos humanos, de salud, de educación superior y del propio desarrollo institucional de la casa de estudios, determinaron ajustes congruentes con la misión de la universidad de responder a las necesidades del hombre y de la sociedad.
Las oscilaciones entre 4.500 y 6.000 horas que caracterízaron las currículas de las Facultades de Odontología públicas y privadas, marcan un término medio aceptable que representa una exigencia más que razonable para cumplimentar las demandas de los modelos de atención, de las innovaciones académicas y educativas y del fortalecimiento de la investigación y la transferencia de servicios. En los últimos años, la Organización de Facultades, Escuelas y Departamentos de Odontología de la Unión de Universidades de América Latina (OFEDO-UDUAL), se ha planteado la necesidad de fijar políticas y diseñar proyectos que atiendan al fortalecimiento de la calidad de la educación superior en su campo específico, como estrategia facilitadora para la transformación del modelo de práctica y consecuentemente, el mejoramiento de las condiciones de salud de las personas.  Es bien cierto, que la duración de una carrera no es garantía de calidad de su producto, y que tampoco el nivel académico de los graduados formados en currículas extensas y sobrecargadas de información, sea garantía de un impacto positivo en las condiciones de salud, y de un mejoramiento en la calidad de vida de las poblaciones.
Conseguir una armonización entre dichos factores, no es una tarea sencilla, y requiere de formulaciones, evaluaciones y ajustes por parte de los distintos sectores involucrados. Desde los primeros seminarios latinoamericanos sobre Enseñanza de la Odontología, se fueron analizando las distintas cargas horarias de numerosas escuelas y facultades con resultaron dispares.
En América Central, sobre 17 escuelas evaluadas, una mayoría de 8 (ocho) poseían una carga horaria que oscilaban entre 5500 y 6500 horas, cuatro(4) entre 4500 y 5500 horas, dos (2) entre 3500 y 4500 horas, una (1) entre 2500 y 3500 horas y dos (2), con mas de 6500 horas.
En América del Sur, sobre un número igual de facultades evaluadas, cinco (5) poseían una carga que oscilaba entre 3500 y 4500 horas, tres (3) entre 4500 y 5500 horas, tres (3) entre 5500 y 6500 horas, tres (3) con mas de 6500 horas, y una (1) con menos de 2500 horas.
En los EE.UU de Norteamérica, en una encuesta sobre mas de medio centenar de escuelas evaluadas, se obtuvieron rangos que oscilaron entre un mínimo de 2387 horas, hasta un máximo de 6984 horas con términos medios en 15 años de medición para dichas escuelas de 4488 a 4803.
Si nos atenemos a las propuestas de contenidos curriculares básicos o mínimos que ostentan numerosas facultades, la carga horaria media sería de 5.095 horas.  Esta carga horaria permite la formación del Odontólogo como personal de salud a través de un mecanismo curricular compatible con las necesidades, demandas y recursos de atención, y al mismo tiempo lo suficientemente flexible como para dar cabida a los cambios periódicos de dichas necesidades y demandas.
La especificación de los objetivos expresados en términos de desempeño y destinados a ofrecer un punto de partida para determinar cuales son las materias y las actividades de aprendizaje apropiadas de los cursos, constituyen la base de ésta planificación, y responden a los objetivos planteados en 1986 por la Organización Mundial de la Salud.  La integración como plan de estudios de los tres cuerpos en que se ha dividido la organización de los contenidos básicos por areas del conocimiento, engloba los dos aspectos substanciales en que descansa el accionar de las instituciones productoras de los recursos de grado: la información y la formación.  En relación con la información, se han tratado de plasmar y de adecuar los contenidos a la recomendación N° 4 ya analizada, y hacerla congruente con los objetivos explicitados en cada área, tratando de tornarla actualizada, oportuna, significativa, accesible, utilizable e integrable.  En cuanto a la tarea formativa, caracterizada como un proceso que tiende al desarrollo de actitudes, hábitos y habilidades, se ha tratado de conformar un esquema en el que los criterios sobre intensidad en la formación práctica, que se analizarán mas adelante, se compadezcan con el perfil profesional a lograr y con los objetivos planteados, evitando sacrificar áreas en beneficio de otras, en el entendimiento que la información y la formación son complementarias en la currícula y constituyen una unidad indivisible en el proceso educativo.

jueves, 14 de julio de 2011

LA ENSEÑANZA DE LA ODONTOLOGÍA

En un artículo anterior, hemos mencionado los artículos 42 y 43 de la ley de educación superior, en los que se hace referencia a la cumplimentación de tres condiciones por parte de las instituciones formadoras del recurso humano profesional : la carga horaria mínima, los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre la intensidad de la formación práctica.                                               Desarrollaremos a continuación cada uno de ellos.

LA CARGA HORARIA MINIMA                        

Si se piensa que la estructuración de un currículum y la determinación de los contenidos de sus asignaturas, constituye el broche de la programación educativa de una escuela de odontología, es porque tal vez no se ha comprendido de manera cabal el sentido eminentemente político que debe animar a quienes poseen la enorme responsabilidad de fundar una institución educativa, o de evaluarla para su acreditación.   La formulación de un conjunto de materias o areas temáticas con sus correspondientes contenidos, representa el " que " de un proceso educativo. Si se analiza la metodología a través de la cual se transmitirá el conocimiento y luego se evaluará el alcance de los objetivos propuestos, debemos saber que ello representa el " como " del proceso. Sin embargo, no puede considerarse cerrado el círculo si no se explicita un orden curricular y una asignación de espacios temporales para cada area curricular y para cada materia. Esta decisión, que representa el " cuando " del proceso, constituye el arma que determina el peso que cada sector impronta en el programa global.  Es sabido que la duración de una carrera universitaria, no puede exceder ciertos límites de tiempo que la comunidad conceptúa como razonables para el alcance de los objetivos planteados, pero a nadie escapa que cuando se fija una carga horaria para un area o asignatura específica, ésta debe guardar una relación armónica con las otras areas o asignaturas en cumplimiento de una política educativa, y que cuando se incrementa dicha carga para un sector curricular en particular, debe hacerse en desmedro de otro, y ello puede alterar el sentido de dicha política.                                                                  
Basta con reproducir la recomendación N° 4 de la Asociación de Escuelas Dentales de los EE.UU de Norteamérica, en conjunto con el Instituto de Medicina (IOM) cuando propone "eliminar los contenidos marginalmente útiles y redundantes y reducir las cargas de cursos excesivas", incluyendo pasos como : 
1.- Diseñar un programa de estudios integrado de ciencias básicas y clínicas, que proporcione una educación clínicamente relevante en ciencias básicas y una educación con base científica en la asistencia clínica. 
2.- Incorporar en todas las actividades educativas, un enfoque sobre los resultados y un énfasis en la relevancia del conocimiento y el pensamiento científico para las opciones clínicas. 
3.- Dedicar menos horas del programa de estudios a las exposiciones teóricas, y más a los seminarios guiados y otras estrategias de aprendizaje que desarrollan el pensamiento crítico y las técnicas para la solución de problemas.
4.- Identificar y disminuir las horas dedicadas a las técnicas preclínicas de poca prioridad, el trabajo de laboratorio y las exposiciones orales.
5.- Complementar las horas clínicas, con tiempo asignado a la discusión de diagnósticos específicos, a la planificación, y a los asuntos relacionados con la conclusión de tratamientos que surjan en las sesiones clínicas.

Bastaría tán solo con éste ejemplo, para darnos cuenta que, con idénticos contenidos, puede cambiarse el eje director de un plan de estudios con solo alterar las relaciones temporales de sus partes constitutivas. El criterio que define la carga horaria mínima de una carrera, se basa en la "garantia de una adecuada formación del graduado, respetando los alcances asignados al título, e implica que dicha carga horaria debe alcanzar un quantum, que se estime como el adecuado a la jerarquia del mismo y a su prestigio académico", pero por sobre todas las cosas, que permita delinear el perfil profesional que la comunidad requiere para dar solución a los problemas que plantea un determinado area del conocimiento y de los servicios que lo asisten.  La determinación por tanto, de la duración en horas de una carrera, no será otra que la sumatoria de la duración de cada una de las actividades que conforman los contenidos curriculares básicos, obviando las repeticiones, los cursos de refresco y la currícula oculta, que no deben formar parte de dicha carga.

         Continuará.                                                                                                                                   

domingo, 10 de julio de 2011

UNA SOLICITADA ATIPICA E INQUIETANTE

En un diario de gran circulación en el Pais, hoy, 9 de Julio, ha sido publicada una solicitada que merece por lo menos, ser analizada imparcialmente.
Dada la importancia del caso, he interrumpido deliberádamente la secuencia sobre enseñanza de la Odontología, que será por supuesto momentánea
No es mi deseo arrogarme la autoridad de apoyarla, refutarla o descalificarla, pero a la luz de su exposición pública, me permitiré pormenorizar algunos interrogantes que surgen de su lectura.
En primer lugar desconozco a la institución que la publica ( Progrado ), y me llama la atención el logo de la misma, que dá a entender su pertenencia a la Facultad de Odontología de la UBA, la cual debe haber autorizado el uso de su denominación, ya que de no haber sido así, constituiría una flagrante apropiación indebida.
Tambien me llama la atención, la falta de alguna firma responsable, aunque debo suponer que los responsables de la publicación son los representantes del claustro de Graduados en el Consejo Directivo, quienes a mi, como graduado, no me han consultado, aunque tal vez no me haya enterado de alguna reunión o asamblea en la que se debatió el tema. Sí observo que han sido consultados todos los Odontólogos de planta de la Ciudad de Buenos Aires.  Hubiera resultado de interés publicar la nómina de los encuestados, y haberles requerido alguna modesta contribución para cubrir la erogación ( $ 2 a C/U por ej. ) con lo que hubieran financiado el costo de la solicitada, y no tener que recurrir al auxilio de las empresas dentales , lo que supone alguna connivencia con los autores, o por lo menos con sus opiniones, lo que resulta bastante incomprensible.
Lo extraño es la falta de consulta a las instituciones odontológicas de la Ciudad como la AOA, Fociba,
CORA, CAO, AAO etc. que bien podrían haber opinado sobre el tema.
Es lógico que si se le consulta a un colega desprevenido sobre un tipo de institución que desconoce, y se acompaña la consulta con algunos preconceptos como: "un organo que no dignifica la profesión"(?), "un organo con intereses recaudatorios" o " un organo que encarece la profesión y es cuestionado en otras regiones del Pais", la respuesta es obvia.  Supongo que los encuestadores habrán mostrado algún anteproyecto que apoyara sus prejuicios, del cual pudieran obtenerse conclusiones tán drásticas; o que hubieran exhibido las leyes de colegiación de otras Provincias para que se pudieran analizar sus objetivos.
Así los encuestados podrían haber tomado conocimiento de algunos aspectos relevantes de dichas leyes, como la defensa de los intereses de la profesión, el poder disciplinario fuera de los organos del Estado, la fijación de los honorarios profesionales, la habilitación                de los consultorios y clínicas dentales, el control de los regímenes de trabajo en relación de dependencia a través de los registros de contratos, la persecución del ejercicio ilegal de la profesión, la interlocución con los poderes del Estado en su condición de entidades paraestatales, la matriculación sin intermediación de la burocracia etc.    Pero no debe dejarse de remarcar, que si bien las leyes de colegiación apuntan a un autoordenamiento de las profesiones, tambien determinan la proteccion de los intereses de la población. La colegiación por tanto, no es una concesión gratuita a una profesión, apunta tambien a un compromiso con la comunidad, de alli que la aprobación de una ley con dichas características, involucra a ambos sectores.
No caben dudas que los intereses que se mueven detrás de los oponentes a la colegiación, no son congruentes con la defensa de los intereses profesionales, y sin duda priorizan un viva la pepa en el ejercicio profesional, que a la larga deja a la profesión a merced de intereses de otra naturaleza.
Se descalifica a los colegios profesionales en aras de una presunta libertad y democracia, y se los califica de aparatos recaudatorios, olvidando que dichas instituciones representan el autogobierno de la profesión, y que sus autoridades se eligen democráticamente en elecciones donde el voto es obligatorio para todos los colegiados.
Es mas fácil reclamar la democracia cuando no se la posee, que defenderla cuando molesta con sus exigencias.

viernes, 8 de julio de 2011

AUTOEVALUACIÓN DE UNA FACULTAD O CARRERA DE ODONTOLOGÍA.

Hasta mediados de la década del 60 del siglo pasado, las máximas preocupaciones de los educadores dentales estaban referidas a la estructura curricular, a  la metodología del proceso educativo y a aspectos administrativos y operativos de las escuelas de odontología.  Generalmente se tomaban como paradigmas, algunas facultades tradicionales, cuyo predicamento y prestigio se asentaban en la calidad de sus profesores, en el número de educandos que requerían de sus servicios, en su numeroso y moderno equipamiento, y en la exigencia que planteaban para el avance en la carrera.
Las nuevas instituciones que se creaban, se planificaban a imágen y semejanza de aquellas, reproduciendo sus modelos educativos.  En la década siguiente, los análisis comienzan a insinuar una cierta preocupación por lo que se dió en llamar "los patrones de calidad", es decir, tratar de desentrañar la verdadera efectividad de un programa educativo medido en referencia al desempeño de los estudiantes con posterioridad a su graduación, poniendo énfasis en la adquisición de conocimientos, destrezas, valores y actitudes cuyo seguimiento permita identificar aquellas variables críticas que pueden ser correlacionadas con los cambios esperados de los programas docentes.  En el primer caso, la evaluación recibe el nombre de cuantitativa y basa su análisis objetivando una realidad que se expresa en cifras, que pueden o no corresponderse o validarse con parámetros previamente establecidos.
En el segundo caso, la evaluación se denomina cualitativa y se sustenta en criterios subjetivos que describen requisitos, pautas e indicadores propios de los paises o regiones a las que pertenecen las facultades, y cuya prospección permite intuir un mejoramiento del producto educativo, una elevación en la calidad profesional, y un impacto social caracterizado por los parámetros de eficiencia, eficacia y equidad.  Si se tiene en cuenta que toda evaluación es en sí una comparación, ya sea con otro objeto de similar naturaleza, ya sea con un patron ideal, la autoevaluación debe corresponderse con la segunda característica, y ese patrón ideal debe ser prefijado por la misma institución.
El grupo de trabajo sobre " análisis prospectivo de la educación odontológica ", reunido en Caracas en Noviembre de 1986, puso el acento en un mecanismo evaluativo mixto, aunque con preponderancia cualitativa.
El trabajo apunta a la construcción de un modelo normativo teórico de lo que podría ser la Facultad en un escenario futuro ajustado a una política de salud, a una situación socioeconómica, a una tendencia demográfica, al desarrollo tecnológico y a las variantes del ejercicio profesional en un determinado lugar.
La imágen-objetivo de la institución resultante de éste ejercicio, no prevée un producto ideal, perfecto, ni siquiera de avanzada, sino que se apoya en una realidad, en una situación y en una época, que sirva de patrón comparativo para el análisis de la institución, describiendo un futuro deseable pero que sea posible.
Se aconseja la elaboración de varios escenarios traducidos como: incipiente, intermedio, avanzado, etc..   Estos escenarios o tendencias, se estructuran en categorías que se corresponden con la "teoría de sistemas" aplicada al estudio de procesos sociales tales como: el contexto, la estructura, la función, la integralidad, etc..
Estas categorías se desarrollan a través de atributos
y éstos a su vez se disgregan en indicadores. En cada uno de ellos existen proposiciones que se corresponden con los escenarios descriptos.
Cabe conceptualizar al CONTEXTO, como el aspecto externo respecto del sistema en estudio. Es el medio en el que se inscribe y funciona la facultad; la ESTRUCTURA, representa la organización interna del proceso, y sustenta el elemento cuantitativo de la evaluación; la FUNCION expresa la actividad de los componentes incluidos en la estructura, y la INTEGRALIDAD resume el conjunto de actividades que en forma organizada, ejercen influencia sobre todo el sistema para el logro de determinados resultados deseados y previstos.
El instrumento completo, elaborado en base a las pautas descriptas, debe ser considerado, aceptado, modificado, restringido o ampliado por cada institución, y respondido en las distintas situaciones posibles, teniendo en cuenta que en la elaboración de las tendencias, se avanza desde la mas simple a la mas compleja como en una avenida que arranca de una situación dada hacia una situación deseable, que para cada indicador pueden darse situaciones distintas en las distintas opciones, y que la graficación final se expresa en un formulario ad-hoc, y representa el perfil institucional al momento de la evaluación, y se usará como elemento comparativo en futuras evaluaciones.
Los detalles prácticos e instrumentales de la evaluación, no se exponen en ésta publicación, pero vale señalar que en la confección del escenario deben participar en forma conjunta las autoridades, profesores, estudiantes y graduados, cuyo trabajo desemboque en la "imágen objetivo" de cada indicador.
Concluyendo ésta aportación, podemos apreciar que la aplicación de mecanismos evaluativos en las facultades de odontología, tiende a superar arcaicos criterios valorativos sustentados más en apreciaciones individuales y sectarias, que en estimaciones serias, documentadas y pluralistas.
La aplicación de la metodología prospectiva, constituye un proceso contínuo y cambiante que permite superar los enfoques limitados de otros métodos y aún de sus propios mecanismos, en beneficio de una visión sobre el comportamiento de las instituciones educativas en un marco de referencia conceptual que tome en cuenta objetivos sociales deseados.
Al mismo tiempo, permite reorientar el desarrollo de la educación odontológica, vinculándolo profundamente con las necesidades e inquietudes   que plantea la sociedad.