Si bien es cierto que una deficiencia moderada de vitamina C no determina por si sola la aparición de gingivitis, se ha demostrado que torna al periodonto más vulnerable a la acción de las bacterias especificas y coadyuva al efecto nocivo de sus toxinas.
La vitamina C, presente en las frutas y verduras, pero especialmente en los cítricos ( en las naranjas fundamentálmente ), posée una estrecha relación con la salud del paradencio, y su ausencia conlleva la aparición del escorbuto, enfermedad que en la cavidad bucal se expresa en la clásica gingivitis ulcerativa, que desemboca en la aparición de bolsas periodontales profundas que llevan a la movilidad y caida de los dientes.
Numerosas investigaciones determinaron que la disminución de los niveles de vitamina C en el plasma, va asociada al sangrado gingival, pero también altera el metabolismo del colágeno periodontal, la formación osea y la permeabilidad de los epitelios facilitando el ingreso de bacterias y sus toxinas, interfiriendo en el equilibrio ecológico de los microorganismos de la placa dental, determinando un incremento sustancial de su patogenicidad. La resultante es sin duda la enfermedad periodontal grave.
No solo la vitamina C es componente esencial de la naranja. Numerosos compuestos fundamentales para la salud también se asocian a dicho nutriente, tales como :
FOLACINA
CALCIO
POTASIO
TIAMINA
NIACINA
MAGNESIO
Según publicaciones de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de USA ( CDC ), una naranja posée el 140 % de la cantidad media recomendada de vitamina C por día;
un vaso de jugo recién exprimido ( 4 naranjas ) aporta el 160 %, y la misma cantidad de vitamina la aportan 2,25 litros de jugo envasado.
Este tipo de frutas tambien incorporan una considerable porción de azucar, por cuya razón siempre deben complementarse con las clásicas medidas de higiene bucal. De cualquier manera, siempre resulta preferible la naranja natural por su contenido en fibras.
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