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martes, 17 de octubre de 2023

EL DOLOR DENTAL Y EL " DIA MUNDIAL CONTRA EL DOLOR "


A partir del año 2004, y por decisión de la " Asociación Internacional para el estudio del dolor " conjúntamente con la Organización Mundial de la salud ( OMS ), quedó instituido el 17 de Octubre como " Día Mundial contra el Dolor ", cuyo objetivo primordial es concientizar a la población sobre la necesidad de encontrar un rápido y efectivo alivio al sufrimiento físico de las personas que padecen enfermedades que presentan éste síntoma.
Puede asegurarse sin temor a equivocarse, que el dolor es el síntoma que padece en algún momento de su vida la totalidad de la población mundial, pero claro está, que ello se da en distintas gradaciones, períodos de tiempo y gravedad clínica.
Con referencia al dolor dental, ya desde niños se experimentan  los
clásicos dolores originados en la erupción de los dientes primarios, y sin ningún tipo de discriminación, en cualquier edad, aún en las personas mayores totálmente desdentadas, todos ellos con independencia de su pertenencia a distintos estratos sociales.
El dolor puede responder a una simple escoriación o lesión de las mucosas, a enfermedades y traumatismos dentales y óseos, pasando desde una diminuta afta hasta las lesiones más profundas y erosivas del cáncer bucal, sin dejar de lado aquellos dolores neuropaticos y psicalgias de incierto orígen.
Pero es sin duda el diente, el órgano que origina la mayor cantidad de episodios dolorosos, ya a partir de la pulpa dental, de las complicaciones apicales de la caries dental o de las lesiones inflamatorias provocadas por la enfermedad periodontal.
 Puede decirse al respecto, que el odontólogo es un verdadero especialista en dolor bucodental y facial, razón que lo impulsa al empleo de conocimientos de anatomía, fisiología, neurología y patología bucomáxilofacial, cuya descripción no constituye el objetivo de ésta publicación, aunque no habremos de soslayar algunos aspectos que merecen especial atención ligados a la producción, percepción y reacción al estímulo doloroso, que pueden llegar a condicionar el accionar del profesional en la medida que se conjugan las causas reales con factores psicológicos, etarios, educativos, de género, de inteligencia, de susceptibilidad y sugestibilidad, los que requieren ser adecuádamente evaluados en cada caso.
Al mismo tiempo, será necesario poder descartar las neuralgias, los dolores referidos ( originados en otras regiones pero percibidos en la cavidad bucal ), dolores centrales relacionados con la pérdida del control inhibitorio de los centros subcorticales y sensaciones dolorosas por agotamiento emocional, ansiedad, histeria etc..
El dolor dentoalveolar puede catalogarse como una " neuritis ", en la que las terminaciones nerviosas se inflaman, ya por presión, reacción pulpar, infección o trauma exterior, pudiendo manifestarse como un dolor sordo, agudo, paroxístico, constante o de intensidad creciente, que reacciona a distintas maniobras diagnósticas como la percusión, contacto con el frío o el calor, y palpación de los tejidos vecinos, todo ello precedido de una minuciosa inspección de las piezas involucradas y de los tejidos de soporte y el empleo de estudios auxiliares por imágenes en sus distintas modalidades.
La "odontalgia", es la denominación común de cualquiera de éstos eventos, y el diagnóstico diferencial (ver cuadro) conjuntamente con una precisa verificación del estado en que se encuentra el proceso que lo genera, resultan indispensables.
En cuanto al dolor neuralgico, cuya etiología se desconoce y recibe distintas denominaciones como "neuralgia del trigémino", "neuralgia esencial o idiopática", "tic doloroso" o "prosopalgia", puede decirse que afecta a una importante porción de la población
( 1 de cada 15.000 a 20.000 personas ), aceptándose que al menos un 6 % de las familias poseen algún miembro que padece cierta forma de dolor neuropático.  Este tipo de dolor produce accesos de un paroxismo tan agudo como intenso y lancinante, que en muchas ocasiones ha derivado en el suicidio del enfermo.
El nervio trigémino, es la vía que conduce los estímulos que producen el tic doloroso, y las tres ramas terminales que se extienden por la cara y los maxilares a partir del ganglio de Gasser, se distribuyen en zonas bien delimitadas en las que se producen las manifestaciones dolorosas.
 
   Tanto el dolor neuropático (neuralgia), como el neurítico (dolor dento-
alveolar), disminuyen significativamente la calidad de vida de quienes los sufren, pero en el segundo caso, en el que la causa es perféctamente identificable y tratable, algo preocupante sucede cuando el propio paciente sufriente 
( ya por temor, desidia o carencia de medios ), como el sistema de salud que a través de sus distintos efectores y mecanismos debiera proporcionarle las acciones para su prevención o recuperación, éstas se demoren o queden libradas al azar.
La odontología ha logrado a través de los avances científicos y tecnológicos de las últimas décadas, incorporar los mecanismos que posibilitan el abordaje adecuado del dolor dental.  El odontólogo, es el profesional capacitado para poner en práctica dichos recursos.
Pero entre el paciente dolorido, y el profesional disponible, deben existir entonces toda una serie de mecanismos administrativos y financieros bien planificados por las autoridades competentes que posibiliten acercar ambos extremos del proceso que permitan una cobertura eficaz del primero y una compensación digna al segundo.
En éste día mundial contra el dolor, no está demás volver a reconocer la contribución de la ciencia odontológica a la solución de todas aquellas   patologías causantes de dolor, pero sin dejar de reconocer también la magnitud de los factores socioeconómicos que todavía no han logrado acortar la brecha entre lo deseable y lo posible a pesar del importante gasto en salud.
Según manifiesta Oreste Ceraso, " el dolor es una afección de alto costo social ".  Si se suman el gasto en atención médica, exámenes auxiliares, medicamentos y sus efectos secundarios, y que entre el 60 y 65 % de los pacientes que consultan en los distintos centros de tratamiento lo hacen por dolor, se calcula que en nuestro país el gasto oscila entre los 4.000 y 5.000 millones de dólares por año 
(casi el 25 % del presupuesto global en salud).
El dolor es una alarma que avisa y orienta, pero una vez que suministró los datos, su persistencia no tiene sentido.
El odontologo suele desenvolverse entre la urgencia que le reclaman los pacientes y sus familiares, y el empleo consciente de los mecanismos tendientes a anular el sufrimiento estéril, actuando en forma simultánea con la ternura y dedicación que el ser humano sufriente requiere, pero también con la firmeza en la elección tanto del bálsamo de acción momentánea como de la acción que tiende a eliminarlo de raíz.
Sin embargo en muchas oportunidades debemos enfrentarnos a carencias del paciente, a la mezquindad de los presupuestos públicos o de los organismos financiadores, al escepticismo sobre la bondad y pertinencia de los tratamientos aconsejados y a la incertidumbre que rodea al paciente y su entorno familiar, con lo que suma al dolor de quien requiere su tratamiento, el dolor del propio profesional que, aún mal remunerado y en condiciones apremiantes, asume su trabajo con prontitud, honestidad, dedicación y sacrificio, y cuando de niños se trata, inventa una
sonrisa reconfortante y estimulante sobreponiéndose a todas las condiciones adversas y negativas que puedan atormentarlo.

EN ESTE DIA MUNDIAL CONTRA EL DOLOR, RINDAMOS HOMENAJE A TODOS LOS PROFESIONALES DE LA SALUD, QUIENES DESDE SU TRINCHERA, NO CEJAN EN SU ESFUERZO POR BRINDAR CADA DÍA UNA MAYOR CUOTA DE DIGNIDAD EN EL CUIDADO DE LA SALUD DE SUS PACIENTES. 

jueves, 5 de octubre de 2023

PROTESIS DENTAL Y NUTRICION


 Suele decirse, que los animales en general y el ser humano en particular, dependen para su supervivencia de dos mecanismos inductores, la sed, que es el verdadero amortiguador de la volemia, y el apetito, que obliga a la incorporación de elementos que crean y protegen la estructura y funciones del organismo.
Estas dos sensaciones que son interdependientes y tán necesarias para mantener el equilibrio de la vida, constituyen una unidad llamada nutrición.
Sin pretender introducirnos en la intimidad de los mecanismos fisiológicos y bioquímicos de ésta función vital, abordaremos todos los aspectos del proceso desde el ángulo de la odontología, ya que la cavidad bucal y sus anexos forman parte indisoluble de dicho mecanismo.
La nutrición se integra con tres etapas básicas, la alimentación, el metabolismo y la excreción. Precisamente la primera etapa requiere que una vez seleccionados, adquiridos y preparados (tarea muy importante), los productos nutricionales ingresan a la boca, requiriendo para su aceptación de las características organolépticas de los mismos como el gusto y el olfato. El gusto es un sentido cuyos efectores, las papilas gustativas, asientan en la boca, y el tratamiento que se lleva a cabo una vez ingresados requiere de la interacción de acciones físicas y químicas.  La prehención y masticación son las primeras acciones que se llevan a cabo en la cavidad bucal por parte de las piezas dentarias, y están destinadas a la trituración y degradación mecánica del alimento.  Al mismo tiempo, la secreción salival, proceso también intrabucal, permite incorporar elemento liquido para constituir el bolo alimenticio y una acción enzimática que inicia la etapa metabólica, ingresando a través de la deglución al tracto digestivo inferior.  La primera etapa bucal de la nutrición ha concluido.
Si no se lleva a cabo en forma adecuada el proceso masticatorio por la falta parcial o total de los dientes, la alimentación queda resentida y resulta imperiosa la instalación de dispositivos protéticos a los efectos de restaurar la función. Si bien ésta situación puede darse en personas jóvenes, son los mayores los más afectados, pues a una dificultosa alimentación se suman distintos factores patológicos que interfieren también en el metabolismo y la excreción (ver cuadro).
En muchos casos la sola colocación de una rehabilitación protética restaura el equilibrio nutricional, siempre y cuando se respeten las cuatro leyes de Escudero : cantidad, calidad, armonía y adecuación.

Las prótesis dentales son dispositivos confeccionados a la medida y necesidades de cada paciente, y están destinadas a suplir la pérdida parcial o total de los dientes. Así, una vez instaladas permitirán restablecer la eficiencia y rendimiento de la función masticatoria, pero al mismo tiempo ayudarán a conservar la resonancia y modulación de la voz y repondrán la estética facial perdida.
En los casos de desdentados totales, se logra restaurar el espacio interoclusal o dimensión vertical devolviendo su fisiología adecuada a la articulación témporomandibular (ATM), que al alterarse por la falta total de dientes puede desencadenar disfunción y dolor.
Puede decirse que una sola función no pasible de restaurar es la propiocepción, ya que las terminaciones nerviosas propioceptivas se encuentran en el periodonto, por tanto el individuo portador de prótesis, debe subsanar el automatismo perdido e ir reemplazando dicha función casi autónoma en un hábito voluntario.
Se calcula que alrededor de 1000 millones de personas en el mundo han perdido un considerable número de dientes ( FAO). En el rango que oscila entre los 65 y 74 años el 70 % son desdentados parciales, y el 30 % lo son totales, lo que nos enfrenta a una situación preocupante, ya que mas de 300 millones padecen de edentulismo. Esta situación no siempre resulta fácil de revertir, pues el requerimiento de prótesis totales o parciales no depente del voluntarismo individual de los pacientes, ya que existen razones que lo dificultan, aún contando con el número de odontólogos requeridos para llevar adelante dicha práctica.  Tratándose generálmente de personas mayores, no siempre se dan las condiciones para la reposición de las piezas perdidas, ya por el aislamiento, los impedimentos para el desplazamiento, la falta de recursos, enfermedades psiquiátricas o símplemente desinterés.
Todas éstas razones atentan contra el estado nutricional de las personas desdentadas.  En general, las personas mayores de 65 años requieren entre 1,500 y 2,500 Kcal/día, según el sexo o los requerimientos calóricos extra por trabajo, para mantener una vida saludable. En las personas mayores, si al mismo tiempo padecen de edentulismo, resulta casi un axioma que " se enferman más los ancianos desnutridos y se desnutren más los ancianos enfermos ".
La determinación del estado nutricional puede medirse por la relación peso-estatura (masa corporal), como por estudios de biomarcadores nutricionales. Sin embargo existen casos que no llegan a la desnutrición (pérdida de proteinas corporales), y substituyendo la ingesta proteica por hidratos de carbono o grasas, logran mantener una masa corporal adecuada, estado que se denomina subalimentación que exhibe individuos gordos y rozagantes pero desnutridos. Al mismo tiempo los biomarcadores nutricionales no siempre reflejan una deficiente alimentación, sino tambien alteraciones del metabolismo.
Se han llevado a cabo una infinidad de estudios con grupos de personas desdentadas, cuyo estado nutritivo resultó afectado en comparación con otros grupos de personas que conservaban sus dientes.  En la casi totalidad de dichas investigaciones, se obvió la realización de una anamnesis alimentaria previa, y solo se tomó en cuenta el resultado de los biomarcadores.
En cuanto a los pacientes que poséen prótesis, se admite que no existen diferencias si la reposición es fija o asentada sobre implantes, pero sí cuando usan prótesis removibles totales o parciales que no poséen apoyo oclusal.
También, en los portadores de prótesis totales, la eficiencia masticatoria difiere según el grado de confort del paciente. Cuando se obtienen resultados positivos significa que se han obtenido las condiciones necesarias para su aceptación. Esas condiciones están representadas por el " soporte ", que garantiza un adecuado sostén de la prótesis al conseguir una buena succión; la " retención ", que es la resistencia a las fuerzas verticales de desplazamiento; y la "estabilidad", que es la resistencia a las fuerzas horizontales de desplazamiento.  Vale destacar que los movimientos ejercidos por la mandíbula para triturar los alimentos son los mismos que se llevan a cabo cuando se porta una prótesis total, y que tanto los movimientos de apertura y cierre, de lateralidad, de protrusión y retrución, y de circunducción ejercen una acción sobre la misma que tiende a desestabilizarla, y en mayor medida cuando son prótesis bimaxilares.
Las prótesis que no cumplen las condiciones requeridas, pierden eficiencia masticatoria e impulsan a su portador a deglutir los alimentos sin que se halla constituido un bolo alimentario adecuado, y en muchos casos ésta situación los induce a preferir alimentos blandos, que generálmente son hidratos de carbono o grasas, o a inclinarse por sustancias lícuadas que tampoco aportan suficientes proteinas.  Es necesario aclarar que desde el punto de vista nutricional no es lo mismo una dieta licuada que una dieta líquida, ya que ésta última debe ser planificada por el especialista y cumple con los requerimientos de una buena nutrición.
Al mismo tiempo, cuando las prótesis se desadaptan con el uso, además de no ser eficientes para la masticación producen malestar al paciente ya que inflaman los tejidos de soporte, producen ulceraciones dolorosas, y en algunos casos desarrollan neoformaciones tisulares como las hiperplasias, que no debídamente atendidas pueden sufrir transformaciones tumorales.
Todos éstos inconvenientes originados por el empleo de prótesis completas, lleva en muchas oportunidades a las personas portadoras a adoptar modos inconvenientes desde el punto de vista nutricional.
En algunas publicaciones, se menciona que a través de encuestas que incluyen a personas portadoras de prótesis completas, el 70 % manifiestan molestias, y que ésta situación los obliga a limitar su uso adoptando modalidades reñidas con el buen uso de las mismas (grafico).  Las prótesis sumergidas en un vaso con agua, todavía constituyen una visión presente en muchos hogares, pues algunas personas no le dan el uso
para el que fueron realizadas, la
masticación, y solo las emplean con
una finalidad estética.


CONCLUSIONES :
                                Un deficiente equilibrio nutricional es casi una constante en las personas mayores, situación que obedece a cambios y deficiencias en sus hábitos alimentarios, a la carencia de una dieta equilibrada, a la presencia de enfermedades crónicas que limitan el acceso a determinados alimentos, y a la falta de una adecuada masticación por la pérdida de los dientes que altera notoriamente el primer tiempo de la nutrición.
Todas estas razones llevan al individuo a un círculo vicioso que comienza con una nutrición inadecuada, lo que conlleva aparejado un agravamiento de las condiciones que dieron orígen a esta cadena.
La ausencia de los dientes como detonante de un estado hiponutricional ha sido estudiada en numerosos trabajos de investigación, y en la mayoría de los casos ha sido demostrada.
La reposición de los dientes perdidos, no siempre repone la total eficiencia del proceso alimentario, pero aún con sus limitaciones, ha demostrado ser un elemento sustancial para la conservación de un estado aceptable de salud en lo referente a esa función tán importante que es el aprovisionamiento y utilización de las sustancias aportadas por una dieta correcta.