En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
martes, 8 de octubre de 2013
PARA LOS MAYORES DE CINCUENTA AÑOS
PREGUNTAS SOBRE LOS CAMBIOS QUE LA EDAD
PRODUCE EN LA CAVIDAD BUCAL
Muchos de nuestros pacientes, nos consultan cuando se ven afectados por un dolor, una tumefacción, una hemorragia u otro síntoma o signo que consideran anormal o preocupante.
En muchas oportunidades, la consulta la realizan por un cambio que experimentan u observan en sus tejidos duros o blandos que no generan ningún tipo de malestar, pero que se les ocurre responden a alguna manifestación de orden patológico.
Al mismo tiempo, nos interrogan por alguna preocupación que les surge en relación con el comportamiento que deben asumir ante algunas dudas que les genera el desconocimiento de aspectos esenciales de la salud de sus tejidos bucales.
El odontólogo, se encuentra preparado para dar solución a casi todos los problemas relacionados a la patología dental, gingival o de otras zonas y tejidos de la cavidad bucal, pero sus respuestas a las inquietudes que le trasladan sus pacientes, no siempre se destacan por su sencillez y comprensión, no por desconocimiento sino por falta de una metodología didáctica y de un manejo de la terminología básica para el entendimiento de un lego, y la suele sustituir por giros idiomáticos o explicaciones filo-científicas que no terminan de aclarar o convencer a los pacientes sobre las cuestiones que le preocupan.
La Asociación Dental Americana ( ADA ), ha elaborado una especie de listado sobre las dudas y preguntas esenciales del paciente odontológico, estableciendo las reglas básicas para su comprensión. Sobre dicho material, estructuramos éste cuestionario.
1.- Las personas mayores suelen abandonar los hábitos de higiene
oral, y a veces nos preguntan : ¿ es necesario a nuestra edad un
estricto cumplimiento de dichas prácticas ?. El aumento del
riesgo de caries dental y enfermedad de las encías (periodontal)
en las personas de la tercera edad, se incrementa si no se
mantienen los hábitos higiénicos. El cepillado dental, el uso de
limpiadores interdentales como el hilo dental u otros
aditamentos, y la consulta periódica al odontólogo
deben prolongarse en el tiempo, aún en los casos
de buena salud.
La edad avanzada, no es justificativo para el
abandono de las prácticas de higiene bucodental.
2.- ¿ La pérdida de dientes, es inevitable en las personas mayores ?.
El mantenimiento de las piezas dentarias hasta las últimas etapas
de la vida no es hoy una utopía. La ciencia y la tecnología han
puesto a nuestra disposición todos los procedimientos que,
sumados al cuidado personal, permiten la conservación de los
dientes con buenos resultados para el cumplimiento de sus
funciones, pero la prevención sigue siendo el arma más
poderosa para el cuidado y mantenimiento de los mismos.
3.- ¿ La caries dental, afecta igualmente a las personas mayores ?
Las bacterias de la placa dental con una dieta cargada de
corbohidratos, también atacan los dientes de los mayores. Las
caries radiculares y las recidivas alrededor de las obturaciones
antiguas, sumado a la sequedad bucal provocada por el empleo
de ciertos medicamentos como los antihistamínicos,
antihipertensivos y antidepresivos, y la radioterapia, pueden
constituirse en factores predisponentes, y ésta situación debe ser
adecuadamente informada.
4.- ¿ Es la enfermedad
periodontal, una patología
inevitable en la tercera edad?
Si a los primeros signos y
síntomas, como el sangrado
anormal de las encías, la
presencia de sarro en los dientes, el descenso del margen
gingival o una pequeña movilidad, no se consulta a tiempo al
odontólogo, la enfermedad progresa lenta pero
inexorablemente hasta poner en riesgo la estabilidad de las
piezas dentarias. El mal aliento, la presencia de pus, la
flojedad de los dientes, su inclinación o separación, y la
desadaptación de las prótesis parciales, suelen ser indicios
de un avance seguro de la enfermedad.
5.- ¿ Es imprescindible el reemplazo de los dientes perdidos ?
La necesidad del reemplazo obedece a distintas razones. Una
muy importante es para
restablecer la función
masticatoria deteriorada, y
que resulta esencial como
primera etapa de la
alimentación. Una segunda
es por razones estéticas, ya
que para ejercer la masticación, la persona desdentada eleva la
mandíbula más de lo aconsejable, y se desplaza hacia adelante,
provocando un efecto de vejez aún en personas jóvenes,
eliminando la sonrisa y produciendo al mismo tiempo estrías y
y arrugas que en algunas oportunidades se ulceran y sangran,
como el caso de las boqueras o perleche en las comisuras.
La deficiente masticación provoca la
formación de un bolo alimenticio incapaz
de incorporar las enzimas que comienzan
el proceso digestivo en la boca, y por
tanto, imponen una función supletoria
al estomago e intestino que no siempre
pueden afrontar, y que finalmente
deterioran todo el proceso con dificultad
para la absorción destinada a incorporar
al organismo los elementos nutricios
esenciales para mantener una buena salud.
6.- ¿ Las prótesis parciales y completas, son para siempre ?. De
ninguna manera. Las prótesis parciales removibles funcionan
bien mientras los dientes que las soportan mantengan su
normalidad. Los materiales suelen sufrir cambios, deterioro y
hasta fracturas, y las encías suelen perder volumen como
consecuencia de la reabsorción del hueso maxilar, lo que
determina su desadaptación.
Las prótesis deben ser
evaluadas periódicamente
por el odontólogo, quien
aconsejará algún ajuste o la
sustitución por una nueva.
La reabsorción del hueso,
que es permanente, también
desadapta las prótesis com
pletas, determinando que
cada vez se vean menos los
dientes, y como resultado de
la disminución de la dimensión vertical, se produzcan las
mismas lesiones en los labios y eventualmente las encías
respondan con sangrado, úlceras o lesiones tumorales a veces
malignas. Como puede observarse en la gráfica adjunta, la
dimensión vertical ( espacio que responde a una línea que va
desde la base nasal hasta la base del mentón ) generalmente es
análoga a la línea que une el centro pupilar con la comisura
labial, lo que conserva la estética de la persona, y que determi
na la altura de la prótesis. Cuanta mayor es la reabsorción ósea
más alta la prótesis. Los controles anuales de las prótesis,
determinarán la necesidad de un rebasado ( agregado de mate
rial para restablecer la dimensión vertical ) o directamente la
sustitución de las mismas.
7.- ¿ La dificultad para masticar y tragar los alimentos es normal
en los mayores ?. Los dientes enfermos, las prótesis desadap
tadas y algunas enfermedades de orden general, pueden alterar
la dieta de las personas mayores. Así se pueden detectar caren
cias de calcio, de proteínas y otros alimentos reguladores del
metabolismo como las vitaminas y oligoelementos.
No existe, desde el punto de vista odontológico, ningún impedi
mento para limitar el tipo de alimentos que normalmente compo
nen una dieta equilibrada. Los problemas dentales deben solu
cionarse, y una alimentación balanceada con productos lácteos,
cereales, carnes, frutas secas y vegetales no deben abandonarse,
y si se requiere algún suplemento, debe ser supervisado por el
médico.
8.- ¿ El uso de medicamentos, puede afectar mi dentadura o mi
tratamiento dental ?. Una información precisa a su odontólogo
sobre las drogas que consume, su dosis, y toda otra informa
ción relacionada con su estado de salud, deben ser conocidas
por el mismo, y también debe poseer los nombres y números
telefónicos de los médicos que llevan adelante el tratamiento
en curso.
9.- ¿ Las prótesis fijas, el blanqueamiento y los implantes dentales
son aconsejables en las personas mayores ? La aceptación del
envejecimiento y las expectativas realistas sobre la apariencia
personal deben ser debidamente comprendidas. Ello sin embar
go, no genera impedimentos para la realización de técnicas
cosméticas que mejoran la sonrisa, y el uso de la tecnología
implantaría como solución funcional.
Sin embargo, no todas las personas de edad son candidatas para
dichas terapéuticas, y la consulta con el odontólogo, y aún una
segunda opinión disiparán las dudas y determinarán las posibili
dades de su empleo. Las limitaciones
económicas suelen interponerse en
estos casos, aunque la medicina
prepaga, las obras sociales y los
servicios públicos, suelen asumir la
asistencia de este tipo de prestacio
nes con ciertas limitaciones.
Los pacientes mayores, deben estar conscientes de algunos
cambios que la edad provoca en sus bocas. Los dientes se tor
nan más oscuros y la pérdida parcial del gusto, la boca seca, y
el comportamiento de los tejidos en su respuesta a la agresión
suelen obedecer a causas locales u orgánicas, y en este último
aspecto, las enfermedades generales y el uso de medicamentos
suelen ser las causales de
tales alteraciones.
10.-¿ Los discapacitados físicos
o mentales, pueden ser
atendidos sin problemas ?.
La odontología moderna,
dispone de metodologías y equipamiento para solucionar todos
los problemas que afectan la salud bucal de este tipo de pacien
tes. Tanto privadamente, como en los servicios públicos, los
odontólogos se encuentran preparados para dar soluciones a
estos enfermos, en muchos casos bajo anestesia general.
11.-¿ Las personas mayores sin problemas bucales deben concurrir
periódicamente al odontólogo ?. Las visitas no deben menguar
a pesar de algunas incomodidades, pérdi
das sensoriales, temores o impedimentos
físicos. Si no pueden hacerlo por sus pro
pios medios, los familiares cercanos o los
responsables institucionales si se hallan
internados, deben hacerse cargo de la tarea
consistente en poner en manos del profe
sional, a todos aquellos pacientes que requieren medidas de
prevención o procedimientos restaurativos o de rehabilitación
que ayudan a brindar una mayor y mejor calidad de vida a
dichas personas.
Hoy en día, se disponen de un cúmulo de conocimientos que
constituyen una verdadera especialidad, la odontogeriatría o
gerodontología, que agrega una suma de saberes a la tradicio
nal formación del odontólogo, que le permite comprender y
abordar las situaciones, desde las más simples a las más
complejas, que la edad avanzada impone, tanto desde el punto
de vista local como general a nuestros pacientes.
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