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sábado, 4 de febrero de 2012

OBJETIVOS A CONSIDERAR EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LA ODONTOLOGÍA. ( segunda parte )


4.- EVITAR LAS REPETICIONES INNECESARIAS Y LAS
     SUPERPOSICIONES.


     La limitación del volúmen de información que se espera sea retenida por los estudiantes de odontología, resulta casi una constante en la mayor parte de las propuestas pedagógicas de los últimos años en las principales escuelas del mundo.
Los repasos y los ciclos previos de nivelación de conocimientos, no resultan ya un requerimiento habitual, aunque para prescindir de ellos, las escuelas han debido llevar a cabo un verdadero esfuerzo para la introducción de modificaciones curriculares que ya hemos analizado en publicaciones previas.
Sin embargo, resultaría oportuno que, en la medida en que puedan funcionar grupos tutoriales, el docente evalúe la posibilidad del refresco de conocimientos en aquellos educandos que lo necesiten, pero que en última instancia sean congruentes con los lineamientos a que se han debido ajustar las unidades temáticas precedentes, pues de lo contrario, se introduce en el alumno la duda y la incertidumbre sobre la pertinencia y validéz de la información impartida.
Otra alternativa en ésta cuestión, es la introducción del aprendizaje independiente fuera del horario curricular, que algunos programas lo denominan "currícula oculta". El desarrollo de éste tipo de experiencias, requiere de una revisión de los métodos docentes y de los mecanismos de evaluación, así como tambien de un correcto ajuste de la carga de trabajo que el educando puede soportar razonáblemente.

5.- DAR UNA ESTRUCTURA SECUENCIAL A LAS
     UNIDADES TEMÁTICAS.

     En toda estructura pedagógica, el ordenamiento de los conceptos se basa en la susceptibilidad de articularse según su grado de prelación. Para ello deben determinarse cuidadosamente aquellos conocimientos que son fundamentales para la obtención de otros, y luego ordenarlos en un plan conjunto que ofrezca un órden progresivo y lógico que garantice cierta continuidad en el aprendizaje.
Este ordenamiento, cuya configuración es patrimonio de cada unidad temática, debe insertarse tambien en el marco de los distintos cursos que integran una orientación determinada.
En cada curso en particular, será facultad del departamento la integración armónica y secuencial de los contenidos entre las distintas asignaturas que lo integran.
De la contrastación de los respectivos programas, y siempre que el órden temático se cumpla en su desarrollo temporal, puede surgir la necesidad de una reconsideración de las prelaciones establecidas en las unidades temáticas, para dar pertinencia a dichos contenidos con el objetivo que se ha enunciado.

6.- DETERMINAR LA CARGA HORARIA ACEPTABLE DE
     CADA CURSO PARA ALCANZAR LOS OBJETIVOS DEL
     MISMO.

     Sobre la base del establecimiento de objetivos educacionales
alcanzables, resulta esencial desarrollar programas que arriben a las metas preestablecidas a lo largo de una carga horaria que respete el tiempo no comprometido, y que sea razonáblemente asimilada por el alumno.
Almismo tiempo, esta carga horaria del curso, debe compatibilizarse con las uidades temáticas que en forma horizontal, se superponen a lo largo del período escolar. Se admite en general, que para el ciclo clínico del alumno de odontología, no deben superarse las 25 horas semanales. El departamento determinará el total de horas de cada curso a lo largo de un año, semestre, etc., y la duración de cada sesión de trabajo. Esta carga de trabajo, y según el tipo de asignatura, se integrará con clases teóricas en las que la actividad intelectual se aplica al acopio de conocimientos, conceptos y principios básicos; y experiencias de laboratorio o clínicas destinadas al dominio de habilidades y desarrollo de destrezas para la resolución de los problemas que se plantéen. El departamento deberá velar para que en la medida que el educando avanza en la coordinación vertical del area, lo haga con el acervo de conocimientos y la capacitación práctica suficientes para abordar con criterio y destreza las acciones que se le encomienden.
En la clínica, se profundizará y ampliará luego el entrenamiento del alumno al lado del enfermo, intensificando e intercambiando conocimientos, evaluando resultados y desarrollando en suma, las tres actitudes básicas que cimentarán su vida profesional : la actitud "mental", que despertará su intelecto, la actitud "moral", que afirmará su juicio y la actitud "técnica", que desarrollará su habilidad. Las distintas actividades a desarrollar, deben planificarse adecuádamente, evitando la improvisación y la toma de decisiones para las que el estudiante no está capacitado.  La eficacia de toda esta tarea docente dependerá sobremanera de la relación docente-alumno que se establezca en cada curso.
La experiencia en distintas facultades de odontología, ha determinado que dicha relación en la clínica oscila entre 1:4 y 1:8.

                                                             Continuará.     

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