LOS CONTENIDOS CURRICULARES BÁSICOS. ( octava parte )
LA CURRÍCULA.
Decía José Manuel Estrada que, "las fantasías curriculares son pecados que no purgan los teorizadores de la educación, sino la comunidad universitaria toda". Pero sería simplista pensar que las estructuras curriculares, se construyen con ligereza y con facilidad. Tampoco resulta fácil modificar las ya existentes, lo que dió orígen a aquella conocida expresión de Durocher: " Es más fácil trasladar un cementerio que cambiar una currícula ". Por ello no resulta obvio echar una mirada retrospectiva sobre un tema de tanta relevancia.
La propuesta de Harris y Hayden en 1839 para fundar una escuela odontológica en la Universidad de Maryland, EE.UU, y su rechazo por parte del profesorado de medicina, constituyó el primer intento para la enseñanza orgánica de dicha ciencia, y la formación académica independiente del recurso humano calificado. La idea sin embargo, germinó en 1840 con la creación del Baltimore College of Dental Surgery, donde se dieron los fundamentos de la odontología organizada, y su educación sobre una base médica.
La aparición de nuevas escuelas, que copiaron los planes de estudio de la primera, no produjo ningun cambio sustancial hasta 1867, en que se crea la Escuela Dental de la Universidad de Harvard, donde se implanta una nueva currícula que exige la aprobación de los cursos de ciencias básicas médicas, tres años de aprendizaje privado, dos años académicos y presentar una tesis.
En 1884, con el patrocinio de la Asociación Nacional de Escuelas de Odontología, se institucionaliza el aprendizaje informal privado con énfasis en la formación básica. En 1891, el incremento de la enseñanza técnica eleva a tres años la duración de la carrera, descuidándose la integración de los conocimientos básicos y clínicos.
El informe presentado por Flexner en 1910 a la Fundación Carnegie para el avance de la enseñanza, en relación con la educación médica, aboga por una adecuada complementación entre una sólida base científica, con la experiencia clínica práctica dentro de un ambiente universitario. El estudio llevado a cabo por Gies en 1926, en el área de la educación odontológica, integrando el entrenamiento en ciencias médicas, tecnología dental, medicina bucal y práctica clínica odontológica, con una duración de cuatro años, constituye la base de las currículas que, años más, contenidos menos, sustentan la enseñanza de la moderna odontología hasta fines de la década de 1970.
En nuestro pais y específicamente en la Universidad de Buenos Aires, pueden distinguirse cinco etapas en el desarrollo de la educación dental. La primera, un tanto empírica y adaptada por analogía a los criterios y tendencias de los EE.UU y Francia, se extiende hasta 1919, y concluye con el establecimiento del doctorado a propuesta del Dr. Imaz en 1920.
Hasta 1933, se desarrolla la segunda etapa, caracterizada por una currícula que integraba las ciencias básicas con la técnica y la clínica odontológica, con una duración de tres años que no incluía en forma orgánica la enseñanza de la cirugía. A partir de 1933, el proyecto Erausquin eleva la duración de la carrera a cinco años, aunque en realidad el último correspondía al curso de doctorado.
Sucesivos cambios, con marchas y contramarchas, se producen durante un largo peródo, aunque sin modificar sustancialmente la duración y contenido de la currícula, excepción hecha con algunas asignaturan que se agregan y contenidos que se desagregan de otras vigentes. Vale la pena mencionar el plan impuesto en 1954, que traslada a los primeros años de la carrera, materias técnicas en respuesta a los criterios innovadores que desde los paises avanzados, propugnaban la incorporación temprana del educando a la ciencia odontológica. Sin embargo, su duración fué efímera por razones ajenas a la compertencia académica.
En 1978 comienza la cuarta etapa, donde ganan espacio en la currícula, los modernos principios de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, con la incorporación de asignaturas cuya pretención no era sólo la de informar sobre los aspectos preventivos de la odontología, sino también, establecer un nexo entre la tarea docente y la función asistencial, con algún énfasis puesto en programas comunitarios que intentan desarrollar en el educando, la sensibilidad hacia los problemas sociales que inciden sobre la salud.
En 1984, inmersa en los lineamientos generales de la reforma pedagógica impulsada por la U.B.A, comienza la quinta etapa, que todavía se halla en desarrollo, en la que se profundiza, no solo un rediseño de la estructura curricular, sino tambien un cambio en la metodología educativa.
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