En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
sábado, 3 de agosto de 2013
¿ PUEDEN REGENERARSE LAS CELULAS NERVIOSAS PERIFERICAS ?
Las células de nuestro sistema nervioso se consideran irreparables o de lenta recuperación, dejando a muchas personas con alteraciones sensoriales o motoras en forma temporal o permanente.
En la práctica odontológica, especialmente en la cirugía bucomáxilofacial, pueden darse situaciones, no muy frecuentes, en que se lesionan o cortan nervios periféricos como el facial o algunas ramas del trigémino, ocasionando estigmas dolorosos, pérdida de la sensibilidad ( parestesia ) y parálisis de alguna musculatura.
La lesión del nervio dentario inferior por aplastamiento, injuria o corte, especialmente durante la cirugía del tercer molar inferior, y las mismas lesiones en el nervio facial o sus terminales durante la cirugía parotídea, se producen a veces en forma accidental o por una incompetencia del operador.
Un nervio es como un cable eléctrico que, dañado, impide la conducción nerviosa, y según el tipo de nervio determina una ausencia o disminución de la sensibilidad o una imposibilidad de movimientos.
Las células nerviosas, a través de una red intrincada entre sus dendritas y la unión de sus axones, configuran un tronco común que constituye el nervio, quien ante las lesiones descriptas, deja de funcionar, y dada las características del tejido que configuran, resulta de muy difícil reparación.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, ha diseñado un método que propende a la reparación de los nervios periféricos. Con la utilización de un implante biodegradable en forma de tubo, y un gel que recubre el interior del tubo, se induce el crecimiento de las fibras nerviosas estimulando al nervio para reconectarse. El éxito está en directa relación con el daño sufrido por el nervio. Sundeland propuso una clasificación de 1 a 5 de acuerdo al grado de lesión. Seddon divide la gravedad del daño en tres categorías : Neuropraxia o axonopraxia cuando la lesión interesa la vaina de mielina; Axonotméxis cuando hay destrucción parcial del axón, y Neurotmesis, cuando la sección es completa.
Pareciera que la clave radica en la composición del gel que posee tres componentes principales : antioxidantes, péptidos sintéticos de laminina y ácido hialurónico. La restauración del nervio que logran los componentes del gel, guiados a través del tubo, se lleva a cabo de la misma manera que un feto lo hace en el útero. La desecación que complica los implantes, es impedida por el ácido hialurónico. El implante, ya probado en animales, se halla en una fase avanzada para su aplicación en humanos. De cualquier manera, el gel puede ser utilizado como una ayuda en la terapia celular.
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