Uno de los acuciantes problemas del sistema universitario argentino y latinoamericano en general, está representado por el abandono de los estudios o el alargamiento de los términos para completar el cursado de las carreras, a lo que vulgarmente se lo incluye en el vocablo " deserción ".
En un reciente informe de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, surge que el 76 % de los estudiantes universitarios deserta o extiende la cursada de su carrera más allá de los tiempos establecidos para su conclusión.
El desgranamiento estudiantil, se calcula según la Universidad DiTella, comparando el número de ingresantes en un determinado año y el de egresados una vez transcurrido el lapso que insume su cursada normal. El resultado que se obtiene, no es representativo de un abandono total de la carrera, ya que muchos estudiantes, por problemas laborales o de desaprobación de exámenes, completan la carrera varios años después, engrosando sin embargo la estadística.
En general, el mayor número de abandonos definitivos, se dá en los primeros años de la carrera ( mas del 50 % en el primer año ).
Hoy en dia, la mayor cantidad de universidades, tánto públicas como privadas, imponen algún mecanismo de ingreso ( exámen, curso preparatorio etc. ) y por dicho motivo se ha clarificado bastante el panorama que se observa con el ingreso irrestricto, que daba pié para comenzar el cursado de una carrera a una importante cantidad de alumnos que ni siquiera tenían en claro los alcances de la profesión a la que presúntamente aspiraban, o lo hacían sólo para satisfacer las exigencias de sus progenitores.
Según los datos del año 2010, el número de estudiantes en las universidades argentinas ascendían a :
cursantes nuevos egresados
inscriptos
UNIVERSIDADES PÚBLICAS 1.366.237 314.614 70.857
UNIVERSIDADES PRIVADAS 352.270 100.456 28.574
Cabe destacar que el 56,3 % de estudiantes son mujeres, y que solo una universidad, la UBA, poseía 305.088 cursantes y 17.232 egresados.
Sobre la base de éstas cifras, puede obtenerse otro índice, que es la relación entre el número de egresados sobre el número total de alumnos.
Así se obtiene en Argentina una relación del 5 % de egresados, en Brasil la relación es del 6 % y en los paises desarrollados asciende al 30 %. La relación no es estable en todas las carreras. En odontología p.ej., en las universidades públicas y privadas se dan las siguientes cifras :
estudiantes nuevos egresados
inscriptos
FACULTADES PÚBLICAS 16.565 3.018 1.316
FACULTADES PRIVADAS 2.444 504 188
Del análisis de éstas cifras, surge que en las facultades públicas de odontología la relación asciende al 8 % y en las privadas al 7 %, lo que las ubica por encima del índice general.
La mayor cantidad de estudiantes poseen un rango etario de entre 18 a 24 años, que en 2001 ascendía al 17 % y en 2010 al 21,1 %, y que discriminado responde al siguiente cuadro :
HASTA 19 años 8,9 %
de 20 a 24 " 30 %
de 25 a 29 " 18 %
de 30 y más " 17,4 %
No se dá información sobre el 25,7 faltante al que se lo informa como NDI.
El avance desigual de los alumnos en la carrera, altera los índices enunciados. Los hay, quienes terminan su carrera en un lapso lógico, y otros abandonan temporáriamente la cursada y la retoman luego antes de perder su condición de regulares o habiéndola perdido yá, lo que les impone condiciones suplementarias a su esfuerzo.
Un 26 % de los estudiantes no aprobaron materias en su año de cursada, un 17 % aprobó 6 o más y un 11,4 % aprobaron 3 materias.
Esta es una de las razones del desgranamiento, a priori púramente académico, pero que en realidad obedece también a razones extraacadémicas como las carencias económicas, la pérdida de vocación en la elección de la carrera, la falta de apoyo familiar o la frustración en el vínculo estudiante-docente.
El tema económico es crucial. Si bien las universidades públicas son gratuitas, no todos los estudiantes pueden encontrar horarios compatibles con sus trabajos o acceder a la compra de material de estudio. Las becas, que podrían paliar dicha situación son muy escasas. Sobre un presupuesto global de las universidades públicas que asciende en 2010 a 12.844 millones de pesos ( 3.000 millones son para la UBA ), con un costo por estudiante de 9.777 pesos, no puede decirse que sea escaso, pues supera ámpliamente al de otros paises y se acerca al de los paises desarrollados.
Sin embargo, solo se otorgaron 25.000 becas en 2010 que ascendieron a 45.000 en 2012 ( repartidas entre las "becas para alumnos de bajos recursos" y " becas para alumnos de carreras prioritarias") y que según lo estimado en el presupuesto del 2013, se reducirían en mas de un 50 %,( 24.000 ) lo que representaría algo menos del 2 % del total de alumnos, cantidad insuficiente para cubrir algunas de las falencias económicas de los educandos y muy alejada de la proporción que le otorgan otros paises. Además la distribución de las becas por universidad, no obedece a ningún mecanismo lógico y transparente. Así la universidad de Tucumán percibe el 16 % de las becas, la de Formosa el 9 %, las de La Plata, La Rioja y Noreste el 6 % y la UBA el 3,7 %.
La descripción de ésta situación en nuestras universidades, lejos está de proponer soluciones a corto plazo; solo apunta a señalar aspectos que deben ser tenidos en cuenta al diagramar las políticas universitarias y a incentivar el uso racional de los recursos, que no son pocos.
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