Una costumbre que ha calado hondo en la sociedad moderna, con reminiscencias ancestrales de nuestras pasadas culturas aborígenes, es la de recurrir a la implantación en diversas partes de nuestro cuerpo, de implementos de distintos materiales con el objeto de mostrar una especie de llamador de atención y al mismo tiempo de autosatisfacción sensorial.
Sin duda, el valor antropológico y social que enmarca ésta costumbre bastante difundida no debe descartarse, si se la analiza desde una óptica cultural y religiosa, por encima de su valor estético.
LAS MUTILACIONES DENTARIAS
Fundamentálmente la Mesoamérica y el Africa subsahariana, presentan constancias de una práctica que era casi normal en las poblaciones primitivas, y se ha extendido a otras áreas y otras generaciones más cercanas a la actual, que es la mutilación dental con un criterio decorativo, identificatorio de tipo tribal o de estatus social.


También los jóvenes de nuestro tiempo, seducidos por la novedad ligada a ciertas modas adoptadas por la sociedad, se han volcado al consumo de éstos artificios.

En los últimos tiempos, se ha recurrido al cementado sobre el esmalte de pequeñas piedras preciosas sin mutilar tejido dental, y al grabado de figuras de distinto significado, procedimientos requeridos por personas jóvenes con un criterio nétamente ornamental.
Ante la solicitud de éste tipo de prácticas, si bien el odontólogo no puede negarse a su intervención, es bueno que antes de practicarlas se pongan en conocimiento de sus futuros portadores, todas aquellas modificaciones de la estructura dental que pongan en riesgo la vitalidad de la pieza afectada.
LOS PIERCINGS
Otro fenómeno de la sociedad moderna, asociado a una moda que es la expresión en los adolescentes y jóvenes del llamado "body-art", consiste en la colocación de elementos metálicos en distintas partes del cuerpo, con especial predilección por los tejidos bucales y peribucales, los que son atravesados por el implemento elegido según lo practicaban las poblaciones de las antiguas civilizaciones maya, inca, egipcia, china, etc., y que establecían rangos sociales o militares.





Las complicaciones locales y sistémicas de los piercings, expuestas en el cuadro adjunto, deben sin embargo ser perféctamente conocidas por el odontólogo, pues es a él a quien suele recurrirse cuando suceden, y de la información que pueda proporcionársele al afectado, surgirán resultados que tiendan a limitar su uso, o por lo menos, que orienten a los portadores hacia una consulta periódica al profesional.
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