En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
miércoles, 16 de noviembre de 2016
DIENTES MUTILADOS Y PIERCING BUCAL, ¿ UNA MODA ?
Una costumbre que ha calado hondo en la sociedad moderna, con reminiscencias ancestrales de nuestras pasadas culturas aborígenes, es la de recurrir a la implantación en diversas partes de nuestro cuerpo, de implementos de distintos materiales con el objeto de mostrar una especie de llamador de atención y al mismo tiempo de autosatisfacción sensorial.
Sin duda, el valor antropológico y social que enmarca ésta costumbre bastante difundida no debe descartarse, si se la analiza desde una óptica cultural y religiosa, por encima de su valor estético.
LAS MUTILACIONES DENTARIAS
Fundamentálmente la Mesoamérica y el Africa subsahariana, presentan constancias de una práctica que era casi normal en las poblaciones primitivas, y se ha extendido a otras áreas y otras generaciones más cercanas a la actual, que es la mutilación dental con un criterio decorativo, identificatorio de tipo tribal o de estatus social.
El Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México, nos ofrece a la vista una exposición de cráneos pertenecientes a las culturas mayas y aztecas con expresiones que van desde simples abrasiones dentales, fracturas, erosiones y desgastes lineales; figuras teñidas, incrustaciones de piedras preciosas o metales nobles como el oro; trepanaciones y piercings.
También en nuestro país hemos podido observar individuos principálmente de orígen peruano, boliviano y de zonas norteñas, con sus dientes totálmente cubiertos con coronas de oro, que responden a actitudes relativas a creencias ancestrales, identificaciones culturales o símplemente a razones ligadas a la ornamentación o el estatus social.
También los jóvenes de nuestro tiempo, seducidos por la novedad ligada a ciertas modas adoptadas por la sociedad, se han volcado al consumo de éstos artificios.
¿Que lleva sin embargo a jóvenes de nuestro tiempo a recurrir a éstas prácticas que producen alteración de los tejidos dentales, que interesan primordiálmente al esmalte dental, pudiendo llegar a lesionar el tejido dentinario y aún la pulpa dental si no son llevados a cabo por quien posea un acabado conocimiento de la anatomía dental como lo es el odontólogo?.
En los últimos tiempos, se ha recurrido al cementado sobre el esmalte de pequeñas piedras preciosas sin mutilar tejido dental, y al grabado de figuras de distinto significado, procedimientos requeridos por personas jóvenes con un criterio nétamente ornamental.
Ante la solicitud de éste tipo de prácticas, si bien el odontólogo no puede negarse a su intervención, es bueno que antes de practicarlas se pongan en conocimiento de sus futuros portadores, todas aquellas modificaciones de la estructura dental que pongan en riesgo la vitalidad de la pieza afectada.
LOS PIERCINGS
Otro fenómeno de la sociedad moderna, asociado a una moda que es la expresión en los adolescentes y jóvenes del llamado "body-art", consiste en la colocación de elementos metálicos en distintas partes del cuerpo, con especial predilección por los tejidos bucales y peribucales, los que son atravesados por el implemento elegido según lo practicaban las poblaciones de las antiguas civilizaciones maya, inca, egipcia, china, etc., y que establecían rangos sociales o militares.
El piercing (penetración, corte, en inglés), representa una verdadera tendencia sadomasoquista sobre la que subyace una connotación egocéntrica, llamativa y hasta sexual, que está siendo analizada por la psicología moderna.
Los piercings responden a tres tipos fundamentales, el "labrette", el "barbell" y los "anillos", según pueden observarse en la imágen anexa.
En la cavidad bucal las perforaciones suelen interesar los labios, la lengua, las mejillas, la úvula, los frenillos, y los propios dientes, todos ellos con la posibilidad de producir complicaciones de distinta gravedad, tanto agudas como crónicas, que en los rebordes maxilares se centran en retracciones gingivales con bolsas de hasta 3 mm., hipersialia, interferencia al hablar y en la deglución, y daños en la estructura dental que pueden concluir en pulpitis y complicaciones apicales.
Estas complicaciones, han determinado que la Asociación Dental Americana y algunos paises europeos, desaconsejen la colocación de piercings, y recomienden a los odontólogos a tratar de evitar colocarlos, lo que induce a quienes no obstante requieran su instalación, a hacerlo por manos de empíricos con una carencia absoluta de protocolos de bioseguridad.
Las complicaciones locales y sistémicas de los piercings, expuestas en el cuadro adjunto, deben sin embargo ser perféctamente conocidas por el odontólogo, pues es a él a quien suele recurrirse cuando suceden, y de la información que pueda proporcionársele al afectado, surgirán resultados que tiendan a limitar su uso, o por lo menos, que orienten a los portadores hacia una consulta periódica al profesional.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario