En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
viernes, 24 de julio de 2015
¿ DEBE EL ODONTOLOGO PREOCUPARSE POR LAS BACTERIAS DEL TIPO " CRE "
En numerosas publicaciones anteriores, he hecho referencia al problema creciente de la resistencia bacteriana, no solo en las nuevas formas microbianas, sino también en bacterias que son huéspedes habituales del tracto digestivo, que ocasionalmente viran en su comportamiento adquiriendo una agresividad manifiesta, y desde hace algunas décadas, también evolucionan hacia formas resistentes a los antibióticos con los que se las combatía con efectividad. Estas nuevas formas, denominadas " bacterias pesadilla ", se propagan fácilmente no solo hacia sectores del aparato digestivo superior ( boca y sus anexos ), que antes estaban exentos de su presencia, sino que se transmiten de enfermo a enfermo a través de las manos del profesional, o del instrumental, aparatos y dispositivos habitualmente empleados para el diagnóstico y tratamiento de distintas afecciones.
Estos grupos de superbacterias se agrupan bajo la denominación genérica de " CRE ", nombre que responde a la expresión inglesa de " carbapenem-resistant-enterobacteriaciae ", vale decir que son resistentes al antibiótico carbapenem, utilizado a menudo como último recurso contra una infección grave, y que por lo tanto son potencialmente mortales.
Estas bacterias de altos índices de resistencia, son enterobacterias como la kebsiella y la escherichia coli, normales en el tracto digestivo, pero que adquieren la propiedad de resistirse aún ante el carbapenem.
Esta situación no suele darse en ámbitos y poblaciones saludables, sino más bien en centros de salud o consultorios a los que concurren enfermos con infecciones en sus distintos tejidos, y poseen bajas defensas o han sido sometidos a largos tratamientos antibióticos, al uso prolongado de corticoides, o son portadores de enfermedades que afectan sus defensas como el HIV, diabetes etc.
Las bacterias descriptas son gram-negativas, y a veces tambien pueden integrar el grupo de las CRE otros gérmenes como la pseudomona aeruginosa que evoluciona hacia formas resistentes.
Este tipo de bacterias áltamente resistentes se daban en las décadas de 1980-90 en proporciones del 2.3 % entre las enterobacteriaceas, y en la actualidad representan el 6 %. Esta situación determina una alta mortalidad que oscila entre el 20 % y el 50 %.
En la práctica odontológica las CRE pueden darse en algunos tipos
de heridas traumáticas y aún quirúrgicas; en las distintas gradaciones de la enfermedad periodontal y en las lesiones causadas por los piercing.
El carbapenem, empleado para el tratamiento de las infecciones resistentes, es un betalactámico con actividad bactericida, de ámplio espectro antibacteriano y sumamente resistente a las betalactamasas que se utiliza por via intravenosa. Cuando las cepas CRE eluden su acción, puede asociarse con la gentamicina, el colistín, la nitrofuradantina, la rifampicina, la fosfomicina o la tigecylina, pero en la mayoría de los casos se tiende al empleo del imipénem, meropénem o el doripénem, que si bien pueden resultar efectivos, poseen la desventaja del daño renal que pueden
originar.
Demás está decir, que las medidas preventivas se imponen sobre otra consideración, y están representadas fundamentálmente por un correcto lavado de manos, el empleo de barreras, y evitando la vectorización a través de instrumental sometido a los métodos más recomendados de esterilización, sin olvidar el uso medido de los antibióticos en las infecciones tradicionales.
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