En realidad, el enfoque apunta a uno solo de los aspectos que constituyen la función nutricional en su conjunto, que es el de la alimentación, obviando las otras dos etapas que son el metabolismo y la excreción, sin cuyo adecuado funcionamiento la alimentación, aún siguiendo las reglas básicas que la enmarcan resulta insuficiente.
Sin embargo, es bueno detenerse en éste aspecto, que aunque parcial, resulta indispensable para el comienzo de todo el proceso que constituye la nutrición. Y es bueno poner el acento en una "buena" alimentación, ya que el solo hecho de ingresar al organismo elementos nutrientes no garantiza un aporte sólido al sistema. En varias de las publicaciones que sobre el tema hemos realizado en éste blog, poníamos el acento en la necesidad de ingresar los alimentos respetando las leyes básicas de la alimentación explicitadas hace ya muchos años por ese gran estudioso de la nutrición en nuestro país que fué Escudero, y que las designó como ley de la cantidad, de la calidad, de la armonía y de la adecuación, sin cuyo respeto, aún en personas de alto poder económico, causan desajustes que perjudican el normal desenvolvimiento orgánico.
Ya no es ninguna novedad, que los alimentos que ingerimos afectan diréctamente la salud general y bucodental. Una alimentación baja en nutrientes importantes puede tornar difícil al sistema inmunológico su combate contra las infecciones.
Según la O.M.S, " la alimentación y la nutrición en su conjunto influyen en el desarrollo de la cabeza y la cara, y facilitan el desarrollo del cáncer oral y de las clásicas enfermedades bucales, que incluyen la caries dental, defectos en el esmalte, erosión y enfermedades periodontales ".
Las opciones y patrones alimenticios son factores importantes que influyen en el aumento de las caries. Las bacterias se adhieren a la placa bacteriana, se alimentan de lo que se ingiere, especiálmente el azúcar ( inclusive el de las frutas ) y del almidón cocido ( pan, papas, arroz, pastas, etc. ).
En no más de cinco minutos posteriores a la ingesta de cualquier comida o bebida, las bacterias comienzan a producir ácidos que digieren el alimento. Estos ácidos pueden llegar a destruir la superficie de los dientes y disolver minerales valiosos, con la lógica producción de las caries.
Tanto los niños como los adultos consumen una cantidad importante de bebidas gaseosas azucaradas, frutas y refrigerios que a la postre no son nutritivos y dañan los dientes. Generálmente tienen muy poco o nada de valor nutritivo y resultan excesívamente dañinos para la salud oral.
Es por ello que los alimentos, dentro de un plan nutricional reglado, deben escogerse teniendo en cuenta los siguientes factores :
* VARIEDAD : Acceder a todos los grupos alimenticios.
* PROPORCION : Comer más frutas, verduras, cereales, leche baja en grasas y menos alimentos ricos en azúcar,
colesterol y sal.
* MODERACION : Limitar el número y cantidad de comidas que
contienen dichos componentes, y no agregar
sal a los alimentos una vez cocinados.
* ACTIVIDAD : Debe intentarse mantener activo físicamente.
Los niños deben tener por lo menos 60 minutos de actividad física al día y los adultos 30. Al mismo tiempo deben limitarse los refrigerios entre comidas, cepillarse minuciósamente los dientes dos veces al día, emplear el hilo dental y consultar al odontólogo sobre las necesidades de emplear flúor en sus distintas formas.
Estas recomendaciones alimentarias están diseñadas para promover una salud óptima y prevenir enfermedades relacionadas con la subalimentación y la obesidad y que incluyen las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y diferentes tipos de cáncer.
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