El exceso de presión o estiramiento ejercido sobre una parte del cuerpo, que resulta en dolor e inflamación como consecuencia de la lesión de músculos, tendones o ligamentos, y que en general responden a un esfuerzo repetitivo, son denominadas por tal razón, " Repetitive Stress Injuries " ( RSI ) en inglés.
Estas lesiones relacionadas al esfuerzo físico en forma repetitiva en la misma parte del cuerpo, suelen resultar comunes en los odontólogos, entre otras profesiones y actividades, y reúnen más de cien tipos de lesiones y enfermedades que varían en cada persona en relación con la intensidad del trabajo esqueletal o muscular, lo que determina su tipo y gravedad.
El estudio, prevención y tratamiento de éstas lesiones, es abordado por la " ergonomía ", y en el área de la odontología, se centra en los hombros, las manos, los codos, la columna vertebral, las rodillas y las extremidades en general.
La posición de trabajo del odontólogo, y las elongaciones a que son sometidas partes de su cuerpo durante algunas maniobras operatorias,
suelen resultar dañinas para el mismo, y su incidencia es proporcional al número de veces en que se repite el esfuerzo, y también a factores intrínsecos relacionados con la salud en general, y con la manera de ubicar el cuerpo durante el trabajo y de usar el instrumental específico para cada intervención.
Estos esfuerzos repetitivos habrán de provocar en el profesional, alteraciones de distinto tipo en las estructuras anatómicas que configuran el esqueleto óseo, o los distintos tejidos que se insertan en el mismo y determinan los movimientos de toda o parte de la estructura corporal.
SINTOMAS : En general las
" lesiones por esfuerzos repetitivos " ( LER ), pueden causar
* Sensación de hormigueo, adormecimiento
y dolor en el área afectada.
* Contractura o dolor en el cuello o en la espalda.
* Sensación de debilidad o fatiga en los brazos o
en las manos.
* Sensación de chasquido o ruptura en el área
afectada.
* Cefaleas tensionales.
En realidad, las estadísticas sobre las lesiones provocadas por el esfuerzo repetitivo en el ejercicio de la odontología no abundan en la literatura, y aquellas que se manejan no responden más que a encuestas que no son representativas de la comunidad profesional.
No obstante la preocupación por los daños físicos que acarrea el trabajo odontológico, ya fueron abordados por Brockway en 1876 en una publicación del J.A.D.A. En base a números confiables, podemos afirmar que el 30 % de todas las enfermedades discapacitantes del odontólogo responden a las lesiones esqueletales y músculopatías, y el 17.5 % lo son permanentes.
Dado que dichas enfermedades en muchos casos no aparecen en forma abrupta, sino que se van gestando a través del tiempo, y que con el auxilio de medicamentos sintomáticos permiten dilatar la consulta al especialista, no mueven los números de incidencia, pero si bien pueden pasar desapercibidas, aún por sus propios portadores, su prolongación en el tiempo determina sin dudas una merma en el rendimiento profesional, y pueden, si no se les presta la debida atención, transformarse paulatinamente en dolencias irreversibles.
LESIONES POR ESFUERZO REPETITIVO MAS COMUNES.
BURSITIS : es la inflamación de la bursa articular, que incluye dolor
e hinchazón, y suele instalarse preferentemente en el
hombro debido a movimientos y posición del brazo del
profesional idénticos a los que afectan a los tenistas.
TENDINITIS Y ARTRITIS EN LA
COLUMNA VERTEBRAL.
En éstos casos, los tendones, que conectan los huesos con los músculos, se inflaman y hasta se desgarran por el estiramiento excesivo y repetitivo de los músculos vertebrales, y tanto el dolor, como la impotencia funcional que producen, cambia en virtud de la zona en la que asienta la lumbalgia.
TENDINITIS EN LOS MIEMBROS
INFERIORES:
Tanto en la posición de pié, como en el trabajo en la posición de sentado, pueden ocasionar lesiones, principalmente cuando el peso del cuerpo descansa más en la propia pierna que en el asiento de la banqueta.
SINDROME DEL TUNEL CARPIANO
Y DEL DEDO EN RESORTE.
La hinchazón que afecta dicho túnel, compuesto de huesos y ligamentos de la muñeca por donde discurren los nervios que conducen los impulsos motores y sensoriales, y que responde a la necesidad de doblar la muñeca al realizar ciertas maniobras repetitivas, produce dolor, adormecimiento y debilidad. Al mismo tiempo, el empleo de la turbina, el micromotor y otros instrumentos
de uso diario, coadyuvan a la aparición del síndrome, y en algunas oportunidades desencadenan una traba al tratar de erguir el dedo mayor, que produce una sensación de quiebre con apreciable dolor al tratar de enderezarlo.
El síndrome tibial ( shin splints ), la epicondilitis ( que afecta al codo ), el síndrome patelo-femoral ( que afecta la rótula ) y otros de menor incidencia, también provocan síntomas que impiden el normal desempeño profesional.
POSICIONES Y POSTURAS
Desde los estudios de la Universidad de Alabama en 1971, aplicados a la fisiología del trabajo odontológico, generó una catarata de investigaciones sobre la postura profesional y la ubicación y morfología del mobiliario, tendientes al logro de un trabajo con más precisión y menos cansancio, pero que en última instancia sugerían la adopción de posturas que impidieran la aparición de las lesiones causadas por un esfuerzo repetitivo ( RSI-LER ), el agotamiento físico y el estrés.
El trabajo en posición de sentado, con los pies apoyados en el suelo, con el paciente en posición supina y ayudado por un auxiliar en la técnica a 4 manos con escaso desplazamiento, se aconseja como óptima. Esta posición, que tiende a disminuir la fatiga, también disminuye la sobrecarga sobre los ligamentos y articulaciones, permite una visión más precisa y brinda una mejor estabilidad al cuerpo.
Es preciso tener en cuenta que el trabajar sentado, no asegura ningún beneficio si no se adopta una forma correcta de apoyar las nalgas y la espalda.
Trabajar sentado en condiciones incorrectas no suma beneficios, y crea patologías en la columna vertebral y en las piernas, que ya hemos señalado y que desvirtúan el trabajo ergonómico.
LA PREVENCION
No obstante cumplimentar adecuadamente las posiciones ergonómicas y la técnica del trabajo en equipo, existen una serie de acciones destinadas, no solo a erradicar los malos hábitos, sino a complementar las posturas correctas con rutinas cotidianas que ayudan a balancear las posiciones del trabajo odontológico.
Los ejercicios de movilidad y estiramiento para liberar las tensiones son muy recomendables, lo que debe complementarse con una correcta posición al dormir, con la columna paralela al piso, y en la posición de boca arriba, colocar una pequeña almohada debajo de las rodillas a los efector de obtener una leve flexión de la cadera y relajar la zona lumbar.
Para el odontólogo especialmente, es recomendable una rutina diaria durante 15 minutos con ejercicios realizados con los brazos y las manos ( ver figura ), o un conjunto de tres ejercicios de elongación que pueden repetirse cada 2 horas y se detallan en las siguientes figuras :
La preservación de la salud y de los riesgos a que expone el ejercicio de la profesión odontológica, deben ir mancomunados a todos los otros aspectos de la prestación de servicios, y en todos los casos, responder a un saludable equilibrio entre lo que la ciencia y la tecnología ponen al alcance de la gente y la seguridad que debe rodear a quien presta dichos servicios.
El odontólogo no debe despreocuparse de los riesgos sociales que le acechan en el desarrollo de su actividad, ni sentirse exento de ellos.
Las modalidades del ejercicio de la profesión odontológica le imponen riesgos suplementarios a su común existencia, y ello supone la búsqueda de una fuerza de reserva que le permita enfrentarlos y vencerlos, y que en el caso que nos ocupa, se adquiere a través de una rígida aplicación de algunas sanas reglas ergonómicas, sustentadas en concretos criterios científicos que tienden al resguardo de nuestra salud e integridad corporal.
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