jaitt odonto social

jaitt odonto social
Que una sonrisa feliz sea nuestro mejor premio
Powered By Blogger

lunes, 5 de junio de 2023

ODONTOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE

 
 

La creciente preocupación relativa al impacto que el ser humano está produciendo sobre el ambiente, no es una cuestión novedosa ni una postura modernista.
El desarrollo de las industrias manufactureras, en las que las máquinas dejaron de ser accionadas por el esfuerzo humano y de los animales, requiriendo de combustibles fósiles cuyo empleo desprende sustancias contaminantes; como así también la aparición de la industria fármacoquímica, los cultivos intensivos, la tala indiscriminada de los bosques para la obtención de madera, papel y otras sustancias, el crecimiento poblacional con su concentración en las grandes urbes y sus cordones industriales en su periferia, la producción contínua y en aumento de desechos y excretas orgánicas e inorgánicas, y muchas otras razones de peso, han creado una situación de descontrol y una ausencia de acciones individuales, colectivas y gubernamentales que tiendan a contrarrestar dicho perjuicio al ambiente en el que se desarrolla nuestra vida, que se podría decir, sin temor a equívocos, que el ser humano está programando su propia destrucción.
Los llamados "resíduos peligrosos" por la Organización Mundial de la Salud (OMS), resultado de toda la acción deletérea del hombre sobre el ambiente, no ha conseguido poder desembarazarse totálmente de los tóxicos producidos (ver gráfico) ni ha encontrado una solución final y efectiva de los mismos.
Henry Gee publicó en la Revista Nature que, "los humanos están condenados a extinguirse", y entre  las razones que aduce se encuentra fundamentálmente la degradación de su  hábitat, caracterizada por el cambio climático o efecto invernadero, la deforestación y el aumento del nivel de las aguas oceánicas.

                 LA ODONTOLOGÍA  Y  EL  ECOSISTEMA

En publicaciones anteriores de éste Blog, nos hemos ocupado de estudiar las relaciones de nuestra profesión con el medio, a las que titulamos " Odontología y Ecología ".
Esta preocupación, que por otra parte le incumbe a todos los habitantes e instituciones del mundo, arranca desde hace más de 70 años, aunque recién se vió abordada en forma unánime en la  "Conferencia Internacional ECO 92" llevada a cabo en Rio de Janeiro en 1992, en la que se determinaron las necesidades de los paises en contribuir a la preservación de las condiciones naturales del planeta en relación con su desenvolvimiento económico y con las distintas áreas de estudio.
Esta conferencia, coincidía precísamente con la "Convención de Basilea", que si bien entró en vigor en Mayo de 1992, fué el resultado del "Acuerdo Multilateral Sobre Medio Ambiente"(AMUMA), suscripto por 170 paises con el auspicio de las  Naciones Unidas (ONU). Las negociaciones habían comenzado a fines de la década de 1980 y aprobadas en 1989.
Es de destacar, que entre los 14 centros regionales para la coordinación del convenio, se encuentra la República Argentina.
Ya constituía en dicho momento una preocupación, enfrentar a breve lapso, el problema de los desechos peligrosos y sus movimientos transfronterizos, y entre esos desechos se contaban aquellos que producen las profesiones médicas, aunque en éste caso, se ponía el acento en los resíduos patológicos con afectación directa a la salud, y que respondían a la diseminación que para ese momento significaba el virus del HIV causante del sida.
Se estudió a fondo la forma y práctica de encarar dicho aspecto, y se habló de : 
               * Depósitos dentro y sobre tierra (rellenos).
               * Vertido en mares y océanos, inclusive su inserción
                  en el lecho marino.
               * Incineración en hornos patológicos.
               * Exportación (movimientos transfronterizos)
Con respecto a éste último punto, cabe recordar que China y Malasia, que recibían casi el 80 % de las exportaciones, las suspendieron en forma total.
Como consecuencia del acuerdo de 1989, Argentina dictó su primera ley sobre cuestiones ambientales en Abril de 1991, la 23922 que aprobaba el Convenio de Basilea.  En Diciembre del mismo año, se aprobó la ley 24051 sobre " Geneación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición final de los resíduos peligrosos", dedicada fundamentálmente al área de la salud. En ella se listaban todos aquellos resíduos producidos en hospitales, clínicas y consultorios que se detallan a continuación :

1.- Restos de sangre y derivados.
2.- Resíduos orgánicos.
3.- Algodones, gasas, vendas.
4.- Ampollas, jeringas.
5.- Objetos cortantes o punzantes.
6.- Materiales descartables.
7.- Elementos impregnados con sangre, pus, secreciones etc.
8.- Agentes quimioterápicos.

La ley 24051, es un órgano normativo federal, al que pueden adherir las provincias o dictar sus propias leyes, como en la práctica lo han hecho. Tal el caso de la ley 2214 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En cuanto al tratamiento de los resíduos, ya in situ (a través de autoclaves u otros sistemas ad-hoc), se deben realizar acciones que modifiquen las características físicoquímicas, la composición química o la actividad biológica de dichos resíduos.
El tema de la disposición final es un poco más complejo y controversial, ya que los rellenos a cielo abierto o cerrado, el vertido en mares y océanos, la incineración y la exportación, también ocasionan efectos adicionales que suelen crear condiciones no queridas por la propia ley.
La profesión odontológica, en el mundo, está alcanzada por éste desafío ambiental.  Más aún, ya desde la década de los años 1950-60 fué impactada por dos situaciones relevantes para nuestro ejercicio profesional.
En primer  lugar haremos referencia al empleo del mercurio en nuestras clásicas obturaciones de amalgama de plata con dicho metal líquido. La historia comienza con la tragedia sucedida en 1953 en la Bahia de Minamata (Japón), un desastre ecológico en el que un derrame de mercurio contaminó las aguas, demostrándose su correspondencia con 44 muertes y más de 300 personas con transtornos neurotóxicos. contaminadas con graves complicaciones orgánicas y funcionales.
El famoso informe WHO/SDE/WSH 05.08 de la OMS, y estudios posteriores de diversas universidades, primero consideraron oportuna la limitación del empleo de la amalgama por el impacto que el mercurialismo pudiera desencadenar sobre la salud de los odontólogos y sus pacientes. En la actualidad, éste material de obturación ha quedado prácticamente en desuso, no obstante muchas obturaciones deben ser removidas, y en dicha operación se esparcen restos de mercurio que pueden resultar nocivos para el paciente y para el odontólogo y su personal auxiliar. La Academia Internacional de Medicina Oral y Toxicología, dicta habituálmente un curso sobre seguridad del mercurio para aprender a reducir la exposición al mercurio cuando se retira una obturación, si se tiene en cuenta que las obturaciones contienen aproximádamente un 50 % de mercurio.
El contacto con la Academia es : www.iaomt.org.  El teléfono es 
(863) 420-6373.
La segunda preocupación a la que aludimos, es la aparición del material plástico en la década de 1950-60, con la constante invasión de dicha tecnología en el natural desenvolvimiento de los consultorios dentales, y cuya industrialización engloba distintas fases que merecen su abordaje.
Una gran cantidad de implementos fabricados a partir de polímeros orgánicos de alto peso molecular de naturaleza petroquímica, llamados comúnmente "plásticos", de fácil fabricación y bajo costo, han inundado la práctica médica en general, y la odontología en particular (ver infografía). Tambien vale
la pena destacar, que los plásticos han invadido los sistemas de empaquetado de productos y sustancias, lo que ha contribuido a la generación de movimientos sociales que pretenden la vuelta a los viejos sistemas de expendio ya superados,con campañas en los medios audiovisuales, en conferencias y en pósters exhibidos en la vía pública.(ver infografía).

El empleo de los plásticos en odontología, se ha visto enórmemente incrementado a partir de la aparición del HIV, potenciado luego por la pandemia del Covid en 2020.
Vale consignar, que éstos plásticos son en su mayor parte de un solo uso, y constituyen un verdadero problema tánto para su descontaminación, traslado, separación, reciclado o su disposición final.
En un estudio llevado a cabo en la ciudad de Barcelona, y publicado en la revista del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de España, sobre un total de 605 clínicas analizadas, se llegó a la conclusión que la totalidad del plástico descartado ascendía a algo más de 48 toneladas en el año.
Una gran cantidad de plásticos generados en el mundo, entre las distintas etapas de fabricación y disposición final, resultan en un delicado problema ambiental, tal como lo señala una estadística de la UNEP (United Nations Environment Programme ) en 2016.
Es indudable que resulta improbable retrotraer la práctica dental a la etapa preplástica, no solo por razones de índole económica (los plásticos son más baratos), sino porque su reemplazo por otros materiales también conlleva un impacto ambiental considerable.
El vidrio, que requiere para su fabricación del empleo de ingentes cantidades de arena y del uso de hornos que desprenden sustancias ofensivas; la hojalata (constituida por acero y estaño) y el aluminio que requieren procesos industriales también nocivos; el papel, cuya fabricación apela a la talla de bosques con la consiguiente deforestación, no se vislumbran como un reemplazo suficiéntemente efectivo para el plástico.
Sin embargo, según se despende del estudio del UNEP, la contaminación con microplásticos, producto de la desintegración del plástico, volcado en las aguas marinas, oceánicas y de los ríos, afectaría gravemente la salud de la humanidad por el consumo de peces que a su vez los ingirieron en su alimentación.
El volcado de plásticos en dichas aguas, representa el 80 % de la basura marina acumulada.
Al mismo tiempo, se ha demostrado que el solo uso del plástico, también supone una amenaza para la salud, ya que libera sustancias químicas en el aire, alimentos y bebidas.
Entre los materiales y enseres de uso diario en el consultorio dental que pueden resultar nocivos para la salud del odontólogo, pueden contarse :                   
                            *  El polietileno.
                            *  El plicloruro de vinilo.
                            *  El polipropileno.
                            *  Los policarbonatos.
                            *  Las poliamidas.
                            *  El poliestireno.
                            *  Los acrílicos.
Los últimos mencionados son de vasto empleo en la práctica de la prótesis dental y los selladores. Todos, en su conjunto, integran una batería de productos manufacturados como las prendas que constituyen las llamadas barreras contra la contaminación, y otros como los elementos de apoyo entre los que pueden citarse las bandejas, eyectores de saliva, vasos, etc..
Puede destacarse que el empleo del acrílico, resulta áltamente tóxico cuando en su manipulación se produce un aumento de la temperatura o se disemina en el área del consultorio al ser desgastado por instrumentos rotatorios.
Se sabe perfectamente que las sustancias causantes de ésta agresión orgánica, son los ftalatos y el bisfenol (BPA), siendo éste último un estrógeno sintético débil presente en muchos materiales plásticos,
Altos niveles de bisfenol en la orina de las embarazadas, pueden generar, según estudios recientes, hijos con hiperactividad, ansiedad y depresión. También se lo ha relacionado con algunos tipos de cáncer.
En Argentina, la ley 19587 de 1972, sobre " Higiene y Seguridad en el Trabajo ", califica como peligrosas para la salud humana, todas las aplicaciones de los distintos materiales plásticos, y les otorga a las profesiones expuestas a éstos materiales la categoría de insalubles.
La Superintendencia de Riesgos del Trabajo de la Nación, ha editado una completa guía de diagnóstico y actualización de las enfermedades profesionales, y en su capítulo 03, señala a los acrílicos, elastómeros, resinas epoxi, látex y otros, como peligrosos y causantes de enfermedad.
Como anécdota referida al tema en cuestión, recuerdo que en 1983, fuí entrvistado por dos colegas que pertenecían a la planta de profesionales del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, y me solicitaron autorización para incorporar a un petitorio mis investigaciones sobre " Salud del Odontólogo", publicada en 1979 en la revista Salud Bucal de la Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA), y " El odontólogo discapacitado ", publicada en dos números de la revista Odontología Bonaerense, de la Federación Odontológica de la Provincia de Buenos Aires. publicadas en 1983.  La razón del petitorio a elevar, era el reclamo de que se equipare a los odontólogos del sistema de salud de la Provincia con los médicos, que recibían un plus del 10 % sobre sus salarios en virtud de reconocer a la medicina como profesión insaluble.  Presentado que fué el petitorio, llevando como argumento las conclusiones  de los  trabajos, en los que dí en llamar al consultorio dental como " Area Crítica " y a la odontología como  " Profesión de Riesgo ", el Ministerio reconoció la igualdad requerida.
Cabe consignar, que la totalidad de los datos que utilicé en mis investigaciones fueron provistos por la Caja de Seguridad Social para Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires, institución que nuclea en forma obligatoria a la totalidad de los odontólogos de la Provincia, razón por la cual pueden obtenerse estadísticas serias sobre el estado de salud de quienes ejercen la misma profesión, y están expuestos a los mismos riesgos.
El odontólogo, puede acceder a una batería de estudios para detectar alguna acción deletérea en su organismo causada por los materiales que utiliza, entre ellos :

                          *  Test epicutáneo.
                          *  Biopsias en los tejidos afectados.
                          *  Análisis de laboratorio investigando el
                              mercurio en sangre o el bisfenol en orina.
                          *  Radiografía de Tórax.
                          *  Test de metacolina o de provocación bronquial
                              inespecífica basada en estudios espirométricos. 

Cabe hacer mención, que el Parlamento Europeo ha decidido eliminar el uso de los plásticos de un solo uso para el corriente año, aunque la pandemia ha retrasado su puesta en vigor, y desde el punto de vista general, el gobierno de los EE.UU de N.América ha decidido impulsar la energía limpia y la cero emisión de contaminantes para 2050.
Como hemos podido observar a través de ésta exposición, la profesión odontológica mantiene una estrecha relación con el ambiente, ya que muchas de sus acciones, llevadas a cabo con materiales e implementos que  requiere para un ejercicio seguro, suponen un problema de salud pública con impacto en el ambiente y en su propia persona.
La responsabilidad final no atañe exclusívamente al odontólogo, ya que su trabajo se encuentra inmerso dentro de un sistema sanitario, social, económico y gubernamental que lo excede.
Lo que sí debe cuidarse, es el mal uso y gestión de esos materiales e implementos, acciones que deben ser debídamente atendidos por las instituciones que los nucléan, tanto sean obligatorias o de libre agremiación.
La promoción del desarrollo técnico-científico de nuestra profesión, incorpora nuevas invenciones, modernas tecnologías y descubrimientos increíbles, pero es tanto o más importante que ello, su armonización con otras ciencias y áreas del conocimiento, para que el avance sea racional y respetuoso de las leyes de la naturaleza a los efectos de evitar lesionar a la especie humana, sin que los individuos puedan darse cuenta del daño que les acecha, que suelen exteriorizarse en manifestaciones clínicas personales o en agresiones al medio ambiente como el cambio climático, la deforestación y el incremento de altura de los océanos, con su cortejo de desastres naturales.
Decía Jules Romain, que " el hombre sano es un enfermo que ignora su enfermedad ".El odontólogo debe asumir que como profesional de la salud, debe ayudar a construir un mundo mejor, y que desarrollando su profesión en un "área crítica" y bajo "condiciones insalubles", no solo debe resguardar su integridad y la de sus pacientes, sino que tambien debe atender al resguardo del medio ambiente.
Somos parte de ese medio, en el que cada uno de nosotros, y demás sectores e individuos que lo habitan deben interactuar para mantener el equilibrio que permite vivir nuestra vida en plenitud. Al respecto de esa pequeña porción que cada uno representa para el cosmos, viene a cuento la frase acuñada por Francis Thómpson :
" Es imposible tocar una flor, sin que se estremezca una estrella ".


No hay comentarios:

Publicar un comentario