Retomando la investigación que publicáramos en éste blog entre octubre y noviembre de 2011, intentaremos poner al día los datos referidos a la formación del recurso humano odontologico en Argentina hasta el año 2014, sobre la base de cifras provistas por el Ministerio de Educación de La Nación, analizando la estructura pública y privada que asume dicha responsabilidad y permiten el vuelco al mercado de la salud de los profesionales que la sociedad reclama.
El número de escuelas y facultades de odontología del país, no ha variado sensíblemente durante los últimos años. De las siete casas de altos estudios del sector público registradas en 2011, hasta el 2014 se sumaron, la Facultad de Odontologia de la Universidad de La Rioja, y la Unidad Académica del Alto Valle,en la ciudad de Allen, dependiente de la Universidad de Rio Negro.
En cuanto a las instituciones privadas, si bien desapareció de la grilla del Ministerio de Educación la Escuela de Odontologia de la Universidad Católica de Cuyo, se sumaron la Escuela de Odontologia del Instituto Italiano de Rosario, y la Escuela de Odontologia de la Universidad Adventista del Plata de Entre Rios.
Así, Argentina dispone en la actualidad de nueve facultades de odontologia nacionales y ocho privadas, de las que una de ellas, la de Entre Rios, que funcionará en la ciudad de Libertador General San Martín, recién comienza a funcionar en 2016, por lo que solo disponemos del número de aspirantes al primer año, cohorte de treinta y tres futuros educandos.
Cabe consignar como introducción al tema, que Argentina dispone actualmente de ciento diez (110) universidades y veintidós (22) institutos universitarios. Sesenta y una (61) son de gestión estatal y setenta y una (71) de gestión privada.
Según los datos correspondientes a 2013, el número total de alumnos de las universidades estatales asciende a 1.437.611, con un total de egresados en el año de 80.343.
Las privadas alojan a 393.132 alumnos, con un total de 37.376 egresados. Estos números, enfocados retrospectívamente hacia diez años atrás, representan un crecimiento de la matrícula universitaria del 2.1 anual.
Los números comparativos correspondientes a la matrícula odontologica, son expuestos en los siguientes cuadros:
En el año 2013, las universidades nacionales contaban con una planta de 193.316 docentes, y 49.564 no docentes. El presupuesto ascendía a 27.577 millones de pesos, lo que representaba una inversión anual de 22.181.62 por estudiante.
Sobre un total de 8.481 ofertas de carreras de grado, 634 corresponden al área de la salud, y de ésta, 17 corresponden a la odontologia.
De las cifras volcadas en los cuadros precedentes, puede apreciarse que, no obstante el incremento global de la matrícula universitaria que se produce año a año, en el área de la odontologia las cifras no acompañan dicho crecimiento, ya que se mantiene prácticamente estancada, con tendencia a un descenso progresivo en los últimos cinco años como se nota en el cuadro siguiente:
Esta situación se nota tanto en las universidades nacionales como en las privadas, salvo algún caso puntual, pero la constante es que, el aumento de la cantidad global de odontologos en el país, que hace treinta años se producía anualmente en una proporción del 7 % sobre la existente, en la actualidad la tendencia determina que dicho incremento apenas supere el 2 %, ya que de los 53.000 odontologos que podían contabilizarse en 2010 ( Censo Nacional ), el egreso actual, aún sumados los extranjeros que revalidan su título, lo ubican en aproximádamente 58.000, a lo que deben restarse las cancelaciones de matrícula por retiro, jubilación o fallecimiento, lo que ubicaría la cifra en casi 56.000 odontologos en actividad en el país.
Este cambio producido en los últimos años, se debe a múltiples razones que pueden sintetizarse en un decaimiento de la inclinación vocacional por la carrera de odontologia que obedece a la situación económica del país, al costo en tiempo y dinero que requiere la carrera, a la inversión en la infraestructura y equipamiento para el desarrollo de la profesión, a los escasos incentivos que brinda la creciente socialización y pauperización del modelo de financiamiento de las prestaciones, y a una inclinación de los nuevos educandos por carreras que compatibilizan el estudio con las posibilidades de trabajo, y que una vez obtenida la graduación, les permite acceder al mercado con una baja inversión y una pronta inserción en la burocracia pública y privada.
De continuar la tendencia, algunas facultades de odontologia verán mermar el número de aspirantes (alguna ya lo está padeciendo), y deberán replantearse seriamente sus posibilidades de sobrevivencia afrontando los altos presupuestos para su mantenimiento, y en especial las privadas que se financian con los ingresos provistos por los propios educandos.
Vale la pena seguir muy de cerca éste tránsito regresivo, a los efectos de evitar un deterioro en las modalidades de formación del recurso humano como respuesta al declive de la demanda, ya que en algunos paises se recurrió a facilitar el ingreso y acotar la duración de la carrera, situación que ya podemos detectar en nuestro país, en donde 3 facultades insumen 72 meses para el dictado de la carrera, 13 lo hacen en 60 meses, y 1 ya lo hace en 48 meses, sin que el Consejo Interuniversitario Nacional haya tomado cartas en el asunto.
A partir del año 2009, tal como se desprende del cuadro comparativo expuesto, y a pesar del incremento de facultades, la cantidad de odontologos egresados se ha acotado, y según se avizora, de no mediar cambios sustanciales en las modalidades de prestación de los servicios de salud dental, y en sus pautas presupuetarias, tenderá a profundizarse.
La falta de planificación de la formación del recurso humano odontologico en numerosos paises, ha llevado a casos extremos en algunos paises de la región, con ejemplos paradigmáticos como Chile con casi 40 facultades y Brasil con 220 cursos, contrastando con algunos paises desarrollados en los que se han cerrado algunas facultades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), viene bregando desde 1990 para que "las estrategias y los conceptos de atención de la salud que ella propone se orienten a una equitativa distribución de los servicios, la puesta en práctica de los resultados de la investigación y las nuevas tecnologías a la mayor brevedad posible, una eficiente asignación de recursos, y una mayor flexibilidad del personal de salud, todo ello a través de una formación más ámplia y una adecuada respuesta a las demandas cambiantes de un público cada vez mejor informado".
También la OMS apuntaba a un futuro en el que los estados miembros, deben establecer los medios necesarios para vigilar cuidadósamente la creación ordenada y apropiada de facultades de odontologia, quizá mediante la exigencia de un "certificado de necesidad", que en nuestro caso la CONEAU nunca ha tomado en consideración para la acreditación de carreras de grado y de posgrado. Dice la OMS que "se debe rechazar el estado actual de proliferación desordenada de facultades de odontologia en algunos paises, y reconocer el desperdicio de recursos ocasionados por una actividad no planeada".
Es preciso que se tenga muy en cuenta el estado de salud bucodental de nuestra población, y que de su análisis surjan los criterios para la formación del recurso humano adecuado, tanto en sus patrones educativos apropiados como en su número.
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