El tema del empleo del mercurio en la práctica odontológica, ya lo he abordado en el capítulo " Odontología y Ecología " publicado en el Blog a fines de 2010. Hacía mención al primer llamado de atención sobre los efectos nocivos del mercurio que se dió en 1953 en la Bahia de Minamata, Japón, en la que un derrame de mercurio en las aguas originó la contaminación de las mismas, con el resultado de 44 muertes y mas de 300 personas con complicaciones orgánicas y funcionales. Este hecho dió orígen a lo que se llamó en dicha ocasión el "mal de Minamata", que no era otra cosa que el mercurialismo. La investigación de la OMS que concluyó con su famoso informe : WHO/SDE/WSH/05.08 y el estudio del Dpto. de Medio Ambiente de Canadá, dieron las primeras alertas sobre la acción deletérea del mercurio sobre la salud.
Con relación al tema y su impacto sobre los odontólogos y sus pacientes, cabe mencionar que la contaminación afecta el agua, el aire y produce efectos en los ojos y en la piel, amén de síntomas y enfermedades que afectan la función cerebral y deprimen los mecanismos inmunitarios. El Comité Negociador Internacional sobre el Mercurio ( INCS ) en su reunión de Enero en Ginebra, concluyó que "hay en el mundo 15 millones de personas con serios riesgos para su salud por emisiones o contactos con el mercurio".
Estudios epidemiológicos llevados a cabo en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Indiana, también hacen alusión a que los adultos jóvenes que tienen un nivel más alto de mercurio en su cuerpo (medido en las uñas de sus pies), pueden tener un riesgo 65 % mayor de contraer diabetes tipo 2.
Este riesgo se hallaría asociado con el consumo de pescados y mariscos, que suelen representar una importante fuente de mercurio en la alimentación.
En buena hora se limite y hasta se impida el uso del mercurio en la práctica odontológica, ya que la amalgama dental puede ser reemplazada por otros materiales, que hasta ahora no ofrecen serias objeciones, pero que yá la OMS ha puesto su mirada en más de 800 sustancias químicas a las que por su acción, ha denominado " perturbadores endócrinos ", entre los que se incluyen numerosos materiales de uso dental y que abordaremos en una futura publicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario