Ya hemos abordado el tema de la educación a través de las tecnologías de la información y comunicación ( TICs. ), y en ésta publicación nos hemos de referir al empleo de dichas tecnologías en el ámbito de las acciones de salud aplicadas fundamentálmente en el área de la odontología.
No es cierto que el empleo de las TICs. despersonalice la relación profesional-paciente, o alimente una nueva burocracia informática con desprecio de las acciones brindadas a través de la medicina y la odontología tradicional, sin descontar con un incremento en los costos de la atención.
Decía Salomón Schachter en el año 2000 que, " nada hay para el enfermo, que es un ser humano, como la presencia, la palabra, el gesto, la sonrisa y el afecto de su profesional, que es otro ser humano. Ninguna máquina o aparato puede proporcioar esa sensación. Considero fundamental ésta relación y no creo que podamos ser reemplazados por una computadora ", y agregaba,
" ¡ si ésto llegara a suceder, bien merecido lo tendríamos ! ".
Entiendo que el ex Decano de Medicina de la UBA, se refería fundamentálmente a las acciones de diagnóstico, tratamiento y seguimiento que requieren de una verdadera interacción, en forma presencial, entre el profesional y el enfermo.
Pero así como hemos visto en la e-Educación, la tecnología no substituye al docente, mas bien lo complementa y le ofrece alternativas y soporte que le han de facilitar su tarea, puede llegar también a cumplir funciones que van más allá de la relación profesional-paciente, permitiendo el trabajo en red, el rápido acceso a los expedientes electrónicos cargados de información y documentación, la interconsulta virtual, los ateneos anátomoclínicos y otras acciones que facilitan la promoción y protección de la salud, y la recolección y empleo de tasas y estadísticas fundamentales para la práctica profesional.
UN POCO DE HISTORIA :
El empleo de la tecnología cibernética en las ciencias de la salud, tuvo su gran despegue en la década de 1970, aunque ya en 1942 aparece la primera supercomputadora digital ( ENIAC ) desarrollada en la universidad de Pensylvania. Las universidades inglesas crean en 1970 la
" Open University " para promover a nivel global sus cursos a distancia aprovechando las nuevas tecnologías de Internet, lo que determina, partculármente en las ciencias de la salud, el desarrollo de las llamadas " multimedia packages " , que combinan texto, imágenes, animación y sonido en una estrategia semipresencial.
Por supuesto, que las primeras aplicaciones se llevaron a cabo en el campo de la e-Educación.
El desarrollo de las microcomputadoras en los años noventa, el avance de los sistemas electrónicos, el incremento de la capacidad de almacenaje (memoria), la simplificación del uso, la disminución apreciable del tamaño y una menor exigencia en cuanto a su mantenimiento
( la Century 100 de los años 70 requería un espacio propio con aislación de los sonidos exteriores y temperatura constante ), pusieron a las TICs al alcance de las instituciones y de la gente en general, a medida que se iban solucionando los problemas de software, de tecnología digital, el control de las plataformas de transmisión y distribución de las autopistas ( cables, satélites, fibras ópticas y sistemas de microondas ).
Los cursos a distancia ( ya lo hemos abordado ) fueron la primera introducción en las ciencias de la salud con un gran despliegue en lo que dió en llamarse " Telemedicina ", campo explorado desde la década del sesenta por universidades y hospitales.
En realidad, la e-Salud fué ganando terreno en el aspecto clínico, aunque como ya lo viéramos al comienzo, siempre se cuestionó la posibilidad que el sistema intentara reemplazar la relación tradicional profesional-paciente por un contacto a través de una pantalla.
EL CAMPO DE LA e-SALUD :
Una de las áreas sobre la que los organismos internacionales de la salud ( OMS-OPS ) están poniendo énfasis, es en el uso de las TICs. en las esferas gubernamentales relacionadas a la salud ( e- Gobierno ), alentando a que se incorporen dichas tecnologías al manejo de los sistemas de salud, a su administración, a su empleo en las modernas tendencias de información al público, en la auditoría de las políticas del sector, en el control presupuestario y en los sistemas gerenciales destinados a la evaluación de la calidad y eficiencia de los programas. Al mismo tiempo, se propone la instalación de plataformas que liguen a los efectores públicos ( hospitales, unidades sanitarias, centros regionales, etc. ) a los efectos de contemplar un trabajo en red sobre la base de los "expedientes clínicos electrónicos".
Las redes hospitalarias públicas que se constituyan, actuando de consuno con los hospitales y clínicas privadas, al ser depositarios de la información sobre los enfermos que atienden, pueden generar la historia clínica única que requerirá por supuesto, de una adecuada información al propio panciente, de un consentimiento informado, y de una responsabilidad legal por parte de los usuarios del sistema, tanto en lo referente a la mantención de la privacidad de los datos almacenados, como en la obligación de emplear las tecnologías y los mecanismos que garanticen la preparación adecuada y autorizada de los protocolos de diagnóstico y tratamiento a utilizar.
Las teleconferencias y la discusión e intercambio de ideas en red, tanto individual como de equipos a los efectos de la toma de decisiones, debe ser adecuádamente monitoreada y debe archivar en la memoria de la red todo el contenido de cada actividad, para permitir el análisis a posteriori por parte de terceros.
La misma tecnología se aplica también en la investigación básica, clínica, socioepidemiológica y operativa, permitiendo disminuir el lapso que separa el resultado final de la misma y su aplicación clínica. La interacción entre el investigador y el clínico resulta esencial, y ayudará a un intercambio de información cuya ida y vuelta enriquecerá la actividad de ambos actores.
Un aspecto importante en el empleo de las TICs., lo constituyen los "expedientes médicos electrónicos" ( EME ). Estos documentos, deben regirse por normas aprobadas por la autoridad competente, y deben reunir toda la información y documentación del enfermo que se obtenga en los distintos efectores de salud a los que concurra, no solo para la simple consulta, sino también para la realización de prácticas como análisis clínicos, estudios por imágenes y todo elemento o dispositivo empleado para el diagnóstico y tratamiento.
Los enfermos, tienen así la posibilidad de acceder a su historial médico a través de un certificado digital, tal como ya se está llevando a cabo en algunas comunidades de España según lo normado en su Sistema Nacional de Salud.
Desde el año 2006, algunas comunidades como la de Asturias, ya lo han puesto en ejecución, y ésta posibilidad no solo le permite al enfermo acceder locálmente, sino que le presta una inmejorable oportunidad de hacerlo tanto a él, como a cualquier centro de salud que lo requiera, si se encuentra internado o bajo atención ambulatoria en otra comunidad que haya adherido al sistema y pueda operar en red.
En la práctica odontológica, los EME deben incorporar los estudios complementarios como cefalogramas, el planeo y diseño de las protesis, de los tratamientos ortodóncicos y ortopédicos, y las fotografías pre, intra y postoperatorias que puedan obtenerse en las distintas intervenciones profesionales.
Los EME, o tambien llamados ECE ( expedientes clínicos electrónicos ), permiten la disponibiliad de manera inmediata, independiéntemente de la ubicación geográfica, de todos los datos disponibles usando un lenguaje estandarizado que mejora la comunicación entre los profesionales de la salud, al mismo tiempo que ayuda al seguimiento de los tratamientos establecidos. Así mismo, el uso de los EME, convierte la información registrada en una importante fuente de datos que promoverán la investigación clínica y colaborarán en el desarrollo de una medicina y odontología basada en la evidencia.
La universalización de nomenclaturas biomédicas y de los sistemas de clasificación de padecimientos con códigos estandarizados, superará hacia el futuro los obstáculos que todavía se interponen en la generalización y aceptación de los EME.
En la medicina, los EME se hallan en un proceso continuo de expansión que todavía no se vislumbra en la odontología.
En una encuesta llevada a cabo en 2001 en los EE.UU de N.A. sobre 3200 médicos, por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, dá cuenta que, mas de la mitad accede a alguno de los sistemas EME, generálmente en forma parcial a los efectos de cumplir con un rol significativo en su consulta, asegurando en casi un 40 % de los casos, que la adopción de los EME había mejorado la atención de sus pacientes. En general la experiencia se ha dado en profesionales menores de 50 años y en policonsultorios.
Sin embargo, solo uno de cada seis médicos califican para obtener un subsidio de 44.000 dólares con que el gobierno bonifica para apoyar la adopción de dicha tecnología. Para el año 2015, quienes no la adópten, estarán sujetos a penalidades.
La falta de competencia en el manejo de las TICs, que generalmente requiere del servicio de un tercero, y el daño a la productividad por la pérdida de tiempo, por lo menos en un principio, son algunas de las razones que todavía conspiran contra una generalización del sistema.
En el área de la odontología, la American Dental Association supervisa un proyecto para la implementación de las EME en la práctica profesional, garantizando la confidencialidad del proceso. Al mismo tiempo, está desarrollando un sistema de codificación
( SNODENT ), con un vocabulario que puede incorporarse al utilizado en medicina ( SNOMED-CT ).
La universidad de Pittsburgh, ha creado el Centro de Informática Dental destinado al estudio de las EME y su posible universalización.
En nuestro país todavía no se ha generalizado el empleo de las EME, aunque ya se vislumbra un avance en los ámbitos hospitalarios ( el Hospital Italiano ha desarrollado un sistema ), y algunas empresas de medicina prepaga y centros de diagnóstico
( Rossi ), los están incorporando progresívamente. En el sector público, existen algunas experiencias todavía no generalizadas. Valdría la pena observar el ejemplo de Uruguay, con su centro de telemedicina puesto al alcance de todos los médicos en forma totálmente gratuita.
En los consultorios privados, tanto médicos como odontológicos, la incorporación es parcial, aunque todavía no se integran en redes ni desarrollan programas mínimamente coordinados.
CONCLUSIONES:
Las TICs. han cambiado nuestro mundo. También han incidido en fenomenales cambios producidos en la investigación médica. Inevitáblemente también ayudarán a un cambio gradual en la práctica médica y odontológica. No obstante, conviene hacer un llamado de atención sobre el cúmulo de información electrónica que reciben los profesionales de la salud. En la JAMA Internal Medicine del 4 de Marzo, se publica una encuesta en la que el 70 % de los profesionales manifestó recibir información y alertas que no podían manejar con efectividad y un 30 %, dijeron haber obviado los resultados de pruebas de sus pacientes por falta de tiempo.
Los profesionales de la salud, deben estar atentos y preparados para obtener los máximos beneficios de los cambios a que los enfrenta las nuevas tecnologías, no solo por ellos, sino por la propia salud de la población.
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