Juan Carlos Jaitt
Con excepción de aquellos Odontólogos que pueden acceder a jubilaciones municipales, provinciales o nacionales, y descartando a quienes pudieron atesorar bienes y capital durante su vida activa, la gran mayoría de quienes se encuentran en actividad, tendrán que depender, al momento de su retiro, de una jubilación autónoma o de sus propios organismos de seguridad social.
A través de ésta publicación, pretendo compilar ideas, opiniones y propuestas propias, de colegas que quieran aportar las suyas a través de éste Blog y de artículos publicados por especialistas, que apuntan a ofrecer al lector( de preferencia en ejercicio activo de la profesión ) un manual que le permita discernir y programar su futuro, sin olvidarse de aquellos colegas que yá se han incorporado a la tercera edad, y que yá no disponen de tiempo para pensar en caminos alternativos que le permitan visualizar un escenario que, a sus ojos, ya se encuentra congelado.Un hecho que suele preocupar al jubilado, o a quienes están en vias de serlo está representada por algunas expresiones de dirigentes institucionales, y a veces por las propias instituciones cómo política hacia el porvenir, que respónden a una cruel filosofía utilitarista, que tienden a defender programas que prometen bienestar futuro a cambio de opresiones presentes.
Pero también es cierto que los Odontólogos en ejercicio, tampoco ven modificarse substancialmente su situación económica. En la estructura actual que presta servicios de salud, los consultorios privados liberales se han convertido en tumbas carentes de contenido por la constante merma de los pacientes totálmente privados, y la actividad institucional, en fábrica de sofismas sin connotación social alguna, que prohijan una dependencia cada vez mayor de organismos o empresas financiadoras de servicios.
El estudio del trato a los mayores, permite el abordaje a una de las máximas expresiones de la convivencia humana, sa solidaridad.
Las pautas culturales de la sociedad y la distinta óptica en la asignación de prioridades planteadas desde la economía, impactan fuertemente en las acciones que dinamizan el cuidado de " los viejos ". Estos fenómenos se agudizan con el incremento de la esperanza de vida, la caida de la natalidad, la desocupación, la desconfianza en los sistemas previsionales, el sálvese quien pueda a que empujan los mercados, y en fin, a la pérdida de estima y consideración por el otro hacia dónde se arrastran los regímenes occidentales. Los índices no son ni buenos ni malos, son datos de la realidad. La pérdida de valores ,en cambio, es una bofetada a la condición humana.
El 1° de Octubre de 1998 se instauró el " Año internacional de las personas de edad ". Siendo cómo es la Argentina, el tercer pais de la región con mayor cantidad de ancianos, obliga, en consonancia con las recomendaciones de las comisiones especializadas de la O.N.U a la dirigencia institucional a profundizar el estudio de dicha situación.
Hoy anexamos dos documentos que aportan conocimiento sobre el tema abordado, lo que continuaremos haciendo en el futuro.
Nuestra preocupación tiende a evitar que nuestros colegas jubilados, ingresen en esa trágica expresión de abandono y desaliento que expone la primera imágen, y disfruten del entretenimiento y la alegría que se observa en las siguientes que se exponen al comienzo de ésta entrada.
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