En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
viernes, 26 de febrero de 2010
lunes, 22 de febrero de 2010
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Vaya ésta entrada del Blog, como reconocimiento a todas aquellas colegas que, no obstante cumplir con su condición de hijas, esposas y madres, llevan adelante su profesión con esfuerzo y dedicación.
Un capítulo aparte, lo constituyen quienes al mismo tiempo desarrollan actividades como dirigentes institucionales, docentes, investigadoras y en todos aquellos campos que dignifican y jerarquizan nuestra Odontología.
EL 8 DE MARZO ESTAREMOS A SU LADO
Juan Carlos Jaitt
Un capítulo aparte, lo constituyen quienes al mismo tiempo desarrollan actividades como dirigentes institucionales, docentes, investigadoras y en todos aquellos campos que dignifican y jerarquizan nuestra Odontología.
EL 8 DE MARZO ESTAREMOS A SU LADO
Juan Carlos Jaitt
martes, 16 de febrero de 2010
CARTA ABIERTA A LA PROFESION ODONTOLOGICA
Juan Carlos Jaitt
Para comprender el proceso salud-enfermedad y aplicar las medidas que lo orienten positivamente, no basta con un abordaje exclusivamente biológico del problema enfocando tán sólo la relación causa-efecto. Sin embargo, la formación del Odontólogo en la mayor parte de las escuelas dentales del Pais, sosos ose ha mantenido poco menos que inmutable al rededor de un criterio basado en la atención de la enfermedad, no vislumbrándose, a través de los sucesivos cambios curriculares, una decisión destinada a torcer el clásico modelo biologicista, de alta tecnología, práctica costosa y escasa preocupación social.
El modelo flexneriano todavía pervive en nuestros planes de estudio, tánto en las facultades públicas cómo privadas, con su clásica concepción biomédica, sin escudriñar en los procesos culturales, sociales, económicos y operativos que se conjugan para un abordaje más abarcativo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La Universidad, institución formadora del recurso humano superior, cumple a menudo su función totalmente divorciada e incoordinada con las áreas relativas a la producción y los servicios, y ambas reñidas con las políticas y los planes gubernamentales que priorizan los factores económicos y de desarrollo nacional.
La producción del conocimiento, su transmisión y la aplicación del mismo, se hallan aisladas y profundamente separadas, lo que implica una falta de inter y transdisciplinariedad que incide en la deficiente formación de un profesional aislado de la realidad que lo circunda, por tanto carente de capacidad crítica y creadora que le permita adquirir responsabilidad social, tomar decisiones y actuar objetivamente para modificarla. Pero ésta no es una función exclusiva e individual del Odontólogo, ni es el profesional aislado quien habrá de doblegar la impronta impuesta por su deficiente formación.
Las instituciones profesionales, sobre quienes recaería la responsabilidad de hacerse cargo de dicha tarea, no hacen más que mirar a otro lado y ayudan a solidificar el modelo impuesto.
La comunidad y los pacientes en particular, esperan que la preparación del profesional sea razonáblemente suficiente como para dar satisfacción a sus requerimientos y preocupaciones personales y sociales, sin embargo, no todos los graduados se hallan capacitados como para mensurar la problemática de la enfermedad mas allá de los clásicos moldes impuestos por el sistema de atención. La expansión científica y tecnológica, la consiguiente tendencia hacia la especialización e inevitáblemente la fragmentación del conocimiento, tienden a crear nuevas expectativas facilitando la manipulación de los sectores de opinión y distorcionan las motivaciones primarias de los pacientes, con lo que se crean nuevas exigencias e inquietudes que realimentan.
La introducción del lucro empresario en la administración de los sistemas médicos, ha creado un nuevo factor de perturbación para el profesional independiente y para el propio nenfermo.
Existe una manifiesta tendencia a encuadrar a los principales proveedores de servicios de salud,bajo la dependencia de grandes corporaciones organizadas específicamente para la cobertura de grupos poblacionales, y al mismo tiempo, se ha acentuado la búsqueda de éstas opciones de trabajo por parte de los nuevos egresados, incapacitados para superar las condiciones socio-económicas que atiendan su desarrollo en forma independiente.
Existe también una creciente influencia sobre el mercado de trabajo y sobre la educación odontológica por parte de los organismos financiadores de los servicios, quienes en su afan por contener la escalada de costos que soportan, van generando sistemas de control de gestión que complican la prestación e intensifican los dilemas eticos de la profesión.
Muchas de nuestras instituciones se allanan a aceptar dichos mecanismos, y en innumerables casos los hacen propios. Una mano de obra dócil, poco exigente y sin organización que los respalde, aumenta la sujeción y dependencia y la torna fácilmente manipuleable en contra de sus propios intereses.
Es por ello, que la fuerza de trabajo emergente del proceso educativo superior, debe contar nó sólo con las armas que le provée la universidad referidas al hecho púramente biológico, sino que debe fincar tambien la obtención de resultados positivos, en la aplicación de un marco conceptual que entienda la enfermedad como un hecho social, y por tanto no debe descuidar el abordaje de los factores ambientales, sociales, familiares y laborales, nó sólo concernientes al paciente, sino tambien aquellos que afectan directamente al recurso humano prestador de los servicios.
Ya no caben dudas que lo social afecta la salud y la enfermedad afecta lo social.
La institución universitaria, con toda la responsabilidad que le cabe en la formación de un recurso profesional apto, no excluye las obligaciones que le competen a otras instituciones profesionales, llámense científicas, gremiales, colegiadas, sindicales o de cualquiera otra naturaleza que cobijan al personal ya formado, y que deben bregar por preservar, mantener e incrementar el prestigio, la conducta y los valores éticos del profesional en particular y de la profesión en general, a los efectos de compatibilizar su compromiso social con su digna subsistencia. No habrá compromiso social de los profesionales, si ven cercenadas sus ansias de progreso ; si su formación científica y técnica los enfrenta a dilemas eticos de difícil solución; si las instituciones que ellos mismos solventan para su jerarquización y su defensa laboral, los entregan desarmados a un mercado de trabajo cada vez mas competitivo, explotador e injusto. Es probable que la Universidad, el Estado y las Instituciones en general, obren con sus miras puestas en el bien común. Pero la historia es el resultado de los actos humanos y nó de las intenciones, y la realidad es más que patética cuando se observa la espiral decadente de nuestra profesión.
Lo lamentable es que muchos de los fogoneros de ésta situación, se transforman en expertos en retórica, que pretenden hacer ver como positivo, aquello que nos ofende y degrada.
Pero lamentáblemente, la escasa preparación gremial de los profesionales y el peso de la situación económica que los agobia, ayuda para que , la endebléz de los argumentos presione sobre las escasas convicciones.
Debemos evitar que la frustración imposibilite encauzarnos hacia un proyecto colectivo. Esto no debe confundirse con un intento corporativo y mucho menos con sobreponer intereses particulares por sobre el interés general.
Como miembros de una profesión de la salud, estamos muy lejos de ello. Pero tambien es cierto, que la lucha que debemos emprender no nos coloca frente a un ideario desprovisto de intereses espúrios. Algunos de esos ideólogos nos hablan del generalista; del profesional al que le asignan el rol de "portero" del sistema, que debe desalentar la consulta al especialista; que debe controlar la sobreprestación y el sobreconsumo; que debe aplicar mecanismos restrictivos para el paciente, todo ello a los efectos de disminuir los costos y aumentar los réditos de las empresas gerenciadoras.
Al mismo tiempo dicha situación genera recelos en la industria tecnológica y farmacoquímica, que desde otro rincon, a través de una publicidad subliminal, y en algunos casos bastante desembozada, intentan influir sobre el paciente que ya no acepta recortes a sus requerimientos.
El dilema resultante, enfrenta así a dos corporaciones distintas y muy poderosas, pero el profesional es un mero expectador de la situación.
No obstante, seguimos aceptando con resignación las imposiciones de uno y otro bando, sin darnos cuenta que la lucha no es por una mejora de la salud de la población, sino por incrementar poder y ganancias, y creyendonos no contaminados en esa lucha, vamos sin embargo perdiendo prestigio, dignidad y consideración de la comunidad, ya que somos nosotros la cara visible y la herramienta actuante que asume ante el enfermo la mayor responsabilidad.
Para que tengamos una idea de hasta donde se nos ha comprometido ante la comunidad, vale la pena urgar en los resultados de la encuesta provincial de salud, que en la Provincia de Buenos Aires se realiza cada diez años aproximadamente.
Tomando el mes de Abril de 1998, en el conurbano, el 50% de los encuestados que se sintieron enfermos en los últimos 15 dias, decidieron no consultar al profesional.
La gravedad de ésta situación no sería tán extrema, si es que diez años antes, no hubiera sido del 26%, y otros diez años atrás, no hubiera sido el 18%. Que más queremos esperar como respuesta comunitaria a nuestra actividad ?.
Nuestro Pais, atraviesa por una grave situación social y por un inusitado índice de pobreza y exclusión . Pero nuestras instituciones profesionales no están siquiera preparadas, ya nó para promover soluciones convenientes, sino para aportar conocimiento y estudios que constituyan un marco referencial o un escenario proyectivo hacia el cual dirigir nuestra acción.
Podemos enumerar algunas de nuestras falencias institucionales :
No sé si en éste momento nos hallamos en un caos o en un laberinto. Preferiría pensar que estamos en el segundo. El laberinto tiene una salida, hay que encontrarla. El caos es la destrucción, y para su reordenamiento se requiere tiempo, esfuerzo y mucho sufrimiento.
Muchos de los que aqui estamos, hemos llegado a una altura de nuestras vidas que, como ya lo manifestara anteriormente, dejamos de ser hijos de nuestro pasado para ser padres de nuestro porvenir, y nadie nos puede despojar de nuestras utopías, palabra que significa "no rendirse a las cosas tal cual ellas son, y luchar por las cosas tal cual como ellas debieran ser". El ensayista Claudio Magris nos advierte al respecto que el destino del hombre y de la humanidad, se parece al de Moisés; que nunca alcanzó la tierra prometida, pero no dejó de caminar en dirección de ella hasta su muerte.
A nuestros dirigentes debemos exigirles tres condiciones indispensables: idoneidad, responsabilidad y conciencia moral. Y nosotros, como profesionales nos debemos exigir conducta, conocimiento, esfuerzo y participación.
Sin éstos valores estamos condenados a un futuro degradante.
NADA SERA DIFICIL SI NOS EMPEÑAMOS EN ENFRENTAR Y COMBATIR LOS DESAFIOS . SOLO PROYECTANDO UN CAMBIO LO VAMOS A TENER.
Juan Carlos Jaitt
Para comprender el proceso salud-enfermedad y aplicar las medidas que lo orienten positivamente, no basta con un abordaje exclusivamente biológico del problema enfocando tán sólo la relación causa-efecto. Sin embargo, la formación del Odontólogo en la mayor parte de las escuelas dentales del Pais, sosos ose ha mantenido poco menos que inmutable al rededor de un criterio basado en la atención de la enfermedad, no vislumbrándose, a través de los sucesivos cambios curriculares, una decisión destinada a torcer el clásico modelo biologicista, de alta tecnología, práctica costosa y escasa preocupación social.
El modelo flexneriano todavía pervive en nuestros planes de estudio, tánto en las facultades públicas cómo privadas, con su clásica concepción biomédica, sin escudriñar en los procesos culturales, sociales, económicos y operativos que se conjugan para un abordaje más abarcativo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La Universidad, institución formadora del recurso humano superior, cumple a menudo su función totalmente divorciada e incoordinada con las áreas relativas a la producción y los servicios, y ambas reñidas con las políticas y los planes gubernamentales que priorizan los factores económicos y de desarrollo nacional.
La producción del conocimiento, su transmisión y la aplicación del mismo, se hallan aisladas y profundamente separadas, lo que implica una falta de inter y transdisciplinariedad que incide en la deficiente formación de un profesional aislado de la realidad que lo circunda, por tanto carente de capacidad crítica y creadora que le permita adquirir responsabilidad social, tomar decisiones y actuar objetivamente para modificarla. Pero ésta no es una función exclusiva e individual del Odontólogo, ni es el profesional aislado quien habrá de doblegar la impronta impuesta por su deficiente formación.
Las instituciones profesionales, sobre quienes recaería la responsabilidad de hacerse cargo de dicha tarea, no hacen más que mirar a otro lado y ayudan a solidificar el modelo impuesto.
La comunidad y los pacientes en particular, esperan que la preparación del profesional sea razonáblemente suficiente como para dar satisfacción a sus requerimientos y preocupaciones personales y sociales, sin embargo, no todos los graduados se hallan capacitados como para mensurar la problemática de la enfermedad mas allá de los clásicos moldes impuestos por el sistema de atención. La expansión científica y tecnológica, la consiguiente tendencia hacia la especialización e inevitáblemente la fragmentación del conocimiento, tienden a crear nuevas expectativas facilitando la manipulación de los sectores de opinión y distorcionan las motivaciones primarias de los pacientes, con lo que se crean nuevas exigencias e inquietudes que realimentan.
La introducción del lucro empresario en la administración de los sistemas médicos, ha creado un nuevo factor de perturbación para el profesional independiente y para el propio nenfermo.
Existe una manifiesta tendencia a encuadrar a los principales proveedores de servicios de salud,bajo la dependencia de grandes corporaciones organizadas específicamente para la cobertura de grupos poblacionales, y al mismo tiempo, se ha acentuado la búsqueda de éstas opciones de trabajo por parte de los nuevos egresados, incapacitados para superar las condiciones socio-económicas que atiendan su desarrollo en forma independiente.
Existe también una creciente influencia sobre el mercado de trabajo y sobre la educación odontológica por parte de los organismos financiadores de los servicios, quienes en su afan por contener la escalada de costos que soportan, van generando sistemas de control de gestión que complican la prestación e intensifican los dilemas eticos de la profesión.
Muchas de nuestras instituciones se allanan a aceptar dichos mecanismos, y en innumerables casos los hacen propios. Una mano de obra dócil, poco exigente y sin organización que los respalde, aumenta la sujeción y dependencia y la torna fácilmente manipuleable en contra de sus propios intereses.
Es por ello, que la fuerza de trabajo emergente del proceso educativo superior, debe contar nó sólo con las armas que le provée la universidad referidas al hecho púramente biológico, sino que debe fincar tambien la obtención de resultados positivos, en la aplicación de un marco conceptual que entienda la enfermedad como un hecho social, y por tanto no debe descuidar el abordaje de los factores ambientales, sociales, familiares y laborales, nó sólo concernientes al paciente, sino tambien aquellos que afectan directamente al recurso humano prestador de los servicios.
Ya no caben dudas que lo social afecta la salud y la enfermedad afecta lo social.
La institución universitaria, con toda la responsabilidad que le cabe en la formación de un recurso profesional apto, no excluye las obligaciones que le competen a otras instituciones profesionales, llámense científicas, gremiales, colegiadas, sindicales o de cualquiera otra naturaleza que cobijan al personal ya formado, y que deben bregar por preservar, mantener e incrementar el prestigio, la conducta y los valores éticos del profesional en particular y de la profesión en general, a los efectos de compatibilizar su compromiso social con su digna subsistencia. No habrá compromiso social de los profesionales, si ven cercenadas sus ansias de progreso ; si su formación científica y técnica los enfrenta a dilemas eticos de difícil solución; si las instituciones que ellos mismos solventan para su jerarquización y su defensa laboral, los entregan desarmados a un mercado de trabajo cada vez mas competitivo, explotador e injusto. Es probable que la Universidad, el Estado y las Instituciones en general, obren con sus miras puestas en el bien común. Pero la historia es el resultado de los actos humanos y nó de las intenciones, y la realidad es más que patética cuando se observa la espiral decadente de nuestra profesión.
Lo lamentable es que muchos de los fogoneros de ésta situación, se transforman en expertos en retórica, que pretenden hacer ver como positivo, aquello que nos ofende y degrada.
Pero lamentáblemente, la escasa preparación gremial de los profesionales y el peso de la situación económica que los agobia, ayuda para que , la endebléz de los argumentos presione sobre las escasas convicciones.
Debemos evitar que la frustración imposibilite encauzarnos hacia un proyecto colectivo. Esto no debe confundirse con un intento corporativo y mucho menos con sobreponer intereses particulares por sobre el interés general.
Como miembros de una profesión de la salud, estamos muy lejos de ello. Pero tambien es cierto, que la lucha que debemos emprender no nos coloca frente a un ideario desprovisto de intereses espúrios. Algunos de esos ideólogos nos hablan del generalista; del profesional al que le asignan el rol de "portero" del sistema, que debe desalentar la consulta al especialista; que debe controlar la sobreprestación y el sobreconsumo; que debe aplicar mecanismos restrictivos para el paciente, todo ello a los efectos de disminuir los costos y aumentar los réditos de las empresas gerenciadoras.
Al mismo tiempo dicha situación genera recelos en la industria tecnológica y farmacoquímica, que desde otro rincon, a través de una publicidad subliminal, y en algunos casos bastante desembozada, intentan influir sobre el paciente que ya no acepta recortes a sus requerimientos.
El dilema resultante, enfrenta así a dos corporaciones distintas y muy poderosas, pero el profesional es un mero expectador de la situación.
No obstante, seguimos aceptando con resignación las imposiciones de uno y otro bando, sin darnos cuenta que la lucha no es por una mejora de la salud de la población, sino por incrementar poder y ganancias, y creyendonos no contaminados en esa lucha, vamos sin embargo perdiendo prestigio, dignidad y consideración de la comunidad, ya que somos nosotros la cara visible y la herramienta actuante que asume ante el enfermo la mayor responsabilidad.
Para que tengamos una idea de hasta donde se nos ha comprometido ante la comunidad, vale la pena urgar en los resultados de la encuesta provincial de salud, que en la Provincia de Buenos Aires se realiza cada diez años aproximadamente.
Tomando el mes de Abril de 1998, en el conurbano, el 50% de los encuestados que se sintieron enfermos en los últimos 15 dias, decidieron no consultar al profesional.
La gravedad de ésta situación no sería tán extrema, si es que diez años antes, no hubiera sido del 26%, y otros diez años atrás, no hubiera sido el 18%. Que más queremos esperar como respuesta comunitaria a nuestra actividad ?.
Nuestro Pais, atraviesa por una grave situación social y por un inusitado índice de pobreza y exclusión . Pero nuestras instituciones profesionales no están siquiera preparadas, ya nó para promover soluciones convenientes, sino para aportar conocimiento y estudios que constituyan un marco referencial o un escenario proyectivo hacia el cual dirigir nuestra acción.
Podemos enumerar algunas de nuestras falencias institucionales :
- No existen bases de datos confiables
- Nohay políticas de salud bucal
- Hay un desperdicio y deficiente administración de los recursos financieros que proveen los profesionales
- No existe ni se promueve la investigación socioepidemiológica y operacional
- Las políticas institucionales son erráticas
- Se ha llevado a la profesión a un debilitamiento creciente de su red de solidaridad
- Los liderazgos son ocasionales y existe una marcada falta de continuidad en las estrategias
No sé si en éste momento nos hallamos en un caos o en un laberinto. Preferiría pensar que estamos en el segundo. El laberinto tiene una salida, hay que encontrarla. El caos es la destrucción, y para su reordenamiento se requiere tiempo, esfuerzo y mucho sufrimiento.
Muchos de los que aqui estamos, hemos llegado a una altura de nuestras vidas que, como ya lo manifestara anteriormente, dejamos de ser hijos de nuestro pasado para ser padres de nuestro porvenir, y nadie nos puede despojar de nuestras utopías, palabra que significa "no rendirse a las cosas tal cual ellas son, y luchar por las cosas tal cual como ellas debieran ser". El ensayista Claudio Magris nos advierte al respecto que el destino del hombre y de la humanidad, se parece al de Moisés; que nunca alcanzó la tierra prometida, pero no dejó de caminar en dirección de ella hasta su muerte.
A nuestros dirigentes debemos exigirles tres condiciones indispensables: idoneidad, responsabilidad y conciencia moral. Y nosotros, como profesionales nos debemos exigir conducta, conocimiento, esfuerzo y participación.
Sin éstos valores estamos condenados a un futuro degradante.
NADA SERA DIFICIL SI NOS EMPEÑAMOS EN ENFRENTAR Y COMBATIR LOS DESAFIOS . SOLO PROYECTANDO UN CAMBIO LO VAMOS A TENER.
viernes, 5 de febrero de 2010
Cincuenta años de ejercicio de la Odontología.
Cuándo cumplí mis primeros cincuenta años de ejercicio profesional,pensé que era una obligación para mi, después de haberme desempeñado en cuanto ámbito institucional se me convocara, dirigirle a mis compañeros de promoción unas
palabras acordes a tán magno acontecimiento. Nó obstante me encontré ante un verdadero dilema.
Por supuesto que no es la primera vez que debo publicar y expresar mis opiniones. Mi condición de docente por más de cuarenta años, y de dirigente institucional, me liberaba de la preocupación por elegir las palabras adecuadas a la oportunidad.
Pero por otro lado, he pensado seriamente si en ésta ocasión tengo algo substancial para decir.
Sin embargo no lo dudé un instante,pues llegué a la conclusión que ésta exposición ante mis pares en la formación y en la profesión, significaba un deber y una responsabilidad cómo ninguna otra, para tratar de hilvanar recuerdos tán
caros a mi espíritu cómo al de mis condiscípulos.
Los colegas y amigos, se percatarán que éstas lineas un tanto desilvanadas, no son más que recuerdos matizados por la imaginación. No es mi deseo reproducir
mecánicamente hechos y acontecimientos pasados, sino recobrar dicho pasado
desde ciertas condiciones anímicas que me rondan en éste presente.
De igual manera estimo que recordar algunos hechos y personas, no significa
olvidar otros, aunque a veces la memoria nos traiciona, y sin duda habrán omisiones que hubiera sido muy grato para muchos de mis colegas poder volcarlas en éste recuerdo jubiloso.
Vaya una especial mención al viejo edificio de la Facultad, guarida de nuestros
comienzos académicos y porqué no, de nuestra mejor juventud. Dicha casa, que
vió y sufrió nuestro trajinar por sus rincones, y que gracias a la benevolencia de
sus autoridades nos ofreció un acto pleno de reconocimiento y de amor a quienes
en su momento significamos el leit-motiv de su existencia.
Hoy, la niebla de los recuerdos distantes, se amalgama con el presente que todavía nos enlaza con nuestra hermosa profesión.
El tiempo, nos hadevorado cincuenta años de nuestras vidas desde aquel lejano
1958, y sin embargo sabemos que no han sido en vano.
Hemos desempeñado, en distintos ámbitos, esta noble profesión a la que llegamos por diferentes motivaciones, pero que sea cual fuere nuestro destino, nuestro derrotero, nuestro éxito, la hemos adoptado como parte de esa vida, y siempre hemos tratado de prestigiarla y dignificarla desde el lugar en que nos
tocó ejercerla.
Hemos construido familias, y en innumerables casos nuestros hijos, tambien optaron por elegir la profesión de su madre o padre, esgrimiendo razones diversas, pero fundamentalmente por haber entendido la absoluta inserción social y comunitaria de su accionar, y de haber internalizado que si bien nuestro
trabajo no constituye un mecenazgo, pues de él vivimos, tambien supieron apreciar que nuestro mayor premio fincaba en la gratitud de nuestros pacientes.
Es cierto tambien que en éstos cincuenta años, hemos tenido que evolucionar y
adecuarnos a los adelantos de la ciencia en general y de la Odontologica en
particular, y someternos también a los cambios sociales y económicos que fueron
moldeando un nuevo modo de ejercicio profesional muy distinto a aquel de nuestros comienzos.
Estas cinco décadas, nos enfrentaron a un inusitado progreso tecnológico,
farmacológico y operacional.
En éste lapso hemos visto desvanecer criterios y conceptos que nos habían transmitido cómo inmutables y hemos debido enfrentar verdaderos desafíos como la epidemia del HIV, los juicios por mala praxis, la atención a través de
sistemas colectivos, el desarrollo de las especialidades, la institucionalización
de la profesión, la garantía de calidad, los aranceles impuestos, las normas de prestación, la recertificación, y fundamentalmente a un cambio substancial en la
percepción que el mundo tiene sobre la salud.
Valga recordar nuestra básica definición de salud que se nos inculcara en el inicio de nuestra carrera, como la " ausencia de enfermedad ", o esa definición casi novelezca de Fernandez Villamil cómo " el silencio de los órganos ".
La O.M.S, dió por tierra en 1978, en Alma Ata con dichos conceptos, cuando la
enunció cómo " el estado completo de bienestar físico, mental y social ", con lo que cambió el paradigma de las profesiones de la salud, y nos demostró a los
Odontólogos que nuestro accionar era tán solo una porción en la batería de
medidas destinadas al mantenimiento de la salud individual y comunitaria, y
también nos introdujo en ese amplio campo representado por la promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Hay tambien una realidad que nos golpea, y es la de ver a los jóvenes colegas
debatirse entre un listado de dilemas y que poco pueden hacer para torcer la
realidad y encontrar un futuro promisorio, a pesar de que en nuestro Pais se destina a la salud un pocentaje del P.B.I digno de mejores resultados y tener que
enfrentarse a un mundo apabullante y extraño de pacientes que reclaman soluciones y que elevan sus quejas ante quienes dan la cara por el sistema, pero nada pueden hacer para cambiarlo.
Todo lo descripto, no debe enervar nuestra capacidad para retener nuestros más
caros recuerdos de aquellos tiempos de ilusión y esperanzas.
Amigos, hemos vencido al tiempo, que como un gigante exhausto nos mira asombrado, maquinando una revancha, que sin duda algún dia llegará para cada
uno de nosotros, y que de hecho ya lo hizo para muchos de nuestros queridos colegas ya desaparecidos, pero como aquel árbol abatido y privado de vida brinda su madera para mejores causas que lo sobrevivirán por siempre, nosotros
dejaremos nuestros hijos en la vida y en la profesión, pero sobre todo, nuestra
experiencia, que habrá de servirles a las futuras generaciones de Odontólogos
para que, en su comunión de conocimientos y de ideales, hagan profesión de fé
sobre la unidad, entendiendo como válida aquella vieja fábula de Tolstoy sobre lo
fácil que resulta doblegar una rama y lo difícil de proceder de la misma manera
sobre un manojo.
Sólo la unidad de la profesión y de sus instituciones, detrás de propuestas claras
éticas, beneficiosas para el bienestar de la población y defensoras del trabajo
profesional, marcará el camino para alcanzar un futuro promisorio.
NADA ES FATAL, SI SE TRABAJA PARA QUE NO LO SEA.
palabras acordes a tán magno acontecimiento. Nó obstante me encontré ante un verdadero dilema.
Por supuesto que no es la primera vez que debo publicar y expresar mis opiniones. Mi condición de docente por más de cuarenta años, y de dirigente institucional, me liberaba de la preocupación por elegir las palabras adecuadas a la oportunidad.
Pero por otro lado, he pensado seriamente si en ésta ocasión tengo algo substancial para decir.
Sin embargo no lo dudé un instante,pues llegué a la conclusión que ésta exposición ante mis pares en la formación y en la profesión, significaba un deber y una responsabilidad cómo ninguna otra, para tratar de hilvanar recuerdos tán
caros a mi espíritu cómo al de mis condiscípulos.
Los colegas y amigos, se percatarán que éstas lineas un tanto desilvanadas, no son más que recuerdos matizados por la imaginación. No es mi deseo reproducir
mecánicamente hechos y acontecimientos pasados, sino recobrar dicho pasado
desde ciertas condiciones anímicas que me rondan en éste presente.
De igual manera estimo que recordar algunos hechos y personas, no significa
olvidar otros, aunque a veces la memoria nos traiciona, y sin duda habrán omisiones que hubiera sido muy grato para muchos de mis colegas poder volcarlas en éste recuerdo jubiloso.
Vaya una especial mención al viejo edificio de la Facultad, guarida de nuestros
comienzos académicos y porqué no, de nuestra mejor juventud. Dicha casa, que
vió y sufrió nuestro trajinar por sus rincones, y que gracias a la benevolencia de
sus autoridades nos ofreció un acto pleno de reconocimiento y de amor a quienes
en su momento significamos el leit-motiv de su existencia.
Hoy, la niebla de los recuerdos distantes, se amalgama con el presente que todavía nos enlaza con nuestra hermosa profesión.
El tiempo, nos hadevorado cincuenta años de nuestras vidas desde aquel lejano
1958, y sin embargo sabemos que no han sido en vano.
Hemos desempeñado, en distintos ámbitos, esta noble profesión a la que llegamos por diferentes motivaciones, pero que sea cual fuere nuestro destino, nuestro derrotero, nuestro éxito, la hemos adoptado como parte de esa vida, y siempre hemos tratado de prestigiarla y dignificarla desde el lugar en que nos
tocó ejercerla.
Hemos construido familias, y en innumerables casos nuestros hijos, tambien optaron por elegir la profesión de su madre o padre, esgrimiendo razones diversas, pero fundamentalmente por haber entendido la absoluta inserción social y comunitaria de su accionar, y de haber internalizado que si bien nuestro
trabajo no constituye un mecenazgo, pues de él vivimos, tambien supieron apreciar que nuestro mayor premio fincaba en la gratitud de nuestros pacientes.
Es cierto tambien que en éstos cincuenta años, hemos tenido que evolucionar y
adecuarnos a los adelantos de la ciencia en general y de la Odontologica en
particular, y someternos también a los cambios sociales y económicos que fueron
moldeando un nuevo modo de ejercicio profesional muy distinto a aquel de nuestros comienzos.
Estas cinco décadas, nos enfrentaron a un inusitado progreso tecnológico,
farmacológico y operacional.
En éste lapso hemos visto desvanecer criterios y conceptos que nos habían transmitido cómo inmutables y hemos debido enfrentar verdaderos desafíos como la epidemia del HIV, los juicios por mala praxis, la atención a través de
sistemas colectivos, el desarrollo de las especialidades, la institucionalización
de la profesión, la garantía de calidad, los aranceles impuestos, las normas de prestación, la recertificación, y fundamentalmente a un cambio substancial en la
percepción que el mundo tiene sobre la salud.
Valga recordar nuestra básica definición de salud que se nos inculcara en el inicio de nuestra carrera, como la " ausencia de enfermedad ", o esa definición casi novelezca de Fernandez Villamil cómo " el silencio de los órganos ".
La O.M.S, dió por tierra en 1978, en Alma Ata con dichos conceptos, cuando la
enunció cómo " el estado completo de bienestar físico, mental y social ", con lo que cambió el paradigma de las profesiones de la salud, y nos demostró a los
Odontólogos que nuestro accionar era tán solo una porción en la batería de
medidas destinadas al mantenimiento de la salud individual y comunitaria, y
también nos introdujo en ese amplio campo representado por la promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Hay tambien una realidad que nos golpea, y es la de ver a los jóvenes colegas
debatirse entre un listado de dilemas y que poco pueden hacer para torcer la
realidad y encontrar un futuro promisorio, a pesar de que en nuestro Pais se destina a la salud un pocentaje del P.B.I digno de mejores resultados y tener que
enfrentarse a un mundo apabullante y extraño de pacientes que reclaman soluciones y que elevan sus quejas ante quienes dan la cara por el sistema, pero nada pueden hacer para cambiarlo.
Todo lo descripto, no debe enervar nuestra capacidad para retener nuestros más
caros recuerdos de aquellos tiempos de ilusión y esperanzas.
Amigos, hemos vencido al tiempo, que como un gigante exhausto nos mira asombrado, maquinando una revancha, que sin duda algún dia llegará para cada
uno de nosotros, y que de hecho ya lo hizo para muchos de nuestros queridos colegas ya desaparecidos, pero como aquel árbol abatido y privado de vida brinda su madera para mejores causas que lo sobrevivirán por siempre, nosotros
dejaremos nuestros hijos en la vida y en la profesión, pero sobre todo, nuestra
experiencia, que habrá de servirles a las futuras generaciones de Odontólogos
para que, en su comunión de conocimientos y de ideales, hagan profesión de fé
sobre la unidad, entendiendo como válida aquella vieja fábula de Tolstoy sobre lo
fácil que resulta doblegar una rama y lo difícil de proceder de la misma manera
sobre un manojo.
Sólo la unidad de la profesión y de sus instituciones, detrás de propuestas claras
éticas, beneficiosas para el bienestar de la población y defensoras del trabajo
profesional, marcará el camino para alcanzar un futuro promisorio.
NADA ES FATAL, SI SE TRABAJA PARA QUE NO LO SEA.
lunes, 1 de febrero de 2010
PRESENTACIÓN.
El motivo de ésta creación, no es otro que el de colaborar al debate de los grandes
problemas que aquejan al ejercicio de la profesión odontológica.
El ejercicio privado liberal, la atención de pacientes socializados o con cobertura prepaga,la salud profesional, la cobertura previsional y de salud, el rol de las
Instituciones Profesionales,la formación de pre y postgrado,y cualquiera otro tema relacionado a los ya descriptos serán expuestos y analizados con objetividad, requiriendo desde ya la participación de Profesionales, Docentes, Dirigentes institucionales etc. con quienes se debatirán todos los temas que sean del interés de la Profesión Odontológica.
Que éste sea nuestro primer acercamiento . Estimo que mi larga experiencia en los temas a abordar y mi convencimiento que existen posibilidades de cambio y mejoramiento de los paradigmas impuestos hasta el presente,requerirán tambien de las opiniones, ideas y propuestas que surjan de éste intercambio que hoy se inicia. Febrero 1° de 2010.
ANTECEDENTES EN LAS AREAS EDUCATIVA Y PROFESIONAL.
Doctor Juan Carlos Jaitt
Odontólogo Doctor en Odontología Profesor Regular Titular ( F.O.U.B.A )
Ex Secretario de Supervisión Administrativa ( F.O.U.B.A )
Ex Director de la Carrera de Especialistas en Cirugia y Traumatología Bucomáxilofacial (F.O.U.B.A) Ex Presidente del Consejo Superior del Colegio de Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires Ex Presidente de la Caja de Seguridad Social para Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires
Ex Presidente del Círculo Odontológico de Lanús Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía y Traumatología Bucomáxilofacial
Ex Vocal de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Bucal
Ex miembro de la Comisión de Carrera Hospitalaria del Ministerio de Bienestar Social de la Provincia de Buenos Aires
Ex Asesor y miembro de Comisiones científicas, gremiales, de relaciones públicas, de ejercicio ilegal, de odontología sanitaria, de prensa y difusión, de
especialidades, de turismo y recreación, de salud pública, de aranceles, de redacción de anteproyectos, de nomencladores, de relaciones laborales, de asuntos universitarios, de docencia-asistencia, de relaciones intersocietarias,
de salud profesional y riesgo laboral del Odontólogo, de asesoramiento edilicio e infraestructura, de investigación, de servicios hospitalarios, de posgrado, de presupuesto, de planificación curricular, de práctica odontológica, de
acreditación, de recertificación, de educación superior, de evaluación de programas, de evaluación de facultades, de reformas educativas, de ética de
asignación de recursos, de transferencia tecnológica, y de reválida de títulos en
Instituciones de nivel universitario, profesional y gremial de la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, nacionales e internacionales.
Presidente del Primer Congreso Socioeconómico del Colegio de Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires.
Presidente de la 5a Reunión de Cirujanos Bucales de la República Argentina.
Tesorero de la 11a Conferencia de la International Association of Oral and
Maxillofacial Surgeons.
Ex miembro del Consejo Federal de la Salud Participación en reuniones y
foros docentes en el Pais y en el extrangero.
Ex Vocal de la Organización de Facultades y Escuelas de Odontología de la Union
de Universidades de América Latina.
Presidente de la 7a Conferencia de la O.F.E.D.O-U.D.U.A.L.
Ex Asesor y Miembro de Grupos de Trabajo sobre evaluación de Facultades y
Ejercicio Profesional de la Organización Panamericana de la Salud.
34 publicaciones sobre Educación Dental y Ejercicio Profesional y numerosos
cursos y conferencias dictadas sobre dicha temática.
problemas que aquejan al ejercicio de la profesión odontológica.
El ejercicio privado liberal, la atención de pacientes socializados o con cobertura prepaga,la salud profesional, la cobertura previsional y de salud, el rol de las
Instituciones Profesionales,la formación de pre y postgrado,y cualquiera otro tema relacionado a los ya descriptos serán expuestos y analizados con objetividad, requiriendo desde ya la participación de Profesionales, Docentes, Dirigentes institucionales etc. con quienes se debatirán todos los temas que sean del interés de la Profesión Odontológica.
Que éste sea nuestro primer acercamiento . Estimo que mi larga experiencia en los temas a abordar y mi convencimiento que existen posibilidades de cambio y mejoramiento de los paradigmas impuestos hasta el presente,requerirán tambien de las opiniones, ideas y propuestas que surjan de éste intercambio que hoy se inicia. Febrero 1° de 2010.
ANTECEDENTES EN LAS AREAS EDUCATIVA Y PROFESIONAL.
Doctor Juan Carlos Jaitt
Odontólogo Doctor en Odontología Profesor Regular Titular ( F.O.U.B.A )
Ex Secretario de Supervisión Administrativa ( F.O.U.B.A )
Ex Director de la Carrera de Especialistas en Cirugia y Traumatología Bucomáxilofacial (F.O.U.B.A) Ex Presidente del Consejo Superior del Colegio de Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires Ex Presidente de la Caja de Seguridad Social para Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires
Ex Presidente del Círculo Odontológico de Lanús Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía y Traumatología Bucomáxilofacial
Ex Vocal de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Bucal
Ex miembro de la Comisión de Carrera Hospitalaria del Ministerio de Bienestar Social de la Provincia de Buenos Aires
Ex Asesor y miembro de Comisiones científicas, gremiales, de relaciones públicas, de ejercicio ilegal, de odontología sanitaria, de prensa y difusión, de
especialidades, de turismo y recreación, de salud pública, de aranceles, de redacción de anteproyectos, de nomencladores, de relaciones laborales, de asuntos universitarios, de docencia-asistencia, de relaciones intersocietarias,
de salud profesional y riesgo laboral del Odontólogo, de asesoramiento edilicio e infraestructura, de investigación, de servicios hospitalarios, de posgrado, de presupuesto, de planificación curricular, de práctica odontológica, de
acreditación, de recertificación, de educación superior, de evaluación de programas, de evaluación de facultades, de reformas educativas, de ética de
asignación de recursos, de transferencia tecnológica, y de reválida de títulos en
Instituciones de nivel universitario, profesional y gremial de la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, nacionales e internacionales.
Presidente del Primer Congreso Socioeconómico del Colegio de Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires.
Presidente de la 5a Reunión de Cirujanos Bucales de la República Argentina.
Tesorero de la 11a Conferencia de la International Association of Oral and
Maxillofacial Surgeons.
Ex miembro del Consejo Federal de la Salud Participación en reuniones y
foros docentes en el Pais y en el extrangero.
Ex Vocal de la Organización de Facultades y Escuelas de Odontología de la Union
de Universidades de América Latina.
Presidente de la 7a Conferencia de la O.F.E.D.O-U.D.U.A.L.
Ex Asesor y Miembro de Grupos de Trabajo sobre evaluación de Facultades y
Ejercicio Profesional de la Organización Panamericana de la Salud.
34 publicaciones sobre Educación Dental y Ejercicio Profesional y numerosos
cursos y conferencias dictadas sobre dicha temática.
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