jaitt odonto social

jaitt odonto social
Que una sonrisa feliz sea nuestro mejor premio
Powered By Blogger

martes, 6 de junio de 2017

PORQUÉ EL BLANQUEAMIENTO DE DIENTES ?

Antes de abordar el tema, quiero dejar flotando algunos interrogantes que, tánto pacientes como odontólogos, debieran hacerse previo al planteo de un tratamiento destinado al blanqueamiento dental.

1.- Es en realidad un signo de distinción el color blanco de los
     dientes ?
2.- Puede un color extremádamente blanco resultar chocante con
     algunos colores de tez ?
3.- Es totálmente innócuo el procedimiento de blanqueamiento ?
4.- Es duradero el efecto conseguido con la técnica ?
5.- Puede un individuo manejar la técnica en forma autónoma sin
     monitoreo profesional ?
6.- Existen indicaciones precisas para el blanqueamiento dental ?
7.- Es su costo un impedimento para su realización ?
8.- Puede resultar chocante a la vista un color demasiado blanco
     que alerta al observador sobre algo artificial ?

Todas éstas preguntas pueden responderse con argumentos positivos o negativos, según la interpretación de cada uno.
Pero lo que sí es aceptado sin medias tintas, es que el blanqueamiento dentario constituye un procedimiento no terapéutico, pero sí atinente al "embellecimiento"   al que cada cual aspira sobre la base de su ideario personal, tal como sucede con la cirugía estética, la lipoaspiración, los aditamentos conocidos como piercing y otros que pululan por ahí.
El blanqueamiento dental no es un procedimiento novedoso.  Cuando cursaba la carrera de odontología en la U.B.A a mediados del siglo pasado, ya en la entónces cátedra de Farmacología, Terapéutica e Higiene se nos instruía sobre una técnica para el tratamiento del diente veteado o moteado, que es una afección que se caracteriza por un color pardo de los dientes, como consecuencia de la presencia de fluor en exceso en el agua proveniente de fuentes naturales.
Los histólogos y anatomopatólogos, nos dicen que el color de los dientes radica en el tejido interno llamado dentina ( no confundir con el color derivado de la pigmentación del esmalte por acción del tabaco o de otras sustancias, que es superficial ). El esmalte, que recubre la dentina, es la parte visible del diente, y es mas bien translúcido dejando filtrar el color dentinario.
Es por ese motivo, que aquel tratamiento al que me refiero, si bien se basaba en la utilización de un compuesto químico a base de hipoclorito de calcio o de sodio, al que se llamaba Caporit, requería para su acción, eliminar una capa superficial del esmalte para permitir la llegada del producto a la dentina.


DISTINTOS


                             TIPOS

DE



DIENTE

                     VETEADO


La acción blanqueadora se fincaba en su poder oxidante, y el procedimiento se llevaba a cabo con un aislamiento relativo de la zona, pues al desprenderse el oxígeno, podía provocar lesiones en los tejidos blandos. Cabe consignar que el uso de éste producto,
( solo en los dientes veteados, de los que pueden observarse cuatro gradaciones en las fotos que anteceden ), no hacía más que trasladar a los dientes, la acción químico-física que ya se le conocía desde antaño para el blanqueamiento de telas y algún otro empleo industrial.
Años mas tarde, el caporit es reemplazado por otro producto químico, oxido-reductor, que también ya se usaba en medicina como agente desinfectante, y en la industria se aplicaba como blanqueador textil, del algodón, de la pulpa de papel, de carnes rojas y blancas, de quesos, huesos y en la elaboración de aceites vegetales. Ese producto, no es otro que el peróxido de hidrógeno
( vulgarmente agua oxigenada ), y ofrece más seguridades que el hipoclorito ( emparentado con la lejía o lavandina ).
En éste caso, no es el diente veteado el sujeto del tratamiento, sino símplemente los dientes de color amarillento o grisáceo otorgado por el núcleo dentinario, o aquellos en que el esmalte se encuentra decolorado ( nó manchado ).
Vale la pena mencionar, que durante muchos años se recomendaron productos abrasivos como el bicarbonato de sodio, las cáscaras de limón o naranja, las cenizas etc., todos ellos empleados a través del frotamiento de la superficie dentaria, lo que producía habituálmente un deterioro del esmalte dental.
Tánto el peróxido de hidrógeno, como su sustituto el peróxido de carbamida ( que es peróxido de hidrógeno con el agregado de urea, que lo haría menos agresivo(?) ), son los productos que hoy se emplean para el blanqueamiento, pero sin desgastar la superficie del esmalte, y aprovechando la permeabilidad ( escasa ) que ofrece el mismo para llegar a la dentina.
En algunas oportunidades, el procedimiento que lleva a cabo el odontólogo, se complementa con un tratamiento ambulatorio que el propio paciente realiza en su casa, con lo que se intenta reforzar su acción. Este autotratamiento, puede resultar peligroso en la medida que no esté monitoreado por el profesional y quede librado a la voluntad del paciente.
La duración de los efectos blanqueadores, oscila entre uno y dos años, pudiéndose repetir sin problemas.
El blanqueamiento, no es aconsejable en dientes sensibles ( comúnmente en un 80 % de los casos suele dejar una cierta sensibilidad por un tiempo ), en presencia de caries o restauraciones, cuando existen prótesis fijas o carillas en los dientes vecinos, en embarazadas ( no hay evidencias publicadas ), en pacientes con atrición, en dientes oscurecidos por el uso de medicamentos ( tetraciclinas administradas en niños durante la fase de formación del diente ) y en hipoplasias congénitas del esmalte.
El blanqueamiento dental, en fin, es un procedimiento no demasiado costoso ( 100 a 200 dólares en nuestro país ), que tiende a satisfacer requerimientos estimados como estéticos por los demandantes. 
En conclusión, resulta conveniente remarcar algunos aspectos colaterales del blanqueamiento dental.
Los procedimientos empleados habituálmente pueden provocar daños tales como sensibilidad en los dientes, lesión en sus raices, quemaduras en los tejidos blandos vecinos y hasta desvitalización de la pulpa dental. 
También conviene remarcar que el éxito del tratamiento se obtiene en un 90 % de los casos, respondiendo más efectivamente los dientes amarillentos que los amarronados.
 El profesional debe aconsejar su empleo cuando estén dadas las condiciones, sin olvidar que el excesivo color blanco de los dientes no es natural, y en algunos casos, una sonrisa blanqueada, impacta negatívamente en la imágen que refleja ante la gente. En cuanto al blanqueamiento llevado a cabo por el propio individuo, no es aconsejable el empleo del peróxido en proporciones que superen el 0.1 % de concentración, tal como ya lo determinan algunas legislaciones como la española, y las de mayor concentración con las que pueden obtenerse mejores resultados, su aplicación queda restringida al profesional odontologo sin exclusión alguna.









No hay comentarios:

Publicar un comentario