El 15 de julio de 2009, en su reunión de Rio de Janeiro, la Federación Odontológica Latinoamericana, a propuesta de Argentina, instauró el día del epígrafe, tomando aquel en que se conmemora el nacimiento de Julio Santana Garay, distinguido estomatólogo cubano, y en reconocimiento a su labor como docente, investigador y promotor de una conciencia preventiva en los profesionales de Latinoamérica y el mundo.
La importancia de éste recordatorio a la comunidad, estriba en que sólo el 15% de los cánceres bucales, es detectado en sus etapas precoces, y el 85% restante, en períodos avanzados.
Los tumores malignos de la cavidad oral representan el 4% del total; en nuestro país se producen entre 2.000 y 3.000 casos por año con 2 muertes diarias.
La sobrevida luego de 5 años de diagnosticada la lesión, es del 34%. El cáncer del piso de la boca, produce un óbito del 91%.
A los efectos de su prevención, deben tenerse en cuenta como causales directas o concomitantes, el abuso de alchol y de tabaco, la mala higiene bucal, las caries sin tratamiento y las prótesis desadaptadas o mal confeccionadas, éstas dos últimas causas a través del trauma que generan sobre los tejidos blandos. Tampoco debe desestimarse la acción del virus del papiloma humano (HPV), el mismo que produce el cáncer del cuello uterino. Se lo asocia al cáncer de base de lengua, ingresando a través de la práctica del sexo oral entre personas infectadas, produciendo linfomas o sarcomas de Kaposi.
Como en todos los tumores malignos, el trípode en que se basa el accionar ante éste tipo de patologías es el siguiente :
SOSPECHA PRECOZ
DIAGNÓSTICO EXACTO
TRATAMIENTO OPORTUNO
Entre las medidas indispensables de
carácter profiláctico, debemos privilegiar
la higiene bucal y la consulta periódica
al Odontólogo.
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