La ausencia de estudios y estadísticas, o por lo menos, su escasa disponibilidad, que exhiban cifras reales y universalmente aceptadas por los especialistas en nuestro pais, determina que todas la publicaciones respecto del tema, carezcan de verosimilitud y exactitud, razón por la cual resulta extremádamente difícil obtener conclusiones válidas, y por tanto, apuntar a la proposición de soluciones viables.
Los datos actuales sobre el gasto global en salud en la República Argentina, se obtienen generalmente por una sumatoria de los gastos en los distintos subsectores, el estatal, la seguridad social y el privado. Tomando las estimaciones disponibles en los medios de difusión y en informes técnicos de distintos organismos del sector salud, tánto públicos ( ministerios, secretarías ), cómo privados ( internacionales cómo el Banco Mundial, la O.M.S o nacionales cómo las consultoras, instituciones médicas etc. ), puede observarse que la economía de la salud en Argentina, expone una realidad controversial con fuertes disparidades en la cobertura poblacional.
Tomando cifras redondas, sobre una población de 40 millones de personas, la distribución del mercado de la salud, en el que se gastan 100.000 millones de pesos anuales, se puede estructurar en el siguiente cuadro:
Obras sociales provinciales 6.300.000 personas
Obras sociales nacionales 14.500.000 personas
Jubilados ( PAMI ) 4.000.000 personas
Entes privados ( prepagas
mutuales, seguros ) 4.600.000 personas
Sin cobertura ( asistidos en
hospitales públicos ) 17.300.000 personas
De las cifras expuestas, se puede inferir que casi
6.500.000 personas poseen doble cobertura.
En cuanto a la distribución del gasto, las cifras que se manejan son las siguientes:
Seguridad Social $ 29.000.000.000
Pami $ 9.000.000.000
Estado $ 29.000.000.000
Prepagas $ 12.000.000.000
Otros $ 21.000.000.000
De lo expuesto, y en base a los números proporcionados por el Estado, puede decirse que el gasto en salud ronda el 9.6% del PBI, que el 43 % de la población no posee cobertura y debe recibir atención de su salud a través de la estructura del sistema público que cuenta con el 29 % de los recursos financieros, y que el gasto por habitante es de 658 dólares.
Si analizamos fríamente las cifras, se puede concluir que el gasto( o inversión ) en salud como porcentaje del PBI, se ubica en sintonía con los paises más desarrollados del orbe ( 10 al 12 % ), y llega a duplicar o triplicar a los paises de la región con idéntico índice de desarrollo que el nuestro.
Basta con mencionar el gasto per-cápita de algunos de dichos paises americanos, para darnos cuenta de de dicha disparidad;
Uruguay u$s 653 p/c
Chile u$s 336 p/c
Mexico u$s 311 p/c
Costa Rica u$s 273 p/c
Brasil u$s 267 p/c
Venezuela u$s 233 p/c
Paraguay u$s 112 p/c
Perú u$s 100 p/c
Bolivia u$s 67 p/c
Sin embargo, pareciera que dicha inversión, no se corresponde con los resultados esperables y posibles.
La mortalidad infantil en menores de 5 años, es del 13 por mil, que casi duplica a la de Chile ( 7 por mil ) y está por encima de la de Brasil (10 por mil )
La relación entre inversión en salud y esperanza de vida es una ecuación que tambien merece ser analizada. El pais posee una esperanza de vida que ronda los 75 años, y se compadece con la aceptación teórica que a mayor inversión, más alta es la expectativa de vida. Brasil, que destina el
8.4 % de su PBI, tiene una expectativa de 73.3 años. Sin embargo Chile, que destina un 6 % de su PBI, posee una tasa de 78 años.
No caben dudas que dicho resultado, tiene mucho que ver con una inadecuada distribución de los recursos, y hasta con un derroche, que no siempre obedece a causas asociadas a la corrupción o la mala administración, y naturalmente no siempre se halla ligada al sector salud exclusivamente. Existen otros servicios como el agua potable, la eliminación de excretas, la vivienda digna, las condiciones de trabajo etc. que tambien inciden en los índices de salud, pero en éste caso estamos analizando los recursos que se aplican a la prevención, recuperación y rehabilitación de la misma, y al respecto, no debemos olvidar algunas razones que contribuyen a enervar su rendimiento , cómo el sobreconsumo y la desigual aplicación de los recursos ligada a causas estructurales y hasta jurídicas.
En un radio de 60 Km. del Congreso Nacional, se concentra el 65 % de la tecnología médica y de los recursos humanos.
La medicina defensiva, deriva recursos no precisamente para mejorar los índices de salud, sino a evitar los juicios por mala praxis, cuyos montos en demandas representan un despilfarro de casi 5.000 millones de pesos por año, con lo que cada argentino aporta mas de 120 pesos para solventar los juicios, representando la judicialización de la práctica casi el 4 % del gasto total en salud.
La sobreprestación en estudios diagnósticos y en prescripción de medicamentos, tambien es una respuesta no querida que obedece a las mismas razones expuestas y a una sobredemanda de los propios pacientes. Se recetan en el pais, un 41 % más de medicamentos de los que aconseja el criterio clínico. Vale recordar tambien, que el sobreempleo farmacológico, conlleva un incremento en las reacciones no deseadas, y que ya hace más de 20 años, la OMS advirtiera que por cada dolar que se gasta en el mundo en medicamentos, se emplean 0.80 ctvs. para paliar las complicaciones y efectos adversos de su uso.
En la práctica odontológica, los tratamientos con tecnología costosa, han experimentado un incremento desmesurado en perjuicio de los procedimientos conservadores y preventivos, y si tenemos en cuenta, que el gasto odontológico representa casi el 10 % del gasto total en salud, podemos concluir que dicha masa de recursos, debiera obtener resultados en salud bucal muy superiores a los que se observan, y que marcan diferencias apreciables con paises que invierten mucho menos dinero, pero que enfocan la salud bucal desde un ángulo distinto al nuestro.
En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
sábado, 26 de marzo de 2011
domingo, 20 de marzo de 2011
miércoles, 16 de marzo de 2011
SE HA IDO JUAN CARLOS GIAMMARIA
El 13 de Marzo de 2011, hemos perdido a un honesto directivo institucional.
En mi largo peregrinar por las instituciones odontológicas del pais, y en especial en la Federación, la Caja y el Colegio de la Provincia de Buenos Aires, tuve la satisfacción de conocer a mucha gente. Tambien pude alternar y compartir mis tareas directivas, con dirigentes de distinto nivel.
Entre ellos, conocí a un colega que no se destacaba por la ampulosidad de sus gestos y opiniones ni por su fuerza expresiva, pero, dentro de su humildad y respeto por las ideas ajenas, se podía entrever un espíritu sano, sin ideologismo, cuyo interés primordial era el respeto por las instituciones, y el de representar dignamente a sus colegas.
Juan Carlos Giammaría, de quien hablo, se ha ido del mundo terrenal, pero todos recordaremos su bonhomía, su don de gentes, y su permanente disposición al trabajo en beneficio de la profesión, que lo recordará por mucho tiempo, con el cariño que supo grangearse durante su vida.
Juan Carlos Jaitt
En mi largo peregrinar por las instituciones odontológicas del pais, y en especial en la Federación, la Caja y el Colegio de la Provincia de Buenos Aires, tuve la satisfacción de conocer a mucha gente. Tambien pude alternar y compartir mis tareas directivas, con dirigentes de distinto nivel.
Entre ellos, conocí a un colega que no se destacaba por la ampulosidad de sus gestos y opiniones ni por su fuerza expresiva, pero, dentro de su humildad y respeto por las ideas ajenas, se podía entrever un espíritu sano, sin ideologismo, cuyo interés primordial era el respeto por las instituciones, y el de representar dignamente a sus colegas.
Juan Carlos Giammaría, de quien hablo, se ha ido del mundo terrenal, pero todos recordaremos su bonhomía, su don de gentes, y su permanente disposición al trabajo en beneficio de la profesión, que lo recordará por mucho tiempo, con el cariño que supo grangearse durante su vida.
Juan Carlos Jaitt
martes, 15 de marzo de 2011
ECONOMÍA DE LA SALUD BUCAL
Así cómo siempre se dijo, que la salud no tiene precio pero la medicina tiene un costo, tambien es una constante, la opinion que el gasto en salud en realidad no es "gasto", sino una inversión.
Estas dos expresiones, tán ciertas, no dejan de ser verdaderos silogismos dialécticos, y en realidad, la salud, es tambien una variable bajo análisis de la ciencia económica, pues en su atención se ponen en juego recursos de distinto órden, pero que en última instancia, se financian con dinero.
El sistema de salud en Argentina, se encuentra en un proceso de transición permanente, desde lo que se llamó " Modelo pluralista de planificación descentralizada ", vigente entre 1955 y 1989, y un nuevo modelo organizativo que se halla en desarrollo. Los cambios económicos que se gestaron a partir de la hiperinflación de 1989, desencadenaron tambien nuevos paradigmas y comportamientos en los escenarios y estrategias del Sistema de salud, los que segun Arce, pueden sintetizarse en :
1.- La autoridad sanitaria estatal.
a) transferencia de los establecimientos hospitalarios a la órbita provincial ( descentralización ), con participación del financiamiento externo.
b ) centralización en la planificación y asistencia técnica, conservando algunas instituciones que participan en la vigilancia epidemiológica, producción de insumos y fiscalización tecnológigca medicamentaria y alimentaria.
2.-Administración de los hospitales públicos.
Se ha caracterizado a los establecimientos públicos cómo " empresas públicas de servicios ", subsidiando la demanda de enfermos carentes de cobertura y apoyando programas preventivos y educativos.
3.- El sistema de Obras Sociales.
Se tiende a la desregulación de los entes creados por la ley 18.610 y sus modificatorias, desalentando la fragmentación del sistema, asegurando su viabilidad económica, fijando un programa médico obligatorio (PMO) y subsidiando alguna demanda de sectores excluidos.
4.- Sector Privado.
Se tratará de lograr una legislación ( hasta ahora ausente ), para la integración horizontal y vertical de las empresas de pre-pago, las que mantendrían los mecanismos de capitación y de pagos por prestaciones. Se promoverán tambien las redes de profesionales nucleados en sus instituciones gremiales que, regidas por los propios agentes de salud, celebren contratos por capitación, cartera fija, pago por prestaciones etc.
En dicho escenario de prestaciones y financiación, se tiende al establecimiento de modalidades de evaluación y control de gestión, que ya hemos analizado en una entrada anterior.
La racionalización de los recursos de salud, es todavía un tema pendiente, tanto en lo atinente al area financiera como a los recursos humanos.
Un nuevo modelo debe alentarse, sobre la base de la distribución racional del gasto en salud, que respete y fomente la equidad del sistema.
Esta equidad, debe fundarse en la proporcionalidad que debe garantizar:
1. LA IGUALDAD, que promueva la prestación equivalente entre los casos que implican situaciones semejantes.
2. LA INTERSECTORIALIDAD, que debe inducir las distintas acciones en perspectiva financiera, geográfica, tecnológica, etaria, y poder económico.
Todo ello, enmarcado en un modelo que privilegie la eficiencia (uso racional de los recursos disponibles), la calidad (aplicación del conocimiento disponible con el mejor resultado posible), y la sostenibilidad del sistema.
Dicha totalidad comporta un valor ético, en tanto sirva para el acceso igualitario a los bienes y servicios. Lo que no debe alentarse es el eficientismo, que es expulsor y excluyente, y se constituye en un fundamentalismo economicista, en cuyo escenario, el crecimiento económico deja de ser un medio, para constituirse en un fin.
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viernes, 11 de marzo de 2011
LA SALUD BUCAL EN ARGENTINA
Sin duda alguna,las políticas de salud en nuestro Pais han respondido más que a las necesidades de la población, a las pautas dictadas y promovidas por las burocracias internacionales, nó tanto de aquellas afines a la salud ( O.P.S, O.M.S etc. ), cómo de ciertos organismos de crédito. Su influencia ha sido tán poderosa ( aportaciones, subsidios, asistencia financiera etc. ), que el accionar de las instituciones formadoras del recurso humano, y de entidades profesionales de distinto órden, ha convalidado dichos modelos, en los que el enfoque social, ha estado siempre ausente.
Lo que se dió en llamar " Modelo social de prácticas de salud ", definido cómo (" el conjunto de prácticas, habitos, conductas e intereses, que instalados en la sociedad tienen una influencia decisiva en la salud de la población y los individuos y que, incluyendo al componente formal del sistema de salud, lo exceden conformando una realidad más compleja y menos lineal, que jerarquiza caminos alternativos y complementarios a aquellos tenidos cómo " tradicionales " para cuidar, recuperar y promover la salud "), ha chocado con la práctica clásica y tradicional.
Hemos escuchado en muchas ocasiones, que al modelo tradicional había que oponerle un modelo innovador. En realidad ello es sólo una apuesta más ficticia que real.
Tradición no significa hacer siempre lo mismo, sino hacer siempre lo mejor. Innovación, no es el cambio por el cambio; es cambiar para mejorar.
Por lo tanto, ambos modelos tienden a lo mismo con algunas diferencias metodológicas.
Lo que se dió en llamar " Modelo social de prácticas de salud ", definido cómo (" el conjunto de prácticas, habitos, conductas e intereses, que instalados en la sociedad tienen una influencia decisiva en la salud de la población y los individuos y que, incluyendo al componente formal del sistema de salud, lo exceden conformando una realidad más compleja y menos lineal, que jerarquiza caminos alternativos y complementarios a aquellos tenidos cómo " tradicionales " para cuidar, recuperar y promover la salud "), ha chocado con la práctica clásica y tradicional.
Hemos escuchado en muchas ocasiones, que al modelo tradicional había que oponerle un modelo innovador. En realidad ello es sólo una apuesta más ficticia que real.
Tradición no significa hacer siempre lo mismo, sino hacer siempre lo mejor. Innovación, no es el cambio por el cambio; es cambiar para mejorar.
Por lo tanto, ambos modelos tienden a lo mismo con algunas diferencias metodológicas.
Las prestaciones de salud, tánto en los niveles público, privado o de la seguridad social, deben tender precisamente a mejorar los estándares de salud, con independencia de su ubicación en un modelo, o en un conjunto de prácticas relacionadas a políticas partidistas. La promoción , la prevención, la restauración y la rehabilitación de la salud, no son banderas o estandartes facciosos, sino entidades concurrentes cuyo único objetivo, es obtener niveles de salud compatibles con un estilo de vida que privilegie lo social sobre lo individual, lo equitativo sobre lo inícuo, la igualdad sobre la exclusión.
En las futuras entradas, iremos disecando el
" Sistema de salud " que opera en nuestro pais, aunque pondremos el acento en las distintas etapas que, desde la formación profesional, hasta el ejercicio pleno, se visualizan en la profesión odontológica, temas que no abordaremos en forma separada, sino que serán enfocados como un todo, desde los aspectos más elementales hasta los problemas más complejos.lunes, 7 de marzo de 2011
SEMANA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Este es mi modesto homenaje, a las esforzadasas mujeres que, sin desatender sus tareas hogareñas, aportan a la sociedad su trabajo y su sabiduría.
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Dia internacional de la mujer
martes, 1 de marzo de 2011
SEGURIDAD SOCIAL Y ODONTOLOGIA
Como ya lo mencionáramos en párrafos anteriores, la población mayor de 65 años aumentará en el mundo a un ritmo tal, que superará a la menor de 5 años, y representará para los paises un verdadero desafío el cubrir los costos de sus jubilaciones y pensiones. Al mismo tiempo, si no aparecen modelos terapéuticos y terapias farmacoquímicas que minimicen los gastos médicos de dicha franja etaria, los costos serán astronómicos.
No debemos olvidar que sólo el costo del tratamiento de los enfermos con Alzheimer en el mundo, asciende ya a los 600.000 millones de dólares por año.
La disposición de mas tiempo libre, y el ansia por ocuparlo por parte de ésta población, habrá de determinar sin duda la aparición de nuevas opciones tecnológicas y productos destinados a llenar ese vacío. Pero el problema radicará en que dicha demanda no irá pareja con su satisfacción, en la medida que el poder adquisitivo de los jubilados, se estrecha cada vez más, y concluirá siendo un mercado muy limitado si los gobiernos no aplican medidas para universalizar el empleo de dichas herramientas.
En nuestro pais, el problema no ha de ser menor.
La vejez nunca se ha encarado como tema prioritario, y las respuestas esporádicas responden a intereses políticos que usan electoralmente a los mayores, pero los problemas sociales y de salud no tienen respuesta.
Los paises desarrollados, tratan de paliar el desfasaje entre las franjas etarias, recibiendo inmigración jóven, lo que a su vez les acarrea innumerables problemas de tipo social, y en muchos casos, se hallan imposibilitados de ofrecerles empleo a todos ellos.
En nuestro pais, la innmigración decayó desde el 30% de la población en 1914, a menos del 3% en la actualidad, y es generalmente un conjunto humano carente de remuneraciones en blanco y de cobertura social, que lo transforma en un débil soporte para el sistema de seguridad social.
Así la base solidaria del sistema será insuficiente, no ya por falta de voluntad, sino por carencia de recursos, y los que hoy constituyen la población pasiva, deberán continuar trabajando hasta el límite de sus fuerzas, y ello acotará aún más el mercado de trabajo de los jóvenes. Pero los pacientes, demandarán servicios eficientes no siempre al alcance de los profesionales mayores. Los odontólogos no somos inmunes a los males que generalmente aquejan a las otras personas ( demencia, Parkinson, ACV ) y otros problemas del envejecimiento. Nuestros pacientes pedirán protección, los seguros incrementarán sus primas, y se crearán organismos y mecanismos que determinarán la competencia de los profesionales, quienes por razones físicas o intelectuales, ya no recurren asíduamente a la educación contínua, y ha de ser razonable, no tanto la restricción abrupta del ejercicio en forma obligada, cómo alentarlos a hacerlo en forma voluntaria, con lo que, de hecho, se incrementará el número de derechohabientes en la seguridad social.
El alargamiento de la vida, es generalmente en nuestros paises, más acelerado que el crecimiento de las economías, lo que repercutirá en los ingresos de los mayores, y tambien de los jóvenes, que quedarán marginados del mercado de trabajo.
En el caso de nuestro sistema previsional provincial, los odontólogos enfrentaremos tambien un verdadero desafío, y será imperioso recurrir a estudios serios, y a disponer de dirigentes iluminados que asuman con responsabilidad la sustentabilidad financiera de nuestra caja.
Pero el desafío no sólo atañe a los directivos de los organismos de seguridad social. Habrá que replantearse la escalada de creación de facultades de odontología que se ha producido en éstos últimos 20 años, casi todas privadas, y que ensancha cada vez más la brecha entre los índices de crecimiento poblacional y de matrícula profesional.
Basta con repasar los índices de relación odontólogo/población. Hace poco mas de 30 años, la relación era de un odontólogo cada 1.295 habitantes. El último censo, determinó una población de 40 millones, y una matrícula de 53.000 odontólogos, lo que nos dá una relación de 1 por 754 , con algunas ciudades en las que la relación es muy inferior, cómo Buenos Aires en la que es de 1 en 121 habitantes. Si a ello le sumamos una constante feminización de la profesión, lo que determina un retiro anticipado y un aporte económico al sistema inferior, en virtud de los horarios de trabajo más restringidos, y en general por una necesidad menos acuciante que la del profesional masculino.
Los efectos de no adoptar políticas adecuadas, pueden resultar devastadores para nuestros jubilados, mas aún, que ya resulta cada vez más lejano,el costearse un retiro digno con los frutos del ahorro individual en la etapa productiva.
El futuro que nos espera es incierto, y si nó lo abordamos los propios interesados, ante el hecho consumado no tendremos otra opción que, no obstante renegar del intervencionismo del Estado, nos veamos obligados a transferirle las cargas que no fuimos capaces de asumir.
De qué vivirá un odontólogo que no ha recibido herencia alguna, y que sólo vivió de su trabajo, cuando deba retirarse del ejercicio profesional ?.
No debemos olvidar que sólo el costo del tratamiento de los enfermos con Alzheimer en el mundo, asciende ya a los 600.000 millones de dólares por año.
La disposición de mas tiempo libre, y el ansia por ocuparlo por parte de ésta población, habrá de determinar sin duda la aparición de nuevas opciones tecnológicas y productos destinados a llenar ese vacío. Pero el problema radicará en que dicha demanda no irá pareja con su satisfacción, en la medida que el poder adquisitivo de los jubilados, se estrecha cada vez más, y concluirá siendo un mercado muy limitado si los gobiernos no aplican medidas para universalizar el empleo de dichas herramientas.
En nuestro pais, el problema no ha de ser menor.
La vejez nunca se ha encarado como tema prioritario, y las respuestas esporádicas responden a intereses políticos que usan electoralmente a los mayores, pero los problemas sociales y de salud no tienen respuesta.
Los paises desarrollados, tratan de paliar el desfasaje entre las franjas etarias, recibiendo inmigración jóven, lo que a su vez les acarrea innumerables problemas de tipo social, y en muchos casos, se hallan imposibilitados de ofrecerles empleo a todos ellos.
En nuestro pais, la innmigración decayó desde el 30% de la población en 1914, a menos del 3% en la actualidad, y es generalmente un conjunto humano carente de remuneraciones en blanco y de cobertura social, que lo transforma en un débil soporte para el sistema de seguridad social.
Así la base solidaria del sistema será insuficiente, no ya por falta de voluntad, sino por carencia de recursos, y los que hoy constituyen la población pasiva, deberán continuar trabajando hasta el límite de sus fuerzas, y ello acotará aún más el mercado de trabajo de los jóvenes. Pero los pacientes, demandarán servicios eficientes no siempre al alcance de los profesionales mayores. Los odontólogos no somos inmunes a los males que generalmente aquejan a las otras personas ( demencia, Parkinson, ACV ) y otros problemas del envejecimiento. Nuestros pacientes pedirán protección, los seguros incrementarán sus primas, y se crearán organismos y mecanismos que determinarán la competencia de los profesionales, quienes por razones físicas o intelectuales, ya no recurren asíduamente a la educación contínua, y ha de ser razonable, no tanto la restricción abrupta del ejercicio en forma obligada, cómo alentarlos a hacerlo en forma voluntaria, con lo que, de hecho, se incrementará el número de derechohabientes en la seguridad social.
El alargamiento de la vida, es generalmente en nuestros paises, más acelerado que el crecimiento de las economías, lo que repercutirá en los ingresos de los mayores, y tambien de los jóvenes, que quedarán marginados del mercado de trabajo.
En el caso de nuestro sistema previsional provincial, los odontólogos enfrentaremos tambien un verdadero desafío, y será imperioso recurrir a estudios serios, y a disponer de dirigentes iluminados que asuman con responsabilidad la sustentabilidad financiera de nuestra caja.
Pero el desafío no sólo atañe a los directivos de los organismos de seguridad social. Habrá que replantearse la escalada de creación de facultades de odontología que se ha producido en éstos últimos 20 años, casi todas privadas, y que ensancha cada vez más la brecha entre los índices de crecimiento poblacional y de matrícula profesional.
Basta con repasar los índices de relación odontólogo/población. Hace poco mas de 30 años, la relación era de un odontólogo cada 1.295 habitantes. El último censo, determinó una población de 40 millones, y una matrícula de 53.000 odontólogos, lo que nos dá una relación de 1 por 754 , con algunas ciudades en las que la relación es muy inferior, cómo Buenos Aires en la que es de 1 en 121 habitantes. Si a ello le sumamos una constante feminización de la profesión, lo que determina un retiro anticipado y un aporte económico al sistema inferior, en virtud de los horarios de trabajo más restringidos, y en general por una necesidad menos acuciante que la del profesional masculino.
Los efectos de no adoptar políticas adecuadas, pueden resultar devastadores para nuestros jubilados, mas aún, que ya resulta cada vez más lejano,el costearse un retiro digno con los frutos del ahorro individual en la etapa productiva.
El futuro que nos espera es incierto, y si nó lo abordamos los propios interesados, ante el hecho consumado no tendremos otra opción que, no obstante renegar del intervencionismo del Estado, nos veamos obligados a transferirle las cargas que no fuimos capaces de asumir.
De qué vivirá un odontólogo que no ha recibido herencia alguna, y que sólo vivió de su trabajo, cuando deba retirarse del ejercicio profesional ?.
La jubilación ya no será sinónimo de júbilo, sino de pobreza y aislamiento social.
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