El National Institute of Dental and Craniofacial Research, organismo dependiente de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los EE.UU, ha llevado a cabo un excelente trabajo historiográfico sobre las investigaciones relacionadas con el flúor como preventivo de la caries dental y la enfermedad periodontal.
Este trabajo sin embargo, no hace mención sobre las investigaciones que sobre la misma temática se hicieron en Argentina y que serán expuestas en la presente publicación.
método más preciso para medir los niveles de fluoruro en el agua potable. Elvove trabajó mucho y duro en su laboratorio, y en dos años informó a Dean con éxito.
Había desarrollado un método de vanguardia para medir los niveles de fluoruro en el agua con una precisión de 0,1 partes por millón (ppm). Con éste nuevo método, Dean y sus colaboradores se dispusieron en todo el país a comparar los niveles de fluoruro en el agua potable. A fines de la década de 1930 habían hecho un descubrimiento crítico : los niveles de fluoruro de hasta 0,1 ppm en el agua potable, no causaron fluorosis del esmalte en la mayoría de las personas.
PRUEBA DE QUE EL FLUORURO PREVIENE LAS CARIES
El hallazgo descripto envió los pensamientos de Dean en espiral en una nueva dirección. Recordó al leer los resultados de McKay y Black sobre fluorosis, que el esmalte dental moteado es inusuálmente resistente a la caries. Dean se preguntó si agregar fluor al agua potable en niveles
seguros, ayudaría a combatir la caries dental. Esta hipótesis, según Dean les dijo a sus colegas, necesitaría ser probada. En 1944, obtuvo su deseo. Ese año, la Comisión de la Ciudad de Grand Rápids, Michigan, después de numerosas discusiones con investigadores del PHS, el Departamento de Salud de Michigan y otras organizaciones de salud pública, votó
LA EXPERIENCIA ARGENTINA
Con simultaneidad a las investigaciones de McKay y Dean, el doctor Rodolfo Eráuskin, profesor de anatomía patológica de la Escuela de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), llevó a cabo una serie de trabajos de campo y de laboratorio en los años 1934-1935, arribando a las mismas conclusiones. Sus observaciones se llevaron a cabo en la región central del país, abarcando partes de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé y La Pampa. En el NO de ésta última provincia, de donde soy oriundo, llamaba la atención que ciertas personas presentaban manchas amarronadas en sus dientes, las que se daban sólo en algunas partes de los poblados. Precisamente, Eráusquin en sus estudios histológicos del esmalte dental pudo detectar la tinción en bandas coloreadas de distinta opacidad, que según sus conclusiones, lo adjudicó a distintos momentos o distintas concentraciones del ion flúor en el agua de pozos o napas también distintas.
Estas observaciones lo llevaron a denominar la alteración como "diente veteado" (moteado para los investigadores norteamericanos), con la constatación al mismo tiempo, de la escacés de caries dental en las personas que la portaban. ( ver más información en las publicaciones de éste blog de fechas 3, 8 y 22 de Octubre y 1 de Noviembre de 1912 ).
A más de un siglo de los primeros estudios sobre la acción del flúor sobre la caries dental, y a casi setenta años del comienzo de su empleo adicionándolo al agua de bebida y a su comercialización en productos de uso local o general, ha demostrado que sigue siendo un arma fundamental de la ciencia dental en su batalla contra la caries dental. Los estudios de los investigadores sobre el tema, ayudaron notáblemente a transformar la odontología en una profesión orientada a la prevención y contribuyeron a situar los descubrimientos como una verdadera hazaña entre las medidas preventivas del siglo XX.
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