En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
miércoles, 23 de julio de 2014
28 de JULIO : " DIA MUNDIAL DE LA HEPATITIS "
Hasta la aparición de la vacuna contra la hepatitis B, la enfermedad era un verdadero azote para la población en general, y para los profesionales de la salud en especial. El odontólogo en particular solía ser una víctima propicia del mal, y al mismo tiempo un importante vector de la misma. En el primer aspecto, la naturaleza de su trabajo le otorga ámplias posibilidades de infección, lo que permite catalogar a la profesión como de " alto riesgo ", y a su area de trabajo, el consultorio dental, como " área crítica ".
No debemos olvidar que la incidencia de VHB en el odontólogo era cuatro veces superior a la de la población en general; que entre un 5 y 10 % de la mortalidad de los odontólogos estaba representada por la insuficiencia hepática y un 7.5 % de la incapacidad total o parcial tenía como orígen la VHB.
Al mismo tiempo, estaba demostrado que entre el 30 % y 60 % de los enfermos de hepatitis, habían sido sometidos a algún tratamiento dental en un pasado no muy lejano.
La vacuna le puso un broche a ésta dramática situación, cosa que todavía no ha podido lograrse con la hepatitis C ( VHC ).
El análisis de los factores de riesgo de la VHC, reveló que los procedimientos odontológicos que incluían anestesia local e instrumentación sobre los tejidos blandos con sangrado
( extracciones dentarias, tratamientos de endodoncia y periodoncia, y cirugías bucales en general ), constituyen la mayor fuente de exposición parenteral ( 39.7 % ), seguida por las cesáreas y otras cirugías generales ( 16.7 ), las inyecciones intramusculares, intravenosas y subcutáneas ( 16.6 % ) y las transfusiones ( 7.7 % ).
Todavía no se disponen de estadísticas sobre la incidencia de la enfermedad sobre el odontólogo, pero a no dudar que será similar a la que se daba con la VHB.
Tal como se recomendaba en la época prevacunatoria de a VHB, las medidas de prevención para la VHC deben sustentarse en el empleo de barreras adecuadas, una técnica de esterilización rigurosa, un adecuado tratamiento de los deshechos y resíduos patológicos, y recomendar a los pacientes que no compartan el uso del cepillo dental.
La VHC no posee todavía una terapéutica efectiva en un 100 % para su curación, pero las medidas de promoción constituyen la base para evitar su adquisición y propagación.
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