Esta información, sobre el tratamiento de la "enfermedad periodontal", ha sido tomada de la publicación de la " Cleveland Clinic " de Ohio, EE.UU, y se acompaña con gráficos y fotos que ayudan a comprender la importancia de su abordaje oportuno y eficáz.
Existen distintas formas de abordar el tratamiento de ésta enfermedad, que la padecen en sus distintas formas, un gran porcentaje de la humanidad.
Por supuesto que previo al tratamiento, se requiere de un adecuado diagnóstico de los dientes, encías y tejidos de soporte (hueso) al que se llega luego de un minucioso exámen de los mismos.
La enfermedad periodontal no se presenta siempre de la misma manera, y el exámen clínico debe contemplar la presencia de sarro, la inflamación de las encías, la presencia de bolsas periodontales y un estudio radiográfico para evaluar el compromiso del hueso.


El estudio radiográfico, permite apreciar el grado de reabsorción del hueso de soporte de los dientes, y ayudará a determinar el tipo de tratamiento a realizar, el que sin duda dependerá también del grado de movilidad de las piezas dentarias, que puede determinarse también por el grado de separación entre las mismas, su inclinación y su apartamiento de una oclusión correcta.
Tratamientos nó quirúrgicos :
La eliminación de la placa (sustancia gelatinosa) y el sarro (depósitos duros), es una tarea profesional a la que el paciente debe someterse periódicamente, aún sin síntomas apreciables de enfermedad periodontal.
Cuando ya existen bolsas profundas, el raspado de los dientes debe llevarse a cabo hasta el fondo de las mismas. Dicho raspado, debe lograr un alisamiento total de la superficie dental (esmalte y cemento) a los efectos de eliminar las bacterias causales de la enfermedad y propender a que la encía separada vuelva a adherirse al diente.
Tratamientos quirúrgicos :
Existen numerosos procedimientos destinados a eliminar la causa de la enfermedad, de naturaleza bacteriana, y al mismo tiempo, restaurar los tejidos afectados, o por lo menos, dejarlos en condiciones que eviten la repetición de su patogenia. Algunos de éstos procedimientos no los mencionaremos,
pues son extremádamente especializados. Solo apuntaremos a aquellas intervenciones quirúrgicas más comunes y efectivas, cuya complejidad se adaptará en acuerdo a la gravedad del cuadro.(fig.).
La eliminación de la bolsa es la mayor preocupación de la terapéutica quirúrgica, y ello se consigue con la simple gingivectomía, que es el recorte de la encía desprendida del diente, y que constituye la pared externa de la bolsa, llegando hasta la zona que todavía se encuentra adherida al hueso y al diente. Esta técnica, puede requerir para un mejor abordaje del cuello clínico del diente, del tallado de un colgajo que al desprenderse, facilita enórmemente la visión y permite llegar a la zona más profunda a los efectos de realizar el raspado y el curetaje (eliminación del tejido inflamado o de granulación) para erradicar las bacterias y restos de tejidos necrosados. Debe escudriñarse con el instrumental (curetas), toda la circunferencia de la bolsa, y ubicar las anfractuosidades y huecos para poder alisarlos y evitar dejar espacios que permitan la persistencia de los detritos.


Tratamiento medicamentoso complementario :
El empleo de antibióticos, previo o a posteriori de la intervención puede estar indicado a los efectos de reducir temporalmente las bacterias asociadas a la enfermedad periodontal.

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