Sabía Ud. colega sobre la vigencia de la ley 26529 ?
Pues ésta ley fué promulgada el 19 de Noviembre de 2009, publicada en el boletín oficial del dia siguiente y puesta en vigencia, sin reglamentar, el 21 de Febrero del 2010, y es la ley que legisla sobre los " Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud ".
De todo su andamiaje jurídico, podemos rescatar seis puntos que sin duda serán una fuente segura de conflictos.
1. Trato digno y respetuoso al paciente.
2. Resguardo de la intimidad y confidencialidad.
3. Consentimiento informado para intervenciones y procedimientos que impliquen riesgos.
4...Exposición del paciente o de sus tratamientos con fines académicos.
5 Aceptación por el profesional de las directivas anticipadas por el paciente.
6. Historia clínica completa sobre la base de nomenclaturas de la
O.M.S.
No deseo extenderme sobre el análisis de cada uno de los puntos mencionados, pero si las instituciones profesionales no se encargan de difundir sus alcances, y no trabajan en los ámbitos legislativo y judicial para obtener aclaraciones y algunas rectificaciones, sumaremos una nueva fuente de juicios que nó sólo impactarán sobre las yá cargadas espaldas de los profesionales, sino que implicarán una nueva carga sobre los presupuestos de salud.
Hasta ahora se puede observar una manifiesta inoperancia de nuestras entidades representativas, y sería deseable que encaren el tema con la responsabilidad que requiere.
A los efectos de graficar lo que representan los juicios por mala praxis en el contexto del ejercicio profesional, y en el ámbito de las estructuras sanitarias, reproducimos un interesante artículo de ACAMI que se adscribe en la temática del XIII Congreso Argentino de la salud que se llevará a cabo el 2 de Septiembre en la ciudad de Mendoza.
En este blog, se ofrece una tribuna para la exposición y discusión de los Problemas que Afectan la formación del Odontólogo, el ejercicio profesional y todo tema atinente al Mejoramiento de la salud bucal de la población, y a la Jerarquización de la profesión.
jueves, 26 de agosto de 2010
viernes, 13 de agosto de 2010
TIENE FUTURO LA SEGURIDAD SOCIAL ?
No caben dudas, que a partir de los últimos estudios demográficos que se han conocido en el mundo entero, y en Argentina en particular, se ha generado un cierto estado de preocupación y escepticismo en relación a las posibilidades de acceder a los beneficios previsionales que les asistirán en muy poco tiempo a un número creciente de derecho-habientes.
Los estudios actuariales en los sistemas de capitalización, y las opciones tributarias en los de reparto, han sembrado nubarrones en el firmamento de las aspiraciones de los profesionales que avizoran como cercano el momento de su retiro.
A los efectos de aportar conocimiento e información al respecto, reproduzco este artículo de INTRAMED con las posibilidades de participar del XIII Congreso Argentino de Salud a realizarse proximamente.
Los estudios actuariales en los sistemas de capitalización, y las opciones tributarias en los de reparto, han sembrado nubarrones en el firmamento de las aspiraciones de los profesionales que avizoran como cercano el momento de su retiro.
A los efectos de aportar conocimiento e información al respecto, reproduzco este artículo de INTRAMED con las posibilidades de participar del XIII Congreso Argentino de Salud a realizarse proximamente.
28 AÑOS NO ES NADA
En una de sus primeras actividades institucionales, el Comité Ejecutivo de la Confederación Odontológica de la República Argentina, surgido en Agosto de 1982, en conjunto con las demás confederaciones de las profesiones de la salud, publica una solicitada en el diario La Nación el dia 6 de Septiembre de dicho año, dirigida a los poderes públicos, por entonces todavía en manos del poder militar,reclamando al Gobierno la participación en el dictado de las normas que rigen al sector, fundamentalmente en la instrumentación y organización de los sistemas para la atención de la salud de la población.
En dicha solicitada, se ponían de manifiesto los problemas que afectan a los profesionales, y se proponían medidas cómo:
- Adecuación de la ley de Obras Sociales.
-Concertación de las normas aplicables a la seguridad social.
-Retribución justa, que consagre el derecho constitucional de trabajar y ejercer la profesión.
-Controlar el destino de los recursos específicos de la seguridad social para la atención de la salud.
- Consideración del medicamento cómo un bien social.
La CORA, por cuerda separada, incluía en sus reclamos individuales ante el Ministerio de Acción Social, el contralor de los insumos y la derogación del I.V.A y los gravámenes aduaneros de los mismos.
El Comité Ejecutivo, estaba compuesto por los colegas Roberto Lemme ( presidente ), Adriano Lammertyn, Alfredo Bruno, Guillermo Molina, Erico Adler, Juan Ramon Castro, Helmo Santore, Santiago Gonzalez y Carlos Ponchon.
Si analizamos las propuestas de 1982, podemos intuir que es muy poco lo que se ha conseguido en relación a los temas planteados, y la metáfora de Gardel y Lepera, ha quedado relegada por el tiempo transcurrido desde aquel ahora no tán lejano 6 de Septiembre de
1982, lo que no exime a nuestros actuales dirigentes, de seguir bregando por torcer las políticas que ignoran las honestas reivindicaciones de los profesionales de la salud.
En dicha solicitada, se ponían de manifiesto los problemas que afectan a los profesionales, y se proponían medidas cómo:
- Adecuación de la ley de Obras Sociales.
-Concertación de las normas aplicables a la seguridad social.
-Retribución justa, que consagre el derecho constitucional de trabajar y ejercer la profesión.
-Controlar el destino de los recursos específicos de la seguridad social para la atención de la salud.
- Consideración del medicamento cómo un bien social.
La CORA, por cuerda separada, incluía en sus reclamos individuales ante el Ministerio de Acción Social, el contralor de los insumos y la derogación del I.V.A y los gravámenes aduaneros de los mismos.
El Comité Ejecutivo, estaba compuesto por los colegas Roberto Lemme ( presidente ), Adriano Lammertyn, Alfredo Bruno, Guillermo Molina, Erico Adler, Juan Ramon Castro, Helmo Santore, Santiago Gonzalez y Carlos Ponchon.
Si analizamos las propuestas de 1982, podemos intuir que es muy poco lo que se ha conseguido en relación a los temas planteados, y la metáfora de Gardel y Lepera, ha quedado relegada por el tiempo transcurrido desde aquel ahora no tán lejano 6 de Septiembre de
1982, lo que no exime a nuestros actuales dirigentes, de seguir bregando por torcer las políticas que ignoran las honestas reivindicaciones de los profesionales de la salud.
domingo, 8 de agosto de 2010
HASTA DONDE LLEGARÁ LA ESPECIALIZACIÓN
El fraccionamiento desmedido del conocimiento, producido en las últimas décadas,ha generado una avalancha de información científico-técnica volcada en textos, revistas, periódicos y otros medios de comunicación, que descolocan rápidamente a quien quiera mantenerse medianamente actualizado, e impulsan a los estudiosos a optar por convertirse en superespecialistas o en generalizadores superficiales. Las Facultades, las Instituciones Profesionales y algunos grupos privados disfrazados de institutos de pos-grado, en su pretensión de no quedar a la zaga entre los poseedores del conocimiento, tratan de incorporar buena parte de lo que se produce en el mundo, y transmitírselo a sus educandos.
De ésta manera, y sin pretenderlo, se convierten en una fuente de inseguridad e incertidumbre, y en algunos casos, en promotores de una verdadera anarquia intelectual.
Así la explosión científica, promoviendo la excesiva fragmentacióndel conocimiento, mantiene abierta la brecha entre el ritmo de su expansión y la posibilidad de su asimilación.
Resulta imprescindible por tanto, que las instituciones formadoras del recurso humano, tánto de pre, cómo de ´post-grado, lleven a cabo una atenta programación académica determinando con precisión el volúmen de información que debe volcarse en sus actividades docentes,yla forma en que deben hacerlo, tratando de no crear expectativas desmedidas en cuanto a su aplicación inmediata. En el ámbito de la Odontología resulta frecuente el dictado de cursos para el " práctico general " sobre conocimientos que atañen a verdaderas especialidades, y nó como una simple información, sino cómo una posibilidad de aplicación sobre los pacientes, lo que entraña un despropósito tánto científico cómo ético. En otros casos, se tratan de fundar verdaderas seudoespecialidades sobre la base de conocimientos y destrezas que el estudiante de pregrado ha recibido y practicado en forma exhaustiva.
Una verdadera industria del pos-grado se ha instaurado en los últimos años, y no en todos los casos el fin apunta a una misión estríctamente docente. Motivaciones, inconfesáblemente económicas rondan dicha actividad, y generan en muchos profesionales un insano deseo de su pronta aplicación para lograr el resarcimiento de su costo.
Un tema que tambien merece ser analizado es la tendencia a una excesiva fragmentación del conocimiento, con lo que se consigue fomentar la cración de superespecialidades, con el resultado de una pérdida de noción del todo biológico. A ésta tendencia , Jose Ortega y Gasset lo llamó "especialismo" como contraposición a la especialización, que es aceptable y debe ser promovida.
Decía el preclaro filósofo español, que el superespecialista
"estudia tánto de tán poco, que llega a saber casi todo de casi nada".
La Odontología no necesita por ahora superespecialistas, pero tampoco debe estimular la creación de generalizadores superficiales, que tánto daño le hacen a la profesión.
Estimo oportuno complementar ésta entrada, con una publicación relacionada al tema considerado.
De ésta manera, y sin pretenderlo, se convierten en una fuente de inseguridad e incertidumbre, y en algunos casos, en promotores de una verdadera anarquia intelectual.
Así la explosión científica, promoviendo la excesiva fragmentacióndel conocimiento, mantiene abierta la brecha entre el ritmo de su expansión y la posibilidad de su asimilación.
Resulta imprescindible por tanto, que las instituciones formadoras del recurso humano, tánto de pre, cómo de ´post-grado, lleven a cabo una atenta programación académica determinando con precisión el volúmen de información que debe volcarse en sus actividades docentes,yla forma en que deben hacerlo, tratando de no crear expectativas desmedidas en cuanto a su aplicación inmediata. En el ámbito de la Odontología resulta frecuente el dictado de cursos para el " práctico general " sobre conocimientos que atañen a verdaderas especialidades, y nó como una simple información, sino cómo una posibilidad de aplicación sobre los pacientes, lo que entraña un despropósito tánto científico cómo ético. En otros casos, se tratan de fundar verdaderas seudoespecialidades sobre la base de conocimientos y destrezas que el estudiante de pregrado ha recibido y practicado en forma exhaustiva.
Una verdadera industria del pos-grado se ha instaurado en los últimos años, y no en todos los casos el fin apunta a una misión estríctamente docente. Motivaciones, inconfesáblemente económicas rondan dicha actividad, y generan en muchos profesionales un insano deseo de su pronta aplicación para lograr el resarcimiento de su costo.
Un tema que tambien merece ser analizado es la tendencia a una excesiva fragmentación del conocimiento, con lo que se consigue fomentar la cración de superespecialidades, con el resultado de una pérdida de noción del todo biológico. A ésta tendencia , Jose Ortega y Gasset lo llamó "especialismo" como contraposición a la especialización, que es aceptable y debe ser promovida.
Decía el preclaro filósofo español, que el superespecialista
"estudia tánto de tán poco, que llega a saber casi todo de casi nada".
La Odontología no necesita por ahora superespecialistas, pero tampoco debe estimular la creación de generalizadores superficiales, que tánto daño le hacen a la profesión.
Estimo oportuno complementar ésta entrada, con una publicación relacionada al tema considerado.
jueves, 5 de agosto de 2010
UN RETO PARA NUESTRA PROFESION
Reproducíamos en la cuarta entrada de éste Blogg, publicada el 16 de febrero de 2010, los resultados de la Encuesta Provincial de Salud de la Provincia de Buenos Aires, remarcando el dato que, en el conurbano, el 50% de los encuestados que se sintieron enfermos en los últimos 15 dias en el año 1988, decidieron no consultar a ningún profesional.
Y llamábamos la atención sobre el hecho que 10 años antes, sólo el 26% había respondido en dicha forma, y, aún 10 años más atrás, en 1978, el pocentaje se reducía al 18%, con lo que podíamos concluir que las profesiones de la salud no habían logrado transmitir a la comunidad, o no habían generado con su accionar, una conducta preventiva o una adecuada valoración del desempeño profesional.
He decidido reproducir una publicación atinente al tema, que recomiendo sea debidamente analizada.
Y llamábamos la atención sobre el hecho que 10 años antes, sólo el 26% había respondido en dicha forma, y, aún 10 años más atrás, en 1978, el pocentaje se reducía al 18%, con lo que podíamos concluir que las profesiones de la salud no habían logrado transmitir a la comunidad, o no habían generado con su accionar, una conducta preventiva o una adecuada valoración del desempeño profesional.
He decidido reproducir una publicación atinente al tema, que recomiendo sea debidamente analizada.
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