Cuando se lleva a cabo una evaluación de los costos que supone el abordaje de la salud bucodental, el enfoque requiere de un análisis que transita dos vías. Por un lado debe contabilizarse el gasto directo que se realiza a través de la atención de la enfermedad y sus consecuencias y los programas de prevención, ya en los servicios públicos estatales, en los organismos de la seguridad social y el aporte directo de bolsillo de los propios pacientes, ya a través de empresas de medicina prepaga, o en forma privada en los propios consultorios odontológicos. Por otro lado, debe considerarse el costo que representa la propia enfermedad , tanto por la caída laboral que presupone, la deserción escolar y las complicaciones que la enfermedad bucal produce a través de su impacto en otras áreas del organismo y de la propia sociedad(ver cuadro).

La Organización Mundial de la Salud (OMS, viene insistiendo sobre la magnitud de los recursos que las enfermedades bucodentales demandan para su atención, principalmente por no atendérselos a tiempo.
El apotegma que acompaña la ilustración, no se centra solamente en la necesidad de cobertura que requieren los altos índices epidemiológicos de las enfermedades bucales, sino que también apunta a tratar de abordar con responsabilidad la indisponibilidad de recursos económicos en muchos países, pero también en la falta de racionalidad y planificación aún en países de altos ingresos, cuya consecuencia es la mantención de dichos índices.Según informaciones del Foro Económico Mundial (FEM), a través de su libro blanco "The economic rationale for a global commitnment to invest in oral health", la falta de inversión en salud bucodental a nivel mundial, ha desencadenado una importante crisis sanitaria, y ha supuesto una alta carga económica para muchos gobiernos, empresas y particulares.
Esta carga deviene de la alta incidencia de las enfermedades bucodentales que se estima en al rededor de 3.500 millones de personas al año, y ascendería a 660.000 millones de euros o unos 710.000 millones de dolares tan solo por pérdidas de productividad, muy similares a otras enfermedades.
La American Dental Association (ADA), ha participado también de éste informe, y las conclusiones han determinado que una mejor salud bucodental, además, se asocia a mejores embarazos y un mejor control de los enfermos que padecen cardiopatías, enfermedades respiratorias, diabetes, demencia y artritis, de la misma forma que quienes no la tienen, incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades graves. Al respecto caben mencionar algunos informes de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de USA, que manifiestan que en EE.UU los pacientes con problemas cardíacos a quienes se les aplicaron medidas preventivas en salud bucodental, ahorraron al tesoro entre 548 y 675 dólares al año. También en las embarazadas, la mejora de su salud bucodental redujo los costos entre 1.500 y 2.400 dolares por paciente. También en la Universidad de Sheffield, se comprobó que la instalación de prótesis en pacientes recientemente desdentados, en comparación con quienes no repusieron sus dientes perdidos, alargan su expectativa de vida.
El autor principal del informe al que hemos hecho referencia, Marco Vujovic, economista jefe y vicepresidente del Instituto de Política Sanitaria de la ADA, junto al investigador Shyam Bishen, manifiestan al respecto que invertir en salud bucodental, es invertir en una mano de obra productiva y una sociedad sana, abogando por la inclusión de los servicios de salud bucodental en los programas públicos de salud, y ampliación de la cobertura de dichos servicios también en las instituciones prestadoras públicas, los organismos de la seguridad social y en las entidades filantrópicas.
El informe agrega, que los sistemas públicos se encuentran incapacitados de proporcionar una adecuada atención bucodental como consecuencia del aumento de la incidencia y prevalencia de las enfermedades. A los efectos de hacer un seguimiento del cuadro mencionado, el FEM ha creado el " Grupo de Afinidad de Salud Bucodental" en 2023, en el seno de la Red Mundial de Equidad en Salud, plataforma de acción sobre el tema.
No caben dudas que los presupuestos en salud son inelásticos, y que la insuficiencia de recursos o el mal empleo de los mismos hace que no pueda atenderse ni siquiera la demanda espontánea de la población. Ni hablemos de la demanda potencial.
Los avances de la ciencia y la tecnología, y el incremento de las necesidades de atención bucodental, hacen que los presupuestos sean siempre insuficientes.
El gasto o inversión en salud, representa un porcentaje bastante parejo en los diversos paises de altos y medianos ingresos que ronda una cifra que oscila entre el 8 y 12 % del PBI.
En América Latina, se observan los porcentajes siguientes :
CUBA...................13.79 %
BRASIL................ 9.89 %
EL SALVADOR............ 9.72 %
ARGENTINA.......... 9.71 %
PANAMA.............. 9.68 %
NICARAGUA.........9.68 %
URUGUAY............ 9.36 %
CHILE.................. 9.34 %
HONDURAS.......... 9.16 %
COLOMBIA............ 9.02 %
ECUADOR............. 8.29 %
BOLIVIA............... 8.16 %
PARAGUAY............ 8.03 %
COSTA RICA...........7.57 %
GUATEMALA.......... 6.9 %
PERU................... 6.01
MEXICO................ 6.00 %
REPUBLICA DOMINICANA 4.92 %
VENEZUELA...... 4.04
HAITI................ 3.48 %
Las diferencias que pueden apreciarse, no significan que en forma automática un mayor porcentaje del PBI destinado a la salud, sea representativo de una mejor posición en los resultados obtenidos.
En los EE.UU la inversión alcanza al 16.57 % del PBI, en Alemania y Austria el 12 %, en España el 6.8 %, y ello no indica que la población de dichos países reciba prestaciones de salud muy distintas entre sí. Afganistán utiliza para la salud un 21.83 % de su PBI, pero si se analizan los índices de algunas enfermedades, superan ámpliamente a los que presentan paises con porcentajes inferiores.
Lo que sí resulta incontrastable, es la posición de muchos países africanos, que con presupuestos que bordean el 2 % de su PBI, ostentan altos índices de enfermedad y mortalidad, con bajas expectativas de vida.
En Argentina, tercera economía de América Latina, sobre un PBI de 640.000 millones de dólares, y una afectación para salud de casi el 10 %, nos da una cifra de 64.000 millones al año. La salud bucodental suele representar en diversos países un porcentaje del presupuesto global de salud que oscila entre el 5 % y el 12 %, ascendiendo al 10 % en nuestro país, lo que representaría una suma de aproximadamente 1.360 dólares por persona y por año para brindar prevención, restauración y rehabilitación bucodental entre todos los sectores prestadores, incluido el desembolso privado.
Como ya lo dijéramos, un gasto mayor, no siempre garantiza una mejor salud de la población, ya que resulta indispensable que los recursos sean utilizados racionalmente, que no existan fugas en los presupuestos, que no se privilegien determinados sectores sociales en desmedro de otros respetando al máximo la equidad, que no es sinónimo de igualdad (ver grafico),
y que todo sea previsto a través de estrategias y planes que orienten adecuadamente el gasto en base a las reales necesidades de la población. Como puede observarse, el gasto en salud bucodental se acerca, y en algunas patologías se equipara. Basta consignar, que en la Unión Europea ocupa el tercer lugar detrás de la diabetes y las enfermedades cardiocirculatorias.
Que ocurre sin embargo con los costos indirectos de la enfermedad ?.
La salud total del individuo es sin duda un hecho social, y las implicancias económicas, por fuera de lo que representa su abordaje biológico, no deben ser desestimadas.
La caída laboral provocada por la enfermedad bucodental y las implicancias y complicaciones que devienen de su abordaje, representan también un costo que no figura en los presupuestos de salud. Las estadísticas disponibles en algunas instituciones gubernamentales, descentralizadas o privadas prestadoras de servicios odontológicos, son demasiado vagas y no especifican el número de veces que un paciente tiene que asistir a una clínica para recibir atención, debido al mismo problema o a uno derivado de la causa original.
La Federación Europea de Periodoncia, en conjunto con la publicación Economist Impact, ha llevado a cabo una investigación llegando a la conclusión que, en la UE, sobre un gasto cercano a los 400.000 millones de dolares en la cobertura de la salud bucodental, las pérdidas de productividad por enfermedades o como consecuencia de sus tratamientos, ascendió a la suma de 188.000 millones anuales. La OMS, informa que las pérdidas de productividad anuales por enfermedades bucodentales son similares a otras enfermedades.
En Argentina, en 1985, con una población cercana a los 30 millones de habitantes, y una población económicamente activa (PEA) del
40 %, tan solo por extracciones dentarias se perdieron 4.600.000 días de trabajo (Odontología Bonaerense N°24).
La OMS, ha estudiado en profundidad el problema de los costos directos e indirectos relacionados con la salud bucodental y los ha expuesto recientemente en sus publicaciones, poniendo el acento en una consideración bastante negativa :
Con referencia al empleo del flúor en sus distintas formas, y fundamentalmente a través de la provisión del agua domiciliaria, cabe destacar que en nuestro país, y en gran parte de los países de altos y medianos ingresos su empleo se encuentra estancado, lo que constituye un grave error de las autoridades sanitarias al desechar una medida preventiva de la caries dental cuya bondad y bajo costo han sido ampliamente probados.Su empleo en las pastas dentales se ha generalizado y el consumo se ha extendido a la mayor parte de la población. Sin embargo, ya por razones de costo, como por desconocimiento o desidia, todavía no se ha conseguido una amplia generalización. Argentina todavía no ha alcanzado un consumo deseable (ver grafico según empresa líder en la fabricación de pastas dentales), y se encuentra rezagada frente a varios países de la región. Se han detectado en los últimos tiempos algunas reacciones locales con aquellas pastas dentales que contienen fluoruro de estaño, razón por la cual se ha prohibido su comercialización en muchos países.
TAMBIEN RESULTA
IMPRESCINDIBLE
En una de sus últimas publicaciones, los CDC ( Centers for Disease Control and Prevention ) de los EE.UU, manifiesta que las enfermedades orales causan dolor y discapacidad en millones de personas. Las intervenciones comprobadas como los selladores y el agua fluorada, pueden mejorar la salud bucal y un importante ahorro de dinero a las comunidades. Existen pruebas irrefutables sobre la reducción de necesidades de atención de las enfermedades bucales, y de como su descuido, impacta seriamente en los presupuestos del sector y en algunas situaciones socioeconómicas derivadas de la enfermedad.
Decía nuestro premio Nóbel Bernardo Housay :
"El empleo racional y adecuado de los recursos económicos disponibles en los países ricos, no es una consecuencia de dicha situación, sino un factor condicionante de la misma "