En entradas anteriores, ya hemos abordado aspectos relacionados con la salud dental en Argentina y el mundo. En ésta ocasión, y a propósito del dia mundial de la salud, que en 2021 toma como objetivo el lema " CONSTRUIR UN MUNDO MAS JUSTO Y SALUDABLE ", y que la OMS declara al 2021 como " Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales ",
vale la pena mencionar algunas deudas que los gobiernos y las sociedades en general todavía mantienen sin saldar a pesar de los avances en otras areas. Al respecto, mencionaremos escuétamente aquellas falencias que consideramos cruciales en cuatro aspectos relativos a la salud bucal de nuestro país.
EPIDEMIOLOGÍA
En América Latina, a la edad promedio de 30 años, el 70 % de la población requiere servicios de restauración dental. En la población marginada y pobre, la caries tiene una prevalencia del 90 %.
En Argentina, el 85 % de la población es portadora de caries.
PRÁCTICA DENTAL
La respuesta científico-técnico-social de la profesión para dar solución a los problemas de salud bucal se basa en:
Producción de conocimientos
Producción de servicios ( prevención y atención )
Desarrollo de recursos humanos
- Aplicación de tecnologías apropiadas
Sin embargo, el 90 % de la fuerza de trabajo dental, alcanza sólo al 15 % de la población en areas rurales, y nó más del 50 % en la población urbana.
Los servicios institucionales ( mutilantes en su gran mayoría ) alcanzan al 10 % de la población.
En general, se actúa ante la demanda, es decir sobre los daños a veces irreversibles y a un costo elevado.
El agua fluorada llega a la mitad de la población en toda la América Latina.
FORMACIÓN PROFESIONAL
La docencia-servicio-investigación no es una experiencia mayoritaria en las escuelas dentales del continente.
SISTEMAS DE ATENCIÓN
Los sistemas locales de atención (SILOS) no funcionan adecuádamente, y la atención primaria (APS) no se practica como método institucionalizado.
Los retos y desafíos que no hemos sabido enfrentar en salud bucal, y los logros fragmentarios que apenas significaron un paliativo ante los graves problemas que afectan a buena parte de la población, son una pesada carga en nuestras conciencias y convicciones, y ese sentimiento de descorazonamiento ante los altos índices negativos y las desigualdades manifiestas que aflígen a nuestros conciudadanos en el cuidado de su salud, deben obrar como incentivo para seguir bregando por conseguir equidad en los servicios sanitarios, y eficacia y transparencia en el empleo de los recursos de todo tipo que nó son pocos.
Los pobres, los excluidos y los desposeidos, a quienes deben sumarse ámplias capas de nuestra clase media, esperan que no se repitan los señalamientos que la Organización Mundial de la Salud les aplica a los paises en general : "....menos palabras y más realidades "; " ....menos ceremonias y más compromiso ".