No por archiconocido, debe obviarse el remarcar, tantas veces como sea posible, la acción dañina del azúcar sobre la salud bucodental.
Infinidad de investigaciones serias, y de recomendaciones de los organismos locales e internacionales de la salud lo avalan sin reparos.
En ésta ocasión, no profundizaré sobre las características bioquímicas de los procesos ni sobre las alteraciones estructurales de los tejidos afectados por la acción local del azúcar, pero sí pondré el acento en algunos tópicos que nos recuerdan dicha acción directa y como algunas medidas simples pueden evitar el progreso de los daños causados o prevenirlos.
Sin contar los efectos metabólicos y clínicos que origina la ingesta de azúcar, consumido en forma directa o añadido a los productos comestibles industrializados y ultraprocesados que generan el
27 % de las calorías adquiridas en los hogares, se agrega una acción deletérea local sobre la estructura de las piezas dentarias que es la caries dental.
Lo verdaderamente lamentable, es que los alimentos ultraprocesados que lo contienen en proporciones variables, constituyen el 70 % de la dieta contemporánea, y según la OMS, su consumo debiera reducirse a no más del 10 % de la ingesta calórica total.
El consumo de éstos productos, provoca una experiencia sensorial intensa y placentera que seduce a niños y mayores, pero su valor como nutriente es nulo (calorías vacías), y es en los menores en los que ejerce su efecto con mayor intensidad. Se calcula que un niño de 8 años de la actualidad, ya ha consumido más que un adulto en toda su vida.Es por dicha razón, que las distintas escalas alimentarias, dejan bien establecido el escaso márgen que debe concedérsele a los alimentos procesados y ultraprocesados en la composición de la dieta.
Existen innumerables investigaciones que demuestran cariogenicidad en las dietas áltamente hidrocarbonadas. Los productos que se eligen y la frecuencia con que se comen afectan el estado general, y al mismo tiempo provocan enfermedades bucales como la caries dental y la enfermedad periodontal. El contacto de las bacterias habituales de la boca con el azúcar, genera ácidos que atacan la superficie de los dientes y según el tipo de bacterias, asociado a la carencia de ciertos nutrientes, también debilitan las encías provocando reabsorción de las crestas óseas alveolares por infección agregada, desembocando en la enfermedad periodontal.
El azúcar se encuentra en las bebidas refrescantes, los caramelos y los dulces en general, como también en los ultraprocesados, y su acción no es tán dañina cuando se consumen en el marco de una comida, porque la liberación de una adecuada cantidad de saliva ayuda a reducir el efecto nocivo de los ácidos. Es por dicha razón que no se recomienda su ingesta entre comidas.
La Asociación Dental Americana (ADA), ha elaborado una serie de recomendaciones para mantener una buena salud bucodental :
* Asegúrese de consumir bastante agua.
* Coma una variedad de alimentos de cada uno de los
5 grandes grupos específicos de nutrientes.
( pirámide alimentaria ).
* Limite el número de meriendas entre horas, y cuando
se lleven a cabo, que estén basadas en hortalizas crudas,
frutas y yogur.
* Recuerde siempre cepillarse los dientes 2 veces al día
con pasta dentífrica fluorada, y haga uso de la seda
dental para la higiene de los espacios interdentarios.
* Visite periódicamente a su odontólogo.
Se recomienda también el empleo del flúor en gotas o tabletas según el consejo del odontopediatra, quien evaluará su necesidad entre otras razones, sobre la base de la presencia de iones de fluor en el agua de abasto, y recalcará la necesidad de no beber productos lácteos una hora antes y una hora después de consumir la medicación.Es conveniente tener presente , la conveniencia del empleo de alimentos que suplantan la sacarosa por el xilitol.
La OMS también ha elaborado una interesante tabla en la que se analizan algunos productos de venta masiva y se recomienda la cantidad que debiera consumirse diariamente de cada uno de ellos.
