El mundo viene atravesando en las últimas dos décadas, un franco deterioro en los índices de pobreza, indigencia, marginalidad, malnutrición y hambre, que en algunos paises llega a cifras alarmantes.
Este hecho impacta entre otros, en los índices de salud (bucodental incluida), ya que como hemos manifestado en la publicación anterior, la malnutrición influye notáblemente en los mismos.
Ya no caben dudas que el deterioro de los niveles de vida de la población, es una constante como determinante social de la enfermedad (ver publicación del 28 de Diciembre de 2019) y la pobreza y el hambre, son condiciones inescindibles de los mismos
(ver publicación del 15 de Noviembre de 2022).
Como si todo ello fuera poco, la pandemia de Covid 19 del 2020 no hizo más que agravar la situación ya imperante en el mundo. Según el Banco Mundial, ésta pandemia ha sumido a 71 millones de parsonas en la pobreza extrema, y las distintas condiciones determinantes de la pobreza, hace que un 10 % de la población mundial se acuesta con hambre todas las noches.
Esta situación, ha determinado que numerosas organizaciones internacionales y locales se interesen en lograr algún tipo de solución. Solo en USA, 12 organismos gubernamentales se ocupan en distintas formas de abordar el problema y encontrar paliativos y soluciones a largo plazo (ver gráfico).
Por fuera de la herencia genética (genotipo), la pobreza y el hambre constituyen los factores esenciales que degradan la salud (fenotipo), lo que depende en gran parte de los condicionantes sociales que los provocan o intensifican.
La falta de trabajo adecuádamente remunerado, la carencia de una vivienda digna, el medio ambiente impactado por el cambio climático, la crisis del agua, las pérdidas de la biodiversidad, los estilos de vida y el sistema sanitario se cuentan como algunos de ellos. Cabe consignar que según estimaciones de la OMS e investigaciones publicadas en el NEJM, entre el 60 y 80 % de la población mundial no tiene acceso a los distintos servicios de salud.
Según la CEPAL, ya en 2019 la pobreza alcanzaba al 30 % en América Latina, la que se vió incrementada en 10 % en algunos paises y hasta en un 20 % en otros en la pospandemia.
El Banco Mundial estima que 670 millones de personas seguirán enfrentando el hambre en el mundo. A los efectos de paliar dicha situación, ya en 2022 , conjúntamente con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), dispusieron una partida de 30.000 millones de dólares para América Latina y El Caribe, y en Agosto de 2023, se comprometieron a un trabajo conjunto para promover el desarrollo digital en la región. La iniciativa " Escuelas Conectadas para Todos ", pondrá en práctica una serie de planes para cerrar la brecha digital en la educación, asegurando que los jóvenes adquieran las habilidades necesarias para la economía del futuro.
Por todo ello se ha hablado mucho sobre los intentos de arribar al llamado "Hambre Cero", tema que hemos abordado en la publicación del 28 de Diciembre de 2019.
Según informes de la UNICEF dados a conocer el 8 de Marzo de 2023, en especial los niños y las mujeres enfrentan una crisis nutricional de gravedad inusitada. Insta a los gobiernos, proporcionando información y apoyo a los formuladores de políticas e investigadores para que puedan transformar los sistemas alimentarios, de salud y de protección social a los efectos de garantizar el acceso a la nutrición y la atención que necesitan para prosperar.
La OMS, ha creado una nueva comisión (documento publicado el 24 de Agosto de 2023), para fortalecer el papel de las organizaciones de la sociedad civil y acelerar el progreso en la salud mundial, y de la misma manera tratando de hacer llegar a la población informes y consejos sobre la salud.
En la misma fecha, los NIH han establecido una relación estrecha con Kahoot, una plataforma de aprendizaje basada en juegos y trivias que enfocan la alfabetización saludable y una variedad de temas y herramientas sobre temas de salud.
La USAID (Agencia estatal norteamericana para el desarrollo internacional), ha dado a luz el 21 de Agosto de 2023, un plan para abordar la desnutrición mundial.
Una buena nutrición permite el desarrollo de dientes sanos y fuertes, resistentes al ataque bacteriano, y poseer también encías saludables.
Los desórdenes de la nutrición no siempre están ligados a la falta de alimentos o a su deficiente metabolismo, sino que también obedecen a la llamada subalimentación caracterizada por el consumo de dietas incompletas que no poséen los distintos elementos nutricionales como las proteinas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales en una correcta armonía (ver publicación anterior).
La desnutrición y la malnutrición por tanto, obedecen al consumo de dietas restringidas originadas en razones económicas, geográficas o de educación.
La pobreza, la desigualdad social, el hambre y otros determinantes sociales que afectan a las familias desposeidas, influyen en el normal desempeño de los tejidos y órganos del cuerpo humano, afectando también la salud de los dientes y encías.Según las últimas estimaciones de la OMS, más de la mitad de la población mundial posée alguna alteración de los mencionados órganos, cifra que resulta más que preocupante para la salud pública de las comunidades.
Para quienes conocemos como se lleva acabo el rastreo de dichas enfermedades, y su influencia en los índices publicados, sabemos del subregistro que no expresa la realidad, y que la cifra real es muy superior.
La caries dental y la periodontitis poseen factores etiológicos diversos, y uno de los más importantes es el proveniente de una mala nutrición, y dichas afecciones, al mismo tiempo que representan un daño para la salud en general, se constituyen en vehículos de alteraciones psicológicas, ya que el estado deficiente de la dentadura, o la pérdida de las piezas dentarias, influyen negatívamente en la autoestima de los enfermos y en su discriminación, llevando a muchos de ellos al aislamiento social.
Es la triste realidad.
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